A pesar que en varias grandes capitales de Colombia el simulacro de aislamiento preventivo para frenar la propagación del Covid 19 estaba vigente con el fin que empatara con la cuarentena de 19 días ordenada por el Gobierno nacional, que se inició a las 23:59 de ayer, se vieron congestiones de gente en el Transmilenio de Bogotá, el metro de Medellín, entre otras.

También hubo calles más concurridas por personas que quisieron, a pesar de la orden de quedarse en casa, aprovechar para hacer una vuelta de última hora o ir a los supermercados para abastecerse. Incluso, en los cajeros automáticos hubo largas filas.

En las redes sociales fueron publicadas fotos en donde se mostraba cómo las personas se atestaban en estaciones del Transmilenio que sirve a la población de Soacha (ver sección Bogotá); en tanto que en Medellín, uno de los ciudadanos alarmados por esta situación señaló en Twitter es “una vergüenza” que el metro movilice más de 38.000 personas durante la contingencia.

Las aglomeraciones que se vieron ayer en algunas ciudades del país contrarían las medidas que adoptó el Gobierno nacional para evitar en lo posible la propagación del coronavirus, como prohibir las reuniones de más de 50 personas y mantenerse al menos a dos metros uno del otro.

En ese sentido, resultó paradójico que horas previas a la cuarentena de 19 días decretada por el presidente Duque se presentaran grandes concurrencias de gente en varias regiones del país, favoreciendo la propagación del peligroso virus.

Más, teniendo en cuenta que cuestiones que ocurrieron ayer, en algunos casos en masa, como ir a provisionarse de alimentos o realizar diligencias en los bancos están previstos dentro de las 34 excepciones que permite salir de la casa, como lo establece el Decreto gubernamental 457, mediante el cual se imparten instrucciones para el cumplimiento del Aislamiento Preventivo Obligatorio.

Qué sucedió

En Medellín, el Metro se vio ayer con gran afluencia de usuarios, como no había sucedido en los días previos durante la “Cuarentena por la Vida” que se decretó en todo el departamento de Antioquia desde las 7 de la noche del pasado viernes hasta las 3 de la mañana de ayer, pero que fue extendida hasta las 11:59 de la noche de este día para que empatara con la cuarentena ordenada por el Gobierno nacional.

El gobernador de Antioquia Aníbal Gaviria, pidió sensatez al conocerse la afluencia del público al metro de Medellín y otras instalaciones como la Terminal del Norte.

“Ante la afluencia de público en terminales de Medellín, recordamos que sigue vigente la Cuarentena por la Vida”, dijo el Mandatario departamental. Añadió “las excepciones son claras: solo se permite la salida al municipio de origen demostrado y con autorización de la Alcaldía de salida y la de llegada”.

El gerente de Terminales Medellín, Carlos Mario Mejía, afirmó que “estamos altamente preocupados. Dijimos a la ciudadanía que las terminales iban a operar de manera excepcional, en casos que tuvieran que ver con salud, despacho de víveres o de personas con permisos especiales para desplazarse entre ciudades y municipios”.

Incluso un importante número de ciudadanos venezolanos se congregaron a las afueras de la Alcaldía de Medellín, tras ser convocados por una cadena falsa de WhatsApp con la noticia de que los iban a ayudar con $60.000 por persona por el tema de la cuarentena obligatoria.

El alcalde de Medellín, Daniel Quintero, se lamentó “increíble que en estos momentos algunos quieran jugar con la esperanza de la gente”.

También, la Terminal de Transporte de Cali se vio atestada por cientos de personas que buscaban afanosamente viajar a otros municipios del Valle u otras regiones del país, antes que iniciara la cuarentena.

El alcalde de Cali, Jorge Iván Ospina, remarcó “hemos insistido en que deben mantenerse en su casa, hemos orientado que solo deben trabajar en las empresas de servicios esenciales, hemos señalado que descentralizaremos la atención a su barrio. No tiremos por la borda el aislamiento necesario para evitar el contagio”.

Una situación parecida se notó en la Terminal de Transporte de Neiva. También buena parte del comercio abrió sus puertas a pesar que no son de primera necesidad, contrariando el toque de queda que se impartió en el departamento del Huila desde la semana pasada, que fue extendido para que empatara con la cuarentena nacional.

El comandante de la Policía Metropolitana de Neiva, coronel Livio Castillo, pidió a los ciudadanos  “quédese en casa, no podemos esperar a reaccionar cuando ya estén los muertos si los podemos prevenir”.

En tanto que en el municipio de Chía (Cundinamarca) el propio alcalde Luis Carlos Segura tuvo que salir a las calles a reprender ciudadanos que no atendieron la medida. “Nos tocó salir a la plaza, ponernos bravos en el parque principal porque mucho ciudadano que está haciendo caso omiso a las determinaciones en el marco del Covid 19, que no entienden que esto es una pandemia, que salen a hacer cosas innecesarias”.

En Cartagena de igual forma, se vieron congestiones de gente en la zona comercial, la ciudad amurallada y en el transporte masivo, no obstante que el toque de queda fue ampliado hasta las 11:59 de la noche de ayer para que empalmara con la cuarentena nacional.

En Popayán, también se vio gente amontonada en las galerías aprovisionándose y en los colectivos, a pesar de la orden de quedarse en casa.

Intentos de saqueos

Ayer también se registraron intentos de saqueo contra almacenes de abarrotes, como sucedió en Pereira en cercanías de la Alcaldía, en donde un grupo de persona se reunió, con palos y piedras intentaron abrir un establecimiento. La Policía arribó a tiempo y disolvió a los manifestantes que reclamaban alimentos.

En Santa Marta, ayer el Ejército patrulló las calles después de los intentos de saqueo contra almacenes de víveres que se registraron el pasado lunes. La alcaldesa Virna Johnson dijo que, “hemos tenido conocimiento de personas inescrupulosas que han intentado hurtar en diferentes almacenes de pequeñas y medianas superficies. Hemos tomado la decisión que el Ejército salga a las calles de Santa Marta para que los samarios puedan sentirse seguros”.

Así se ha visto Bogotá en su quinto día de aislamiento: