Xi Jinping en vía de ser “emperador” vitalicio | El Nuevo Siglo
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Lunes, 26 de Febrero de 2018
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Congreso comunista también propuso incluir el pensamiento de este líder en la Constitución, elevándolo a la categoría de Mao y Deng Xiaoping.

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Poner fin al límite de dos mandatos presidenciales inscrito en la Constitución es la intención del  Partido Comunista chino (PCC),  abriendo la vía a que el presidente Xi Jinping se mantenga en el poder indefinidamente.

El Comité central del partido, que actúa como una especie de parlamento de la institución, quiere eliminar de la Constitución china la mención que indica que un presidente "no puede ejercer más de dos mandatos consecutivos" de cinco años.

Xi es presidente desde 2013 y en teoría debería abandonar sus funciones en 2023.

"Creo que se va a convertir en emperador vitalicio y en el Mao Zedong del siglo XXI", comentó el politólogo Willy Lam, de la Universidad china de Hong Kong, en referencia al todopoderoso fundador del régimen comunista (1949).

"Si su salud se lo permite, desea seguir en el poder 20 años, esto es, hasta 2032, como secretario general del Partido y hasta 2033 como presidente del Estado", añadió Lam, citando fuentes próximas a Pekín.

En 2033, Xi habrá cumplido 80 años.

El PCC también propuso incluir "el Pensamiento Xi Jinping" en la Constitución del país,  en una nueva señal de la influencia del presidente al frente del régimen de este país.

La propuesta de enmienda debe someterse a la votación de la Asamblea Nacional Popular (ANP), el parlamento chino. Pero no hay duda de que el resultado será favorable a esta proposición que se votará el 5 de  marzo, puesto que el PCC es el único partido en China.

Al cabo de una reunión de dos días, el comité central del Partido Comunista "propuso" integrar "el pensamiento de Xi Jinping sobre economía socialista china de la nueva era" en la constitución del país, según informó la agencia oficial de noticias.

En octubre el buró político del PCC elevó a Xi a la altura de Mao Zedong (1893-1976) al designarlo "lingxiu" ("líder"), término abundantemente usado para honrar al fundador de la República Popular de China.

En ese mismo mes el congreso del Partido Comunista había incluido en sus estatutos el "pensamiento" de Xi  y su nombre, equiparándolo con Mao y Deng Xiaoping, el otro gran dirigente comunista chino.

En su afán por mantenerse indefinidamente en el poder, Xi Jinping "se putiniza, en menos democrático" que el presidente ruso Vladimir Putin, observó el sinólogo Jean-Pierre Cabestan, de la Universidad bautista de Hong Kong.

Según Cabestan, tras haber colocado en los últimos cinco años a sus más fieles en los puestos de más alto rango en el poder, Xi debería obtener el puesto de presidente de la ANP para un próximo suyo, Li Zhanshu, su "eminencia gris", que el año pasado se convirtió en el número 3 del régimen, por detrás del primer ministro Li Keqiang.

Mao, el 'retorno'

"Así se asegura de que la reforma constitucional sea adoptada sin resistencias", señaló el sinólogo, apuntando la existencia de una oposición interna al régimen.

En octubre pasado, durante el XIX congreso quinquenal del PCC, Xi Jinping logró que se incluyera en el estatuto del partido su "pensamiento sobre el socialismo de estilo chino de la nueva era", un honor que hasta ahora sólo había recibido en vida Mao Zedong, fundador del régimen comunista en 1949.

Desde su llegada a la cabeza del partido, en 2012, Xi Jinping concentra todos los poderes como ningún otro líder chino había hecho en los últimos 25 años.

También puso en marcha una intensa lucha contra la corrupción que llevó a imponer sanciones a más de un millón de personas, aunque algunos la consideran como una manera de deshacerse de sus enemigos.

Su presidencia se ha caracterizado además por el culto a la personalidad, con su omnipresencia en los medios, así como por el refuerzo de la represión contra los defensores de la democracia y los derechos humanos.

"Asistimos al retorno de la era Mao Zedong, cuando una sola persona decidía por cientos de millones", comentó Willy Lam. "Él no tiene contrapoderes. Esto es muy peligroso, pues Xi Jinping podría cometer errores porque nadie se atreverá a enfrentarse a él".