La economía: así terminará el 2024 y lo que se espera para el 2025 | El Nuevo Siglo
El alto déficit de las finanzas públicas es uno de los nubarrones que deberá enfrentar el gobierno en 2025./ArchivoENS
Lunes, 30 de Diciembre de 2024
Redacción Economía

SOLO EL país necesitó que una sola variable de manejo macroeconómico y político se desplomara para que dejara marcado los otros indicadores; sin duda el alto déficit fiscal, incidió en el comportamiento de las inversiones y, por consiguiente, en el desarrollo de proyectos que generarían empleo y desarrollo.

No fue así, y hoy el país, aunque tiene menos inflación y tasas de interés, tiene un panorama muy complicado. Es un país que está gastando más de lo que ingresa y eso descuadra todo.

La economía arrancó el año enfrentando, lo que pudo ser un Fenómeno del Niño extremo, pero que a la postre resultó ser más moderado y terminó siendo un aliciente para quienes le madrugaron a la siembra de cosechas. El resultado: un impresionante crecimiento del sector agropecuario que supera el 10% anual. Con ello la economía crecería 1,8% en 2024.

Para 2025, será determinante adoptar medidas consistentes de austeridad fiscal y sinceramiento de las cuentas del Gobierno. En el medio se atraviesa el año electoral que puede incidir en todas las variables dados los intereses de un lado y otro. Además, de cara al mediano plazo es inquietante la dinámica de la deuda que amenaza con retornar al 60% del PIB y el riesgo que surge de los cambios aprobados al Sistema General de Participaciones y que requiere de una expedita modificación de la Ley de Competencias para equilibrar la transferencia de recursos a regiones con responsabilidades de gasto. Aquí una muestra del rumbo de algunos de los indicadores líderes.

1. Crecimiento

Para el cierre del 2024, los mercados esperan que el crecimiento llegue a 1,8% y de 2,6% en 2025 y de 3,0% en 2026. Esto se debe a una recuperación gradual de la construcción y la industria manufacturera, un desempeño destacado del macrosector agropecuario y una recuperación paulatina de actividades de servicios clave como el comercio, transporte, alojamiento y comidas. Todo esto, sería impulsado por una tendencia positiva en la demanda no regulada de energía, menores tasas de interés, una inflación más baja y un mercado laboral relativamente resiliente. Desde 2025 en adelante, el crecimiento económico se mantendría en niveles mucho más cercanos a lo sostenible para el país en el mediano plazo. Esto ocurriría en un contexto en el que el reto inflacionario ya estaría prácticamente superado en Colombia y a nivel global, lo que permitiría avanzar hacia niveles neutrales de las tasas de interés y mermaría la volatilidad en los mercados.

2. Precios del petróleo

Durante el cuarto trimestre de 2024, los precios del crudo de referencia Brent se ubicaron en US $78,7 por barril, lo cual representó una caída de 7,4% respecto al tercer trimestre. Este comportamiento motivó una extensión en los recortes de la producción por parte de la Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus aliados (OPEP+) hasta diciembre de 2024, con el fin de estabilizar los precios del crudo y continuar compensando la sobreproducción registrada a principio de año.

Hacia adelante, se espera que el crecimiento de la demanda de petróleo disminuya, en línea con el menor crecimiento esperado de la economía mundial, y que la oferta supere la demanda de forma consistente. Así, el precio del Brent se ubicaría en US $75,2 en 2025 y seguiría disminuyendo en los años posteriores.

3. Mercado laboral

La tasa de desempleo llegó a 8,2% en noviembre, gracias a una mayor demanda de trabajo en el sector privado y una baja participación de los colombianos en el mercado laboral. Entre enero y noviembre, la tasa promedio fue de 10,4%, inferior al registro del mismo periodo en 2023. Esta dinámica positiva se ha asociado a la resiliencia de las actividades de servicios, intensivas en empleo. Ahora bien, en los meses más recientes ha sido el sector privado quien impulsó la demanda por trabajo. En adelante, prevemos que la evolución del mercado laboral dependerá del desempeño de los sectores más ligados al consumo de los hogares.

