Son concierto para delinquir agravado, tráfico de influencias de particulares, cohecho propio y utilización indebida de información privilegiada.

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Cuatro delitos de imputó la Fiscalía al exmagistrado Francisco José Ricaurte.

Las conductas punibles que le reprocha la Fiscalía a Ricaurte, tras las rejas desde el 22 de septiembre en el pabellón de servidores públicos de La Picota, en Bogotá, son concierto para delinquir agravado, tráfico de influencias de particulares, cohecho propio y utilización indebida de información privilegiada.

Como lo ha venido publicando EL NUEVO SIGLO, Ricaurte es señalado de estar involucrado en el denominado ‘cartel de la toga’ por supuestamente recibir millonarios sobornos por alterar, archivar y modificar las investigaciones que se les adelantaban en su despacho a varios aforados. 

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La Fiscalía da por cierto que Ricaurte hizo parte activa de esa red de manipulación de procesos, materializada en 2014 en complicidad de, entre otras personas, los abogados Luis Gustavo Moreno (quien siguiera delinquiendo cuando pasó a ser fiscal anticorrupción) y Leonardo Pinilla.

Puntualmente, la Fiscalía consignó en el escrito la disposición de probar que Ricarte le exigió 6.000 millones de pesos al senador Musa Besaile, del Partido Social de Unidad Nacional (La U), por congelarle un proceso por parapolítica.