Argelia es un municipio ubicado al sur del Cauca, en límites con Nariño, pero no ya en la zona andina, sino en el piedemonte de la Cordillera Occidental sobre el litoral Pacífico.
Allí, cinco civiles resultaron gravemente heridos al caer en un campo minado, luego de que el grupo armado organizado residual (GAO-r) Carlos Patiño (disidencia de las Farc) obligara a una parte de la comunidad del corregimiento El Plateado a recuperar los cuerpos de 14 irregulares abatidos por el Ejército en combates que se registraron el fin de semana pasado, en los que también murieron dos oficiales.
Tatiana Prada, investigadora de la Fundación Ideas para la Paz (FIP), le explicó a EL NUEVO SIGLO que “en lugares como Argelia hay redes muy poderosas de narcotráfico, actores con mucho poderío, que son realmente los que ejercen la violencia”.
Allí, “asuntos como la fumigación”, es decir, la inminencia de la reanudación de la aspersión aérea con glifosato, “ponen en una situación muy compleja a los territorios, porque las familias campesinas son las que se ven vulneradas, pero detrás de esto hay grandes capos, grandes redes de narcotráfico que también le invierten dinero a esta guerra y son los que se encargan de combatir al Ejército, de combatir a otros grupos para asegurar su negocio, su economía”.
Coca
En diálogo con varios medios de comunicación, el comandante de la Tercera División del Ejército, general Marco Mayorga, afirmó que la situación de orden público en esta región se tornó más crítica desde marzo del año pasado, cuando la estructura Carlos Patiño irrumpió en el Cañón del Río Micay, de Argelia, para disputarle el control territorial al frente José María Becerra del Eln, teniendo en cuenta que esta zona se presenta como un corredor estratégico para el negocio del narcotráfico.
“El Cañón del Río Micay, que corresponde al municipio de Argelia, tiene aproximadamente 4.500 hectáreas de hojas de coca sembradas e incontables laboratorios para el procesamiento. Hace parte de uno de los principales enclaves de hojas de coca del país y allí sacan los narcóticos por el Océano Pacífico”, comentó el general Mayorga.
Pero no son los únicos actores allí. Según la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), el 26 de marzo se presentaron fuertes enfrentamientos con uso de artefactos explosivos convencionales y no convencionales, entre grupos armados que no identificó en su informe, señalando solo que se trataba de un GAO, seguramente el Eln, y un grupo delictivo organizado (GDO), probablemente la banda criminal denominada Los Pocillos.
Los choques se produjeron en el casco urbano de El Plateado, continuando de manera intermitente hasta el 29 de marzo, generando afectación a más de 6.000 personas del área urbana y rural que quedaron en medio del fuego cruzado.
No se trata de hechos nuevos. “Realmente en Argelia vienen ocurriendo hechos desde 2017”, comentó Prada, anotando que “el corregimiento El Plateado es un territorio que todo el tiempo ha estado en disputa”, que “Argelia es un municipio con una gran cantidad de cultivos de coca”, que además “hace parte de los municipios del Cauca donde se socializó el Programa Nacional Integral de Sustitución de Cultivos Ilícitos, el PNIS, pero donde realmente no llegó y lo poco que llegó” fue “a zonas cercanas a las cabeceras urbanas”, es decir que a “las zonas rurales de difícil acceso, donde está el grueso de los cultivos ilícitos, ahí no hay una oferta tangible del Estado para sustituirlos”.
- Noticia relacionada: Inminente fumigación con glifosato complica situación en Cauca: FIP
Narcotráfico
Prada expuso cómo desde la FIP han podido evidenciar y analizar “que tras la firma del acuerdo se empezó a configurar como una nueva dinámica de violencia que tiene sus raíces en lo que igual ocurría en el departamento antes del acuerdo”.
“El escenario que vemos hoy en el Cauca en términos de grupos armados y narcotráfico, es uno que se ha venido forjando lentamente desde la firma del acuerdo. Y más que unos eventos nuevos, más que un recrudecimiento, es el resultado natural de los hechos que ha habido en el departamento desde 2016”, observó.
“El recrudecimiento de violencia definitivamente responde a los enfrentamientos que puede haber entre algunos de estos grupos por el control de las rutas del narcotráfico, pero también de estos grupos con la Fuerza Pública para asentarse en territorios que son estratégicos”, señaló, destacando que el transcurrir del tiempo, incluido el acuerdo de paz, “no han logrado transformar las circunstancias del territorio. Lo que vemos es el resultado de que el Estado no haya logrado transformar el contexto”.
En ese sentido, anotó que “el municipio de Argelia, en particular”, así como “algunos del norte del Cauca, han conocido la presencia del Estado a través de la Fuerza Pública y si bien esto está bien, es importante y hace parte de las funciones del Estado, se queda corto”, ya que “por otra parte está el tema de presencia institucional a través de oferta de bienes y de servicios” y “en general el acceso a las instituciones”.
Crisis humanitaria
Esta vez, aunque la Defensoría del Pueblo reportó que las hostilidades provocaron el desplazamiento forzado de cerca de 250 personas, el director territorial de la Unidad para las Víctimas del Cauca, Dan Harry Sánchez, precisó que "la administración municipal de Argelia aún no cuenta con un censo oficial que determine el número de las personas afectadas. Sin embargo, se reportan alrededor de 55 núcleos familiares albergados en el Centro de Integración Ciudadana de este territorio".
Frente a este nuevo suceso, el funcionario agregó que en el Comité Municipal de Justicia Transicional "se activaron los componentes de atención como salud, educación, albergue y de alimentación, entre otros, para así garantizar la ayuda humanitaria inmediata a las víctimas. En estos momentos la administración municipal cuenta con kits alimentarios y de aseo y de albergue que fueron entregados por la Unidad, el Consejo Noruego para Refugiados y World Food Program, acción que permitirá la atención inmediata a la población”.
Varios grupos de campesinos han denunciado que las disidencias los han obligado a cercar a los militares para expulsarlos de la zona, ante lo cual, por lo menos 100 integrantes de la Fuerza Pública estuvieron confinados y retenidos por integrantes de la comunidad.
El alcalde de Argelia, Jonathan Patiño, aseguró que “desde hace un tiempo, grupos armados se dirigen hacia las casas de la población, y les ordenan sacar al Ejército de una vereda en particular o tienen que ir a recuperar los cuerpos, como sucede en este caso. Las comunidades están siendo obligadas a hacer lo que estos grupos les piden. Así que no es momento de señalar a la población, sino entender que son víctimas de este fenómeno”.
De otra parte, en el ya mencionado informe de la OCHA se registró que el 30 de marzo, en misión de verificación conjunta entre los miembros del Equipo Local de Coordinación Cauca y Ministerio Público, se evidenciaron graves riesgos de reclutamiento en la vereda La Hacienda y zonas aledañas, especialmente para los niños, niñas y adolescentes entre los 13 y los 17 años; también se conoció sobre un caso de reclutamiento y tres amenazas de reclutamiento a menores.