Sin embargo, anticipamos un ligero deterioro en la tasa de desempleo en 2025, hacia un promedio de 10,5%. Las restricciones de gasto que enfrentará el Gobierno nacional limitarán el incremento de las nóminas públicas, lo que podría reducir la tracción de este motor del mercado laboral. No obstante, la mayor actividad manufacturera, de la construcción, el agro y el comercio evitarían un mayor incremento de la incidencia de la desocupación.

4. Comercio exterior

El comercio de bienes ha mostrado un comportamiento más deficitario en lo corrido de 2024: un avance pronunciado de las importaciones y un comportamiento mixto en las exportaciones que sufren por el retroceso de los precios del carbón y el petróleo, y una baja dinámica de la producción local de estos productos, a pesar del buen comportamiento de otros rubros.

En adelante, es previsible que el desbalance comercial del país tienda a crecer, ante unas mayores importaciones en un contexto de recuperación económica durante 2025 y los años posteriores. El más acelerado proceso de desinflación, las tasas de interés decreciendo y la mayor demanda interna de bienes impulsarían el crecimiento de las importaciones de consumo a corto plazo.

Se espera que las exportaciones vuelvan al terreno de crecimiento desde 2025, en línea con el crecimiento esperado de los socios comerciales, aunque diezmado por la menor producción local de carbón y crudo. Las exportaciones de petróleo se verán afectadas por la reducción en su precio internacional –convergencia al nivel de largo plazo− en línea con una demanda global modesta por este producto.

5. Inflación

Continuará el proceso de desinflación, pero a una menor velocidad y con riesgos al alza. Con datos a noviembre de 2024 de 5,20%, se prevé que se mantenga en ese nivel al cierre e incluso baje ligeramente a 5,1%. Se anticipa un menor ritmo de descenso en diciembre de 2024 y durante 2025. Esto sería resultado de la elevada indexación en servicios, el final de los efectos favorables de base estadística, y el efecto que tiene la variación en la tasa de cambio sobre los costos de las importaciones.

Ahora bien, prevemos que la inflación anual finalizará 2025 en 4,0% gracias a los mejores registros evidenciados en la última parte de 2025. Así pues, la inflación terminaría el otro año dentro del rango de tolerancia del Banco de la República.

6. Tasas de interés

La tasa de interés de política monetaria continuaría en tendencia de descenso, en medio de la cautela que demanda la persistencia inflacionaria y las condiciones financieras internacionales. La Junta Directiva del Banco de la República (JDBR) ha reducido, con corte a diciembre, en 375 puntos básicos (pb) la tasa de interés de política hasta 9,50%. Sin embargo, en sus comunicaciones ha enfatizado que persisten riesgos como la devaluación de la tasa de cambio, la creciente preocupación por el financiamiento del presupuesto de 2025 y la incertidumbre por las perspectivas fiscales de mediano plazo asociadas al acto legislativo aprobado que incrementa las transferencias a los entes territoriales. El impacto de esto en la percepción de riesgo país y en la tasa de cambio ha limitado la capacidad de acelerar los recortes de la tasa de interés.

En adelante, se extenderían los recortes de 50 pb hasta abril de 2025, luego de lo cual se prevén recortes de 25 pb, de manera que la tasa finalizaría el 2025 año en 6,50%. Esta normalización terminará en marzo de 2026, cuando la tasa alcanzaría el 6,00%.

7. Déficit fiscal

El 2024 terminó siendo muy desafiante para las finanzas públicas, en la medida que el recaudo tributario registró una caída histórica que obligó al gobierno a ajustar varias veces su presupuesto de gasto para cumplir la Regla Fiscal de -5,6% del PIB, consistente con un déficit primario de 0,9% del PIB. Para cumplir la Regla, el gasto primario no debería superar los $293,3 billones, el cual resulta inferior en $56,6 billones al previsto en el PGN 2024. Para 2025 se prevé que para cumplir el déficit de 4,9% del PIB que permite la Regla Fiscal en 2025, sería necesario realizar un recorte del gasto del GNC de $35,4 billones (2,0% del PIB).

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Freno del sector público

Aparte del agro, el sector de entretenimiento y recreación (14% crecimiento anual) y el sector público (2%) vienen contribuyendo a una tímida, pero sostenida, recuperación de la economía que cerraría con un aumento del PIB de 1,8% en el 2024 completo. No obstante, queda en evidencia que el impulso del sector público se agota y sectores líderes como construcción, comercio y manufactura aún no despiertan con claridad del letargo de la demanda interna.