Los enfrentamientos entre bandas armadas en la región del Chocó, en el noreste de Colombia, han forzado al confinamiento a cerca de 1.600 indígenas de la etnia Embera Dovida, informó este viernes la oficina local de asuntos humanitarios de la ONU.
Desde hace casi un mes, varios grupos se disputan el control de territorios, lo que ha derivado en "el confinamiento de 331 familias", indicó el organismo en un comunicado.
A raíz de las "amenazas contra la comunidad" y el "riesgo de reclutamiento de menores", los indígenas se vieron obligados a no salir de sus asentamientos en el municipio de Nuquí.
La situación podría generar un "desplazamiento masivo", subrayó la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios.
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Tanto el guevarista Ejército de Liberación Nacional (ELN), que mantiene conversaciones de paz con el gobierno en Cuba, como el Clan del Golfo, dedicado al narcotráfico y compuesto por remanentes de grupos paramilitares, hacen presencia en la zona.
Los enfrentamientos también han ocasionado desabastecimiento de alimentos y está afectando el sustento de "al menos 1.548 personas" de seis comunidades indígenas que habitan en las riberas de los ríos Chori y Pangue, según el comunicado.
Los grupos armados en Chocó se disputan los espacios dejados por la ya disuelta guerrilla comunista de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que depuso los fusiles tras firmar la paz en 2016.