Frenar la caída en el denominado turismo de salud es el principal objetivo de la reducción del impuesto al valor agregado (IVA) a las cirugías estéticas.

Como lo informó ayer EL NUEVO SIGLO, la propuesta impulsada por el representante vallecaucano Christian Garcés, del Centro Democrático, tiene acogida entre los congresistas de las comisiones terceras de Senado y Cámara que estudian en primer y tercer debate conjunto el proyecto de Ley de Financiamiento que, como se sabe, volvió al Congreso tras un fallo de la Corte Constitucional.

“Considero necesario que eliminemos el IVA a las cirugías plásticas que se impuso en la Ley de Financiamiento. Esto con un solo objetivo y es que la ley genere el empleo. Señor ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, tenemos que revisar si ese recaudo, que es bajo, amerita impactar negativamente el turismo de salud, una de las apuestas económicas que tiene nuestro país”, manifestó Garcés.

El congresista explicó que las cifras del sector demuestran que tras la aprobación de la Ley de Financiamiento “se disminuyó la visita de extranjeros, especialmente de Estados Unidos. Nosotros con esta medida prácticamente estamos gravando la exportación de un servicio, porque son estos extranjeros quienes lo consumen”.

Ciudades como Bogotá, Cali y Medellín tienen entre sus clúster productivos el turismo de salud. A pesar de la reducción, Garcés expuso cómo, según cifras de la Sociedad Internacional de Cirugía Plástica Estética (Isaps), en 2018 Colombia fue uno de los lugares del mundo donde más cirugías estéticas se realizaron: cerca 21 millones de procedimientos el año pasado.

El representante Garcés indicó que este fenómeno responde, entre otras cosas, a que el país es reconocido por el bajo costo de sus cirugías y la calidad de sus profesionales.

Para el congresista uribista, con el impuesto “no solo se afecta el sector salud, sino servicios conexos, como el tema del alojamiento y la diversión. Ciudades como Cali, Medellín y Bogotá han encontrado un crecimiento del turismo de salud, porque quienes vienen a hacerse una cirugía llegan un par de días antes, toman unas pequeñas vacaciones, hacen compras en el país, se meten en actividades de entretenimiento. Y eso representa consumo y generación de empleo. En la ley amerita revisar lo que se recauda por este IVA versus el impacto a todo el sector al turismo de salud”.

Paralelamente, alertó Garcés, que debido al impuesto han aumentado las muertes en clínicas de garaje, “porque automáticamente personas de clase media y baja acceden a estas, tratando de evitar ese IVA del 19%. Ellos se pasan a la informalidad y ahí tenemos muertes que afectan la vida de nuestros ciudadanos. Este IVA además es discriminatorio porque es la única actividad del sector salud que la gravamos en la Ley de Financiamiento”.

Según la Secretaría de Salud de Medellín el año pasado en esa ciudad se reportaron cuatro muertes producto de intervenciones clandestinas hechas en residencias adaptadas como centros de estética. En Cali son 20 las vidas perdidas en los últimos tres años en circunstancias similares: seis en 2016, ocho más en 2017 y otras seis en 2018, según la Secretaría de Salud de la capital del Valle del Cauca.

No sobra recordar que, por otra parte, esta semana la Fiscalía General de la Nación anunció que les imputó los delitos de falsedad ideológica en documento privado y fraude procesal a 40 médicos que habrían convalidado irregularmente sus títulos de cirujanos estéticos en Brasil.

“En las investigaciones se constató que la papelería, sellos y marcas de los documentos que aportaron los profesionales eran auténticos y correspondían a los centros de educación referenciados; sin embargo, la información relacionada como la intensidad académica, las especializaciones y estudios hechos, así como las horas de prácticas cumplidas, no sería real ni existiría soporte sobre ella”, aseguró la Fiscalía.