A pocos días de que llegue a Colombia el primer lote de vacunas contra el covid-19, en Bogotá, de acuerdo con cifras del DANE y de otras consultoras, entre el 30% y el 40% de la población ha manifestado temor alrededor de la misma, y por consiguiente su intención de no vacunarse.
Solo a través de la vacunación plena, Colombia logrará objetivos clave para el futuro: disminuir la mortalidad, por una parte, y lograr la inmunidad de rebaño.
Aunque la capital ya comenzó a prepararse para la llegada de las mismas, con las cuales el Gobierno nacional tiene planeado vacunar a la población en 2 fases y 5 etapas, teniendo como priorización los grupos de riesgo, EL NUEVO SIGLO consultó sobre este tema al epidemiólogo y salubrista de la Universidad de los Andes, Luis Jorge Hernández, quien explicó que Bogotá no solo debe comenzar cuanto antes una incisiva campaña de pedagogía para que las personas decidan vacunarse, sino que debe socializar un plan distrital de vacunación que se ajuste a las realidades de la ciudad.
“Bogotá desde ya debe empezar una labor de pedagogía y de movilización social alrededor de la vacuna. En cifras del DANE y otras consultoras, entre el 30% y el 40% de la población ha manifestado temores, y la falta de información los ha llevado a manifestar una intención de no vacunarse. Es un porcentaje alto y el problema va a ser ese: que por miedo y desinformación muchas personas decidirán no vacunarse y así será imposible alcanzar una inmunidad de rebaño”, dijo a este diario Hernández.
Adicionalmente, y precisando que la Alcaldía debe tener muy claro cómo trabajará con las EPS, el régimen subsidiado y todas las aseguradoras, pues de acuerdo con Hernández en la ciudad el 77% de los ciudadanos tiene un régimen contributivo, el epidemiólogo indicó que la capital del país debe reforzar y mejorar el Programa Ampliado de Inmunizaciones (PAI), así como combinar las tres estrategias de vacunación.
“No hay que confiarse únicamente en la estrategia del Programa Ampliado de Inmunizaciones (PAI) tradicional. Se debe pensar en un PAI reforzado y ampliado con redes público-privadas y combinación de estrategias de vacunación. Eso quiere decir que se deberá aplicar vacunación regular (la que se hace en un punto de vacunación y se lleva a cabo en las redes de hospitales, clínicas y consultorios); la vacunación por canalización (significa que es casa a casa) y una tercera forma de vacunación que es por concentración (aquella que se hace por jornadas). Bogotá necesita combinar todas estas estrategias”, añadió el epidemiólogo.
Plan Distrital
Ahora bien, ¿cuál es la razón por la que el experto Hernández está haciendo estas recomendaciones? Es un hecho que las características sociales implicarán un reto adicional, pues históricamente en la capital confluyen distintos tipos de poblaciones que requeriran tratamiento especial en materia de vacunación.
“El esquema de vacunación que se aplique en Bogotá debe contemplar estrategias específicas para población vulnerable; de migrantes venezolanos; población indígena, hay casi 14 pueblos indígenas; población víctima de la violencia (la capital recibe alrededor de 12.000 víctimas del conflicto al año) y habitantes de calle, que suman casi 10.000. El Distrito debe mirar cómo garantizar su vacunación y de ahí la urgencia de un plan distrital de vacunación”, añadió Hernández.
Increpa el experto: "¿Tú conoces el plan distrital de vacunación? No está disponible. No lo conocemos. Hay un plan nacional pero Bogotá debe tener un plan distrital que ya debería estar moviéndose. ¿En dónde está? La capital está retrasada. Sabemos que están haciendo cosas pero creo que tienen que pisar el acelerador porque la vacuna llega en 15 días y repito: solo lograremos la inmunidad de rebaño si logramos del 70% al 100% de la población vacunada".
Por el contrario, de acuerdo con el médico infectólogo, profesor de la Universidad Nacional y vicepresidente de la Clínica Colsanitas, Carlos Álvarez, el plan de Bogotá dependerá en gran medida del Plan Nacional de Vacunación, “y lo que la ciudad debe hacer es adaptar el plan nacional a las condiciones de Bogotá en vez de hacer un plan diferente. Aún así yo creo que se está haciendo lo que se tiene que hacer. El Plan Nacional de Vacunación tiene responsabilidades de la nación, otras de los entes territoriales, y otras de las EPS”.
“En este escenario, la llegada de las vacunas y su entrega a los entes territoriales le corresponde al Gobierno nacional; la articulación entre la habilitación de los centros de vacunación para que las EPS puedan contratar a las IPS para vacunar es una función entre el ente territorial y las EPS y lo están haciendo. El proceso avanza. Lo que falta por definir es el número de vacunas que tendrá la ciudad y los sitios habilitados de vacunación”, le dijo a EL NUEVO SIGLO el doctor Álvarez.
Por último, a este respecto el epidemiólogo Hernández indicó que Bogotá es la ciudad del país con más facultades de salud, varias facultades de enfermería y áreas de la salud, y el Distrito debe hacer uso de estos recursos y redes para favorecer sitios de vacunación en universidades.
“La capital tiene esa ventaja pero está muy quieta en el tema. Esas serían mis recomendaciones para que el plan distrital de vacunación sea exitoso”, añadió el epidemiólogo Hernández.