El alcalde Enrique Peñalosa defendió la pertinencia del proyecto
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La licitación para la construcción de Transmilenio por la emblemática vía, se abrirá en mayo, anunció ayer el alcalde de Bogotá, Enrique Peñalosa.
El anuncio se da después de que el Concejo de Bogotá garantizara los recursos al aprobar un cupo de endeudamiento de 1.1 billones de pesos para el desarrollo de la troncal Carrera 7ª.
Para el Mandatario se avanza dentro del cronograma para la ejecución de la mega obra del sistema masivo de transporte que beneficiará a miles de ciudadanos que se transportan por la Carrera 7ª. “Circularán buses de Transmilenio amigables con el medio ambiente; es falso que se desvalorice los predios por donde pasa. Al contrario, mejora el valor de los inmuebles”.
Para la administración, en la actualidad la Carrera 7ª no cuenta con espacios adecuados para los ciclistas. Por eso la revitalización de este corredor será trascendental para integrar la movilidad de todos.
Este proyecto incluye la construcción de 11 kilómetros de Ciclorutas adicionales entre las calles 100 y 200, por donde hoy los ciclistas no tienen una alternativa segura de movilidad.
La idea es que este nuevo espacio que se va a generar en el corredor se conecte a toda la red de Ciclorutas de la ciudad, brindándoles una oportunidad de integración a los ciclistas.
En total se intervendrán más de 400.000 metros cuadrados de espacio público, entre eso, los andenes, que estarán adecuados para personas con discapacidad, adultos mayores y coches de bebés.
De otro lado, ante las especulaciones de que se va a acabar la tradicional Ciclovía en este corredor, es importante aclarar que este emblema de la ciudad continuará por la carrera 7ª, para que todos los bogotanos puedan disfrutar de esta iniciativa dominical, así como ocurre en otras importantes vías como la Calle 26.
Esta iniciativa de la Administración Distrital no solo traerá una solución de movilidad a miles de bogotanos que en la actualidad se demoran mucho tiempo en sus trayectos, sino que también le devolverá a este importante corredor su importancia para el desarrollo de la ciudad.
Y es que después de que el Concejo de Bogotá aprobó un cupo de endeudamiento de 1.1 billones de pesos, se creó un comité denominado “Defendamos la Carrera 7ª” y donde su vocero, Sebastián Rojas, reiteró que no es movimiento proselitista sino la defensa de la importante vía.
Además, que los habitantes de Chapinero radicaron recursos legales para frenar la obra, donde las cinco razones por las que le dicen No al Transmilenio por la 7ª, tienen que ver con que el proyecto no es una solución para la movilidad. El proyecto traería los problemas urbanos que implica una troncal y como experiencia, citan lo que ocurrió con la Avenida Caracas, sobre la cual indican, conllevó también problemas de inseguridad.
Un tercer argumento tiene que ver con que algunos estudios advierten la posibilidad de agravar problemas de salud pública porque Transmilenio funciona con diésel, el cual, según dice el comité, contamina y es cancerígeno.
Así mismo, el cuarto y quinto argumento tiene que ver con que faltó transparencia en la información del proyecto, pues en la formulación se reveló que afectaría algunos inmuebles; y el proyecto iría en contra de las finanzas del Distrito y del bolsillo de los ciudadanos.
En la actualmente Carrera 7ª, se movilizan 15.000 pasajeros por hora en 1.500 buses; pero con la reestructuración se movilizaría a 26.000 pasajeros a bordo de 150 buses.