La Pontificia Universidad Javeriana fue fundada y es regentada por la Compañía de Jesús. En esta Universidad Católica, de carácter privado, que ejerce su autonomía dentro del orden jurídico y teniendo en cuenta su relación con la Santa Sede, con la Iglesia Católica en Colombia y con la Compañía de Jesús, profesan la libertad de docencia, investigación y expresión, a la vez que procuran que todos participen pensando y actuando, no que todos piensen y actúen de la misma manera, dentro del pluralismo ideológico y el ecumenismo religioso que tienen cabida en sus claustros.
La Universidad se identifica como comunidad educativa, integrada por profesores, estudiantes, personal administrativo y egresados, que sobre la base de los valores y las opciones compartidas, busca el cumplimiento de la Misión institucional. Su objetivo central es la instauración de una sociedad más civilizada, más culta y más justa, inspirada por los valores que proclama el Evangelio.
A partir de esta introducción, EL NUEVO SIGLO consultó con Carlos Julio Cuartas, asesor de la Secretaría General de la Universidad Javeriana, la historia de esta prestigiosa institución.
“En la Javeriana se distinguen dos periodos: el colonial y el contemporáneo. El primero se inició el 13 de junio de 1623, fecha clásica de la fundación de la Universidad. Este año estamos conmemorando, por lo tanto, el cuarto centenario de este acontecimiento. Ese día, la Audiencia y el arzobispo reconocieron el breve pontificio y la cédula real que autorizaban a los jesuitas a otorgar grados universitarios en el Colegio de la Compañía de Santafé, capital del Nuevo Reino de Granada. En este colegio, que había sido establecido en 1604, se formaban, además de los jesuitas, los alumnos del Colegio Seminario de San Bartolomé, fundado por el arzobispo Bartolomé Lobo Guerrero en 1605”, explicó el experto.
Así nació lo que se conoció como Academia y Universidad de San Francisco Javier, institución que funcionó hasta 1767, año en que fueron expulsados los padres jesuitas de todos los dominios españoles. De esta forma, quedaron interrumpidas las labores de la Javeriana.
“Los jesuitas, que habían regresado definitivamente a Colombia en 1884, decidieron mediante acta suscrita el 1º de octubre de 1930 abrir de nuevo los estudios universitarios en Bogotá. Esta es la fecha que cada año se recuerda como Día de la Universidad, que hace referencia al restablecimiento de la Javeriana y señala el inicio del periodo contemporáneo”, indicó.
Un paso por la historia
La Universidad Javeriana ha sido el epicentro de múltiples hechos históricos divididos en dos períodos: el colonial y el contemporáneo.
En el período colonial se vivió por ejemplo el 13 de junio de 1623 el reconocimiento por parte de la Audiencia y el arzobispo de las letras apostólicas presentadas por el P. Baltazar Mas, rector del Colegio de la Compañía establecido por los Jesuitas en Santafé desde 1604, que autorizan los grados en esa institución. De esta forma se inaugura jurídicamente la Academia Javeriana de acuerdo con el Breve de Gregorio XV (1621) y la Real Cédula de Felipe IV (1622).
Además, el 1° de abril de 1636 Rodrigo Enríquez de Andrade, protomédico de la Real Audiencia, abre la Cátedra de Medicina, la primera en el Nuevo Reino. Las clases de Filosofía o de Artes habían sido establecidas en el Colegio de la Compañía desde 1608 y las de Teología, desde 1611.
Luego, el 23 de junio de 1704, la Academia de San Francisco Javier fue elevada por el papa Clemente XII a la categoría de universidad pública, en virtud del Breve "In Apostolicae dignitatis". El rey de España, por su parte, ratificó el Breve Pontificio.
Dos años después, el 13 de junio se abre la Facultad de Derecho, autorizada por Cédula Real del 25 de noviembre de 1704. Esta cátedra fue encomendada a don Pedro Sarmiento, graduado en Salamanca y fiscal de la Real Audiencia. Sus estatutos fueron aprobados por el rey en 1710.
En 1752 se graduó Francisco Antonio Moreno y Escandón, doctor en Teología y Jurisprudencia Canónica y Civil, quien sería alcalde ordinario de Santafé y fiscal de la Audiencia.
Los hitos del período contemporáneo a destacar inician con Francisco González Torres, el primer abogado graduado en 1936 que fue gobernador del Tolima y embajador ante Gran Bretaña.
En 1937 la Santa Sede aprueba los Estatutos de la Javeriana, la erige canónicamente, aprueba facultades Eclesiásticas, de Teología y Filosofía, y le concede a la Universidad el título de Pontificia.
Llegó un momento crucial para las mujeres con la inauguración de las Facultades Femeninas en 1941, unidad pionera que se abre para asegurar un espacio para la mujer en el mundo universitario.
Termina en 1950 el rectorado de nueve años del padre Félix Restrepo, S.J., figura cimera de la cultura colombiana y artífice del restablecimiento de la Javeriana. En el Teatro Colón se celebran los primeros 20 años de la Universidad, con presencia del presidente de la República Mariano Ospina Pérez, quien fue profesor de la primera promoción de abogados javerianos, y del presidente electo, Laureano Gómez, egresado de San Bartolomé.
La lista continúa con importantes acontecimientos como la creación de la Facultad de Estudios Ambientales y Rurales en 1997, la última de las 18 facultades que conforman su organización académica; en 2003, el Ministerio de Educación Nacional entrega a la Javeriana la certificación correspondiente a la Acreditación Institucional de Alta Calidad, primera universidad colombiana que recibe este reconocimiento, y en 2004 la conmemoración de los 350 años de la muerte del jesuita Pedro Claver, canonizado en 1888, quien en 1612 fue estudiante de Teología en la Javeriana Colonial.
Una institución de valores
El objetivo de la Javeriana está definido así: “servir a la comunidad humana, en especial a la colombiana, procurando la instauración de una sociedad más civilizada, más culta y más justa, inspirada por los valores que proclama el Evangelio” (Estatutos n. 6)
“Por esta razón, a la hora de hablar de nuestra identidad, aparecen como palabras claves servicio y justicia. Pero también tenemos otra, de acuerdo con el lema de la Universidad, “La sabiduría se construyó una casa” (Proverbios 9, 1), texto grabado en el dintel de la puerta de piedra a la entrada de su sede original, en la Calle de las Aulas, edificación en la que hoy se encuentra el Museo Colonial”, explicó Carlos Cuartas.
La devoción y entrega de quienes conforman la Pontificia Universidad Javeriana se evidencia en las palabras de sus directivas. “Tenemos muchos desafíos y tareas por delante; el mundo, el país y nuestros estudiantes nos hacen preguntas difíciles y nos retan a ser mejores. La tarea no es fácil, pero tenemos ilusiones, una tradición educativa, un sueño de lo que queremos ser como Universidad y mucha pasión por trabajar por nuestros estudiantes y por este país”, dijo en su discurso de posesión como rector de la Universidad, en marzo pasado, el padre Luis Fernando Múnera, S.J