Llegan a Cuba negociadores del Eln | El Nuevo Siglo
Foto presidencia.
Lunes, 7 de Mayo de 2018
Redacción Política

Desde este lunes, con la llegada a La Habana de varios integrantes del equipo negociador del Eln, empieza en firme la organización de la logística para el reinicio de las tratativas, el miércoles, entre el gobierno de Juan Manuel Santos y esta guerrilla.  

Esto luego de que Cuba tendiera la mano para estos efectos debido a que Ecuador, también país garante, decidió deslindarse de este proceso, y como consecuencia, la mesa se tuvo que marchar de Quito por la presión interna contra el gobierno de Lenin Moreno debido al crimen de tres periodistas de ese país a manos de una disidencia de las Farc encabezada por alias ‘Guacho’.

Ayer se conoció que la Cruz Roja Internacional prestará sus buenos oficios para iniciar el traslado a la capital cubana de los integrantes del colectivo negociador del Eln, encabezado por Pablo Beltrán.

El traslado de los negociadores ‘elenos’ se dará desde Venezuela, en donde se encuentran desde que el pasado 18 de abril el presidente Lenin Moreno dio a conocer que no seguirían como anfitriones de esta mesa de negociación.

Los gobiernos de los presidentes de Cuba, Manuel Díaz-Canel, de Venezuela, Nicolás Maduro y de Colombia, Juan Manuel Santos, se encuentran preparando la logística del viaje de la delegación de paz del Eln a la isla, dada la complejidad que ello implica. Ha trascendido que el viaje sería partiendo de un lugar de la frontera colombovenezolana, con la presencia de los delegados del CICR, para ofrecer las garantías a los alzados en Armas.

Según reveló el senador Iván Cepeda, integrante de la Comisión de Paz del Senado, las condiciones en Cuba podrían ser las mismas que tuvieron las delegaciones de paz del gobierno y de las Farc durante cerca de cuatro años que demandó esa negociación. Es decir, quedarían ubicados en el sector de El Laguito, en donde permanecieron las delegaciones de paz. “El traslado será mucho más fácil, sin las complicaciones por la distancia que se vivieron en Quito”, explicó el Congresista del Polo Democrático Alternativo.

El pasado sábado, el Gobierno y el Eln anunciaron en un comunicado que Cuba sería la nueva sede de las negociaciones. "Luego de examinar conjuntamente las opciones para reanudar los diálogos lo más pronto posible, hemos decidido continuar el quinto ciclo en la ciudad de La Habana (Cuba) a partir de la próxima (esta) semana", señalaron el Gobierno y el Eln; mientras que el presidente Santos dijo al respecto que "esperamos ir avanzando muy rápido".

En tanto que ayer, el jefe del equipo de garantes cubanos, Iván Mora, explicó que Cuba hace preparativos "de carácter logístico" para acoger a partir de esta semana los diálogos de paz entre el gobierno de Colombia y la guerrilla del Eln.

"Cuba expresó su disposición de asumirlo, y en estos momentos se están haciendo los preparativos de carácter logístico para que el V ciclo pueda iniciarse", dijo Mora.

Éste, citado por el diario Juventud Rebelde, agregó que "Cuba recibió la solicitud oficial del Gobierno de Colombia y del Ejército de Liberación Nacional (Eln) para que nuestro país acogiera el V ciclo de la Mesa de Diálogos para la Paz".

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¿Hay futuro?

Una de las ‘papas calientes’ que le dejaría el presidente Juan Manuel Santos a su sucesor sería la negociación con el Eln.

Al menos la intención que tienen las partes es continuar el quinto ciclo de conversaciones en una nueva sede, después de que Ecuador decidiera no seguir entre los países garantes haciendo que la mesa tuviera que irse de Quito.

No obstante para nadie es un secreto que los avances en la agenda son mínimos, al tiempo que esta guerrilla no baja la intensidad en su accionar terrorista. ¿En esas condiciones, el nuevo inquilino de la Casa de Nariño estaría dispuesto a seguir dialogando?

El politólogo y académico Fernando Giraldo le señaló a este Diario que “creo que hay dos cosas mínimas que se debieron haber logrado: uno en términos de algo concreto que para los colombianos es importante; un cese, diría, unilateral indefinido por parte del Eln hasta el final de la negociación; y, dos, desde el punto de vista de la propia perspectiva de una evolución de la negociación debía estar ya el acuerdo en su totalidad, después de tantos años de estar intentando hablar, una agenda, una metodología, unos procedimientos y unas metas a alcanzar que demuestren que se ha avanzado, que se ha producido algo y que no simplemente han sido conversaciones estériles que no conducen a nada y que son frágiles de que se rompan en cualquier momento”.