La decisión del Consejo de Estado de revocar el nombramiento de Marisol Rojas como cónsul de Colombia en Londres, emitida por la Sección Quinta del tribunal, destaca irregularidades en el proceso de selección, suscitando interrogantes sobre la transparencia en las designaciones consulares.
El fallo se basa en la omisión de considerar a la funcionaria Ángela María Estrada Jiménez, quien cumplía con los requisitos necesarios y se encontraba en carrera diplomática, desempeñándose como consejera del Ministerio de Relaciones Exteriores desde 2020. El magistrado encargado del caso señaló que Estrada Jiménez había cumplido el periodo de alternancia requerido para aspirar al cargo de cónsul.
El Consejo de Estado subraya la irregularidad en el proceso de nombramiento de Rojas al destacar que "aunque se acreditó que por lo menos había una persona de carrera disponible para la fecha en que se produjo el nombramiento cuestionado y que no fue tenida en cuenta previamente a la designación de la demandada en provisionalidad".
La destitución de Marisol Rojas, quien mantenía una cercanía con el presidente Gustavo Petro, resalta la importancia de revisar a fondo los procesos de designación de funcionarios consulares. La formalidad y transparencia en estos procedimientos son fundamentales para garantizar la idoneidad y equidad en la elección de quienes representan a Colombia en el exterior.
En respuesta a la decisión, Marisol Rojas expresó su agradecimiento a través de sus redes sociales, destacando la acogida y el trabajo realizado durante su tiempo en el cargo. La destitución plantea preguntas sobre la influencia política en estos procesos y subraya la necesidad de fortalecer los mecanismos que aseguren la integridad en la designación de representantes consulares.
El caso de Marisol Rojas podría tener implicaciones más amplias en la política de designación de funcionarios consulares, subrayando la importancia de revisar y ajustar los procesos para evitar situaciones similares en el futuro.