El ejército colombiano anunció este viernes la muerte de cuatro disidentes de la disuelta guerrilla FARC en un operativo realizado en el noroeste del país.

En un combate en el municipio de Ituango, Antioquia, “se logró la muerte (...) del sujeto señalado de ser alias Jacinto, cuarto cabecilla del GAO-r E18, así como la neutralización de tres individuos más, al parecer integrantes de esta estructura delincuencial”, indicó la institución en un comunicado.

Según el ejército, alias Jacinto –del que no dieron el nombre de pila- apareció en un video difundido en redes sociales anunciando su intención de unirse a la disidencia de Iván Márquez, exnúmero dos de la guerrilla, en rebelión.

Jacinto, de 19 años, fue el responsable del desplazamiento forzoso de 300 personas en la región, agregó la institución.

También ordenó el asesinato de un guerrillero de las FARC que se encontraba en proceso de reincorporación luego del pacto de paz firmado en 2016 con la insurgencia marxista, de acuerdo con el comunicado.

“Las tres otras personas están en proceso de plena identificación”.

El miércoles, el ejército anunció la muerte de ocho disidentes de las FARC en un operativo en una convulsa zona del suroeste del país.

Las autoridades de Colombia mantienen ofensivas contra los grupos armados y narcotraficantes en medio del confinamiento general para luchar contra la COVID-19, que deja 153 muertos y casi 3.500 contagios. 

Con acceso al mar Caribe y al océano Pacífico, por donde los narcotraficantes transportan cargamentos de droga hacia Estados Unidos y Europa, Antioquia es el quinto departamento con más narcocultivos del país, según la ONU.

Esa renta constituye el principal ingreso de los disidentes de las FARC, junto con la extracción ilegal de minerales, según autoridades. El ejército estima en unos 2.300 los miembros de las diferentes disidencias, que operan sin un mando unificado

Algunos comandantes de esos grupos armados, como Gentil Duarte, se apartaron desde un inicio del pacto de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), convertida ahora en partido político.

En tanto que otros, liderados por Iván Márquez, anunciaron el año pasado su retorno a las armas, alegando incumplimientos del Estado a lo firmado.

Aunque aliviada por la paz con las FARC, Colombia aún vive un conflicto armado que durante medio siglo ha enfrentado a guerrillas, paramilitares, agentes estatales y narcos, con saldo de ocho millones de víctimas entre muertos, desaparecidos y desplazados