El vicepresidente Óscar Naranjo visitó este miércoles el municipio de Villagarzón (Putumayo), donde entregó 60 títulos de propiedad a familias que se dedicaban al cultivo de coca.
El evento se llevó a cabo junto a la Agencia de Tierras y el Ministerio de Agricultura y hace parte de un programa gubernamental que pretende formalizar el campo para favorecer a cultivadores excocaleros que están sustituyendo sus cultivos ilícitos.
En ese sentido, el general Naranjo aseguró que "los títulos entregados premian la honestidad y el valor de las familias que no claudicaron al narcotráfico y que no se comprometieron con los cultivos ilícitos".
Por su parte, el director general de la Agencia Nacional de Tierras, Miguel Samper, le explicó a la Agencia Anadolu que "hoy le podemos mostrar al país resultados revolucionarios en materia de tierras. En los próximos 10 años esperamos formalizar 7'000.000 de hectáreas, que es lo que indica el acuerdo de paz".
Aunque el trabajo de formalización avanza rápido, la Agencia Nacional de Tierras subrayó que el 60% de las familias que siembran coca en Colombia no han sido amparadas por esta iniciativa.
Uno de los inconvenientes es que cerca del 64% de estas familias están ubicadas en zonas donde no se puede adelantar una formalización de títulos debido a que se encuentran en parques naturales o resguardos indígenas.
En Putumayo ya fueron formalizados 343 títulos y, a la fecha, fueron cedidos 5.000 documentos de propiedad de tierra en todo Colombia.
La segunda etapa de formalización de tierras aspira a beneficiar a unas 21.000 familias en los próximos años.
Cabe decir que hace nueve meses al Gobierno le costaba comprar un predio de tierra 20 millones de pesos. Con la aprobación del decreto 902 se agilizó este procedimiento y la formalización del mismo vale 2 millones de pesos.
Con el título, los campesinos podrán aplicar a proyectos productivos, a la caja de compensación o a un crédito bancario.
El Putumayo fue uno de los departamentos del país más golpeados por el conflicto armado. Presentó históricamente una colonización provocada por el 'boom' cocalero de los años 70 y la siembra de coca controlada por la guerrilla o las autodefensas desató un proceso migratorio interno que desplazó a buena parte de sus habitantes por todo el país.