Hoy a la medianoche en Bogotá se cumplirán exactamente cinco meses desde que se instauró la primera medida decretada por la Administración Distrital para atender la llegada del nuevo coronavirus a la ciudad.
La primera medida se trataba de un simulacro que, por cuatro días, buscaría establecer cómo funcionaría la ciudad en un aislamiento obligatorio. No obstante, dos días más tarde, el Gobierno nacional decretó la primera cuarentena y a partir de ese momento, Bogotá ha presenciado cambios sustanciales al menos por ahora, cuando la proyección contempla un año más de espera por una vacuna.
19 de marzo: arrancó el simulacro por la vida. El 19 de marzo, Bogotá -epicentro político, económico y financiero del país- era una ciudad que ya estaba en calamidad pública, lo que implica que el Distrito puede hacer traslados presupuestales entre entidades y contratación directa; a su vez, se encontraba atacada por tres flancos:
El coronavirus, que ese día registraba un total de 42 casos en la Capital y ningún fallecimiento, hoy tiene 166.685 casos confirmados, 65.065 activos y 4.424 fallecimientos; una mala calidad del aire derivada de una serie de incendios que en aquel entonces rodeaban la Sabana de la ciudad, sumada a un régimen de vientos que tenían a la ciudad en alerta amarilla.
En aquel entonces, la arquidiócesis ya había suspendido el servicio de culto público y las celebraciones de la eucaristía los domingos. Los matrimonios ya se estaban haciendo a puerta cerrada, y las exequias se harían pero sin trasladar el cuerpo del difunto al templo, según lo establecido. Adicionalmente, con la cierre del Aeropuerto Eldorado ese fin de semana, Bogotá ya estaba aislada del mundo.
25 de marzo: la Alcaldía Mayor habilitó la plataforma, Bogotá Solidaria en Casa, para realizar aportes y donaciones para los más vulnerables. En su primer día de actividad transfirió $565 millones a 4.526 adultos mayores para que sobreviviesen durante la cuarentena; a su vez, logró que 3.543 ciudadanos donarán más de $464 millones. Con este programa, refirió la Alcaldesa, 350.000 hogares en pobreza recibirían $423.000 durante la cuarentena. Hoy, 78.907 familias se han beneficiado de los aportes de ciudadanos solidarios.
Otros 581.454 hogares tienen hoy una renta básica de la Alcaldía o por transferencia del Gobierno nacional, mientras que el Distrito recaudó $51.696 millones en la ‘donatón’ del 19 de abril. A ella le siguió otro experimento, la ‘donatón’ por los niños que, a la fecha, ha recaudado $528 millones, 438 computadores nuevos y 127 formularios diligenciados para donar equipos usados, para los niños más vulnerables de la ciudad.
27 de marzo: la ciudad firma un convenio para que en Corferias se instalen 2.000 camas nuevas -no UCI-. Con la idea que en los hospitales los cuidados intermedios se conviertan en cuidados intensivos y una cama normal se convierta en una unidad intermedia; esta alianza se hizo pensando en la necesidad de suplir la necesidad de camas en Bogotá.
“El número de casos va a crecer y entre más testeemos, más casos vamos a encontrar. Podremos comprar 100.000 pruebas para Bogotá y eso nos va a permitir hacer una mejor ruta epidemiológica (…). Bogotá tiene hoy 11.000 camas hospitalarias y casi 1.000 camas en UCI. Como puede crecer nuestra curva vamos a necesitar 300 camas UCI en las próximas 2 semanas. Vamos a necesitar 1.000 camas UCI más en el próximo mes y en los próximos tres meses, hasta 3.000 camas UCI. Esa es nuestra estimación de cómo tenemos que crecer”, precisó la Alcaldesa.
Este indicador se convirtió en todo un caballito de batalla y, al cierre de esta edición había una ocupación UCI del 84,2%, lo que significa que hay 1.493 de las 1.773 camas disponibles para pacientes Covid-19 positivos y la ciudad tiene un margen de 280 camas.
11 de abril: Bogotá llora la muerte del primer médico por Covid-19. Se trataba de Carlos Fabián Nieto, un hombre de 33 años que trabajaba en urgencias de la Clínica Colombia Colsanitas, y quien tenía dos hijos, uno de un año y otra de tres.
1 de junio: tras los cierres de varias UPZ en distintas localidades de la ciudad, el Distrito toma la decisión de cerrar todo Kennedy por 15 días, en esta misma solo funcionarían tan solo las cuatro excepciones decretadas en el simulacro por la vida.
“Vamos a hacer un cerco epidemiológico en toda la localidad. Nosotros veníamos haciendo zonas de cuidado especial y polígonos especiales, pero no sirvieron y no fueron suficientes, razón por la cual a partir de este domingo a la medianoche, vamos a hacer un cerco de 14 días, que es lo que se necesita, y durante estos días la localidad estará cerrada como al principio, cuando hicimos el simulacro. Totalmente restringidas la movilidad menos para cosas realmente esenciales”, precisó la Alcaldesa. Hoy, esta es la localidad cuenta con la velocidad del contagio más baja en toda la Capital.
14 de junio: la Alcaldesa decreta la alerta naranja en el sistema hospitalario de la ciudad y la alerta roja en el sistema de UCI. Adicionalmente, a partir de ese momento el Distrito comenzó a asumir la rectoría y el manejo de estas unidades, y ese mismo día, la Administración Distrital decretó Pico y Cédula para las actividades comerciales y de servicios (incluido el trabajo doméstico).
13 de julio: arrancan los tres turnos de cuarentenas por localidades. Con esta nueva medida, similar a la que se instauró en Kennedy y que demostró ser altamente efectiva, pues el aislamiento de dicha localidad ralentizó la velocidad y el aumento de contagios de coronavirus de toda la ciudad, la Administración Distrital esperaba poder pasar, “ya no aplazar, sino pasar, el primer pico de alto contagio de la pandemia de Covid-19, la cual ocurrirá entre mediados y finales de agosto”.
Terminado el último periodo de cuarentena, en Bogotá se instauró un turno de localidades en aislamiento, para mantener la meseta y la estabilidad que ya comienzan a registrar los indicadores, y abrir el siguiente capítulo: “la nueva normalidad”.