Colombia rechazó en ONU estar en supuesto plan contra Venezuela | El Nuevo Siglo
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Jueves, 21 de Mayo de 2020
Redacción Política

 

Cualquier participación de Colombia en el supuesto intento de incursión al territorio venezolano fue negada este miércoles en Nueva York por el embajador ante las Naciones Unidas, Guillermo Fernández de Soto, quien aseguró que, al contrario, es una nación hermana a cuyos ciudadanos respeta y brinda ayuda.

A través de un comunicado, la delegación de Colombia en la ONU recordó que el “13 de mayo el representante del régimen ilegítimo de Nicolás Maduro dirigió una misiva al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y al Secretario General de la misma organización, realizando graves acusaciones en contra del Gobierno de la República de Colombia”.

Por iniciativa del representante permanente de Rusia ante las Naciones Unidas, Dmitry Polyanskiy, el Consejo de Seguridad convocó una sesión especial, que se llevó a cabo ayer de manera virtual, bajo el título “Situación de Venezuela”.

En la sesión, Fernández de Soto le recordó al pleno del Consejo de Seguridad que Colombia, así como más de 50 países y organizaciones multilaterales reconocen desde hace más de un año al presidente interino Juan Guaidó y que, como parte del Grupo de Lima, apoya los esfuerzos para restaurar la democracia en Venezuela.

Para Colombia, la relación con Venezuela es un asunto prioritario. Sin embargo, tal y como lo señaló el embajador Fernández de Soto, durante los últimos años Venezuela ha prestado su territorio como retaguardia para los grupos armados organizados y ha facilitado las actividades de las organizaciones dedicadas al narcotráfico, afectando la seguridad nacional y la estabilidad de la región.

Fernández de Soto terminó reiterando que Colombia nunca ha sido un país agresor. Por el contrario, ha dedicado sus esfuerzos a fortalecer sus instituciones democráticas, consolidar sus capacidades institucionales para garantizar la estabilidad y la seguridad, además de elevar la calidad de vida de sus ciudadanos.

Antes de la sesión, el Gobierno de Colombia circuló un documento dirigido al presidente del Consejo de Seguridad, el embajador estonio Sven Jürgenson, en el que presenta evidencia suficiente que da cuenta de cómo ha actuado ilegalmente el régimen de Venezuela, en flagrante violación del derecho internacional, además de cómo el país ha sido conducido a una crisis multidimensional que tiene a su población, en una situación de grave, masiva y sistemática violación de los derechos humanos.

Para la representación colombiana, durante la sesión quedó claramente establecido que la restauración de la democracia en Venezuela es un propósito compartido y un imperativo moral. Todos los miembros del Consejo de Seguridad coincidieron en afirmar que la solución a la crisis en Venezuela solo puede encontrarse a través del derecho internacional, del desarrollo de un diálogo inclusivo y colectivo, a través de elecciones democráticas y transparentes.

 

Acusaciones fantasiosas

 

La representante de Estados Unidos, Kelly Knight Craft, por su parte, negó cualquier participación de su país en los hechos del 3 y 4 de mayo en Venezuela y aseveró que la reunión era una pérdida de tiempo.

Craft dijo que la carta del gobierno de Venezuela al Consejo es “una larga compilación de acusaciones fantasiosas indemostrables y falsas”, a su vez lamentó que por segunda ocasión en el mes, Rusia consintiera “el hábito recurrente del régimen de culpar a otros de sus lamentables decisiones”.

Enfatizó que Estados Unidos no cooperará con esos intentos de eludir responsabilidades.

Por su parte, acusó al gobierno venezolano de atropellos a los derechos humanos y de intentar distraer la atención con este supuesto intento de golpe de Estado.

“Estados Unidos no entró a Venezuela y rechaza categóricamente cualquier afirmación de lo contrario”, puntualizó la Embajadora, añadiendo que los únicos países que interfieren en Venezuela son Cuba y Rusia.

Otros países también rechazaron la denuncia de Venezuela y hablaron sobre un cambio en el gobierno presidido por Maduro.

Pero el embajador Polyanskiy responsabilizó a Estado Unidos del intento de incursión y dijo que las armas confiscadas por el Ejército venezolano a los agresores tenían la intención que “fueran usadas para desencadenar el caos y dañar infraestructura crítica, al igual que las instituciones del Estado”.

“Este es un acto de agresión y debe ser condenado”, puntualizó el diplomático, recordando que el gobierno de Venezuela ha advertido muchas veces de la preparación de ataques armados y del entrenamiento de grupos paramilitares en países vecinos.

Consideró que Estados Unidos “tiene una historia de trato a los países latinoamericanos como su patio trasero. (…) Hoy, Venezuela está en el menú”, señaló el representante ruso.

Informó que presentaría al Consejo un borrador para una declaración de prensa rechazando cualquier amenaza o uso de la fuerza, como lo estipula la Carta de las Naciones Unidas. El texto también condena el uso de mercenarios y pugna por una solución dialogada entre todos los venezolanos en el marco de su Constitución.

Rosemary Dicarlo, secretaria general adjunta de las Naciones Unidas para Asuntos Políticos y de Mantenimiento de la Paz, manifestó que “seguimos convencidos de la negociación entre los principales actores políticos de Venezuela es la única vía para salir de la actual crisis. De cara a la pandemia de Covid-19, es más urgente que nunca un acuerdo que fortalezca la gobernanza democrática con respeto de los derechos humanos y del Estado de derecho”.

Dicarlo señaló que Venezuela se halla en una crisis de larga data que solo los venezolanos pueden resolver y, tras instar a todos los actores políticos relevantes a restablecer las negociaciones, urgió a todos los estados miembros a apoyar esta exhortación.