Congreso debe regular pero no prohibir los vapeadores: Toro | El Nuevo Siglo
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Viernes, 25 de Octubre de 2019
Redacción Política

EL NUEVO SIGLO: ¿En qué sentido va su ponencia frente a los cigarrillos electrónicos?

MAURICIO TORO: Es importante aclarar mi diferencia frente a lo que plantea el Gobierno. Mientras el Gobierno busca la prohibición de todos los dispositivos vapeadores y de cigarrillos electrónicos por completo, está pidiendo que se modifique la Ley Antitabaco, nosotros decimos la ley ha tenido un éxito importante y modificarla sería un riesgo. Tenemos que crear un marco de regulación especial para los cigarrillos electrónicos y vapeadores, porque ambos son muy distintos a los cigarrillos de encendido tradicional de combustión. Esto sería mezclar peras con manzanas, porque hay mucho que hablar sobre el tema del cigarrillo electrónico.

ENS: ¿Cómo debe ser una política de regulación exitosa?

MT: Lo primero es que hay que crear una política de regulación de estos dispositivos, enfocada en dos puntos importantes: la prohibición de venta, manipulación y consumo a menores de edad; y la prohibición del uso de estos dispositivos en lugares de trabajo, en lugares públicos.

Lo que estamos viendo hoy es que como son vaporizadores y no expiden gran cantidad de humo la gente los usa en restaurantes, bares, centros comerciales, parques y estadios. Lo que buscamos es que no se pueda consumir en espacios públicos, como se hace hoy con el tabaco tradicional de combustión.

ENS: ¿Por qué no prohibir este tipo de consumo de tabaco?

MT: Lo que decimos es que se ha demostrado y hay evidencia científica que los cigarrillos electrónicos y los vapeadores funcionan como terapia alternativa para eliminar el consumo de tabaco en las personas. Es decir, ha servido como tratamiento para evitar el consumo en muchos que tienen hoy el problema de adicción. Como se permite la regulación del nivel de nicotina y no tiene combustión, son mucho más saludables para quien tiene la adicción y permiten el tratamiento para evitar seguir consumiendo. Al prohibirlo estaríamos cerrándoles la puerta a muchas personas que quieren salir de la adicción al tabaco.

ENS: ¿Hay un mercado ilegal de estos dispositivos?

MT: Sí, lo que pasa es que personas inescrupulosas están utilizando los vapeadores para introducir sustancias prohibidas, incluyendo el TCH, sin ningún tipo de regulación y control, e incluso algunos alquimistas de San Andresito le meten sustancias para que los pelaos empiecen a consumir sustancias prohibidas por medio de esos dispositivos.

Lo que hay que buscar es el control y regulación de la venta y comercialización de los dispositivos para evitar que se usen de una manera inadecuada.

Prohibir estos dispositivos es tapar el sol con un dedo, porque lo que hacen muchos es traer las piezas, armarlos en un San Andresito y eso genera quemaduras y problemas de salud pública por la rentabilidad del negocio. Necesitamos una política de manejo, control y regulación, porque si no el negocio va a seguir, pero siendo más rentable para los ilegales.

ENS: ¿Ya se habló con las compañías que producen estos elementos?

MT: No hemos tenido la primera audiencia pública para poder escuchar a todos los sectores: los médicos, las compañías y las organizaciones a favor y en contra, porque tenemos que tomar una decisión responsable escuchando a todos los sectores. Esa audiencia debe estar citada para noviembre y así todas las partes podrán exponer sus puntos de vista.

ENS: ¿Hay ambiente político para discutir esta iniciativa?

MT: Después del periodo electoral las cosas se ponen más sencillas en este tema. De pronto es posible que se complique por la Ley de Financiamiento, pero hay ambiente.

Por lo que está pasando, esto se volvió un problema de salud pública. El prohibicionismo es muy grave en un país, porque no soluciona el problema de fondo. La regulación permite hacer estudios, seguimiento y control.

De hecho, en la ponencia hablo de un tema muy importante: que se creen labores de investigación para lograr una regulación que responda a las necesidades de salud pública del país. Está demostrado que los chicles y los parches y todos los tratamientos alternativos son de poca eficiencia, a diferencia los resultados de aquellos que han venido paulatinamente dejando el cigarrillo modificando el porcentaje de nicotina gracias a los dispositivos electrónicos.