El alemán Joseph Ratzinger, nombrado como sumo pontífice de la Iglesia Católica, anunció en 2013 su decisión de dar un paso al costado; ya que sus 86 años enfrentaba graves problemas de salud.
“Por esta razón, y muy consciente de la gravedad de este acto, con plena libertad, declaro que renuncio al ministerio de Obispo de Roma, Sucesor de San Pedro, que me concedieron los cardenales el 19 de abril de 2005”.
Joseph Ratzinger nació el 16 de abril de 1927 en Marktl am Inn, en la diócesis de Passau, en Baviera y fue ordenado sacerdote el 29 de junio de 1951, posteriormente fue nombrado arzobispo de Múnich en marzo de 1977 y proclamado cardenal el 27 de junio de 1977 por el papa Pablo VI.
El papa alemán creció en el seno de una familia bávara muy católica y patriótica. Estuvo en el ejército de su país y por ello como cardenal denunció "la inhumanidad" del régimen nazi durante la Segunda Guerra Mundial.
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El 19 de abril del 2005, tras un cónclave que duró menos de 24 horas, fue elegido como el sumo pontífice, donde defendió una línea conservadora en materias como el aborto, la homosexualidad y la eutanasia.
Entre 2007 y 2012 publicó tres libros en los que reflexiona sobre la figura de Jesucristo, un imponente ejercicio intelectual, que además fue un éxito internacional de ventas.
El papa número 265 de la historia de la Iglesia visitó durante su pontificado una veintena de países, entre ellos España, en tres ocasiones, así como Brasil, México y Cuba.
Tras su renuncia, el cardenal alemán abandonó el Vaticano y se confinó en Castelgandolfo, cumpliendo su anuncio de “servir a la Santa Iglesia de Dios a través de una vida dedicada a la oración”.