La iniciativa global para negociar un Tratado de No Proliferación de Combustibles Fósiles sigue ganando apoyo. En un paso decisivo, Las Bahamas se han unido al bloque de países que impulsan esta iniciativa, mientras que Pakistán se convierte en el primer país del sur de Asia en comprometerse a debatir una transición justa hacia un futuro sin combustibles fósiles.
La ministra de Ambiente de Colombia, Susana Muhamad, celebró las adhesiones de Pakistán y Bahamas al Tratado de No Proliferación de Combustibles Fósiles, destacando que ambos países representan regiones altamente vulnerables al cambio climático. «Pakistán, una de las naciones más afectadas por el cambio climático, y Bahamas, un Estado insular que enfrenta retos energéticos, refuerzan la importancia de una transición energética justa y planificada. Este Tratado es clave para avanzar hacia un futuro sin combustibles fósiles, con un enfoque inclusivo y económico que permita una transición justa para todos», señaló Muhamad.
El grupo, que ya cuenta con 16 países de cuatro continentes, busca gestionar la eliminación progresiva de carbón, petróleo y gas, y asegurar el financiamiento para una transición justa y equitativa. Entre sus integrantes destacan naciones insulares del Caribe y el Pacífico, como Antigua y Barbuda, Vanuatu y Tuvalu, que lideran este esfuerzo climático.
Bahamas, altamente vulnerable a los impactos climáticos como el aumento del nivel del mar y huracanes más intensos, refuerza el liderazgo de las naciones insulares en esta causa. Pakistán, por su parte, enfrenta graves desafíos climáticos y energéticos, como las inundaciones de 2022 que afectaron a un tercio de su territorio, subrayando la urgencia de avanzar hacia soluciones sostenibles.
El bloque continuará trabajando para garantizar un mandato de negociación que permita desarrollar un marco global orientado a la transición energética, priorizando la justicia climática y el apoyo técnico y financiero para los países en desarrollo.
Colombia se unió a la iniciativa del Tratado de No Proliferación de Combustibles Fósiles durante la COP28 de cambio climático, celebrada en Dubái en 2023. Este compromiso marcó un paso decisivo en la política climática del país, al alinearse con un esfuerzo global para gestionar de manera planificada y equitativa la eliminación gradual de los combustibles fósiles, priorizando una transición justa hacia fuentes de energía renovable.