La Misión de Observación Electoral (MOE) en Colombia habla de “18,6 millones de mujeres habilitadas para el voto, representando el mayor caudal electoral del país”. 

A días de la primera vuelta de las elecciones presidenciales, que se realizarán este domingo 27 de mayo, y en la que cinco candidatos se miden en un proceso electoral trascendental para Colombia, las mujeres, a juicio del mismo ente observador, podrían “definir quién gobernará durante el próximo periodo”.

Más de 250 organizaciones feministas colombianas programaron el foro Las Mujeres Preguntan, a comienzos del mes de mayo, con el propósito de pedirles a los aspirantes presidenciales un mayor reconocimiento dentro de sus programas y campañas.

Candidatos le proponen a las mujeres

Para ellas la atención de los candidatos no debe ser como uno más de los grupos con caudal electoral. Al foro, que fue tendencia nacional en redes sociales, asistieron los candidatos de coaliciones de tendencias progresistas, como el exgobernador Sergio Fajardo, el exalcalde Gustavo Petro y el exnegociador en el proceso de paz, Humberto de la Calle. Los otros dos principales aspirantes, ambos de derecha, Germán Vargas Lleras e Iván Duque, no participaron. 

De La Calle habló de su principal bandera, la creación de un Ministerio de las Mujeres en cabeza de su vicepresidenta, Clara López. 

Por su parte, Fajardo propone un programa en el que desde la educación se pueda prevenir la violencia contra las mujeres, además de educación política para que las mujeres tengan más espacios de participación. 

Para Petro, los delitos contra las mujeres tienen que tener relevancia en el Código Penal y se debe incrementar el presupuesto en las investigaciones. Además, propone crear refugios en el país, donde se puedan alojar las afectadas en casos de violencia intrafamiliar. 

Dentro de las propuestas a resaltar de los candidatos ausentes, está la iniciativa de Duque, quien propone la creación de un Ministerio de la Mujer y la Familia.

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Organizaciones demandan acciones concretas

Para muchas organizaciones feministas colombianas, los candidatos deben abordar mejor las problemáticas y peticiones de la mujer, quienes literalmente son el 51,6 % del total de colombianos, según la Registraduría Nacional de Colombia. 

En un país que habitualmente -tal como se evidencia en la presente campaña electoral- limita el papel femenino a ser la fórmula vicepresidencial de los hombres, a cumplir una cuota en la reglamentación de los cargos públicos, se relegan sus demandas y preocupaciones para el futuro. 

Respecto a equidad de género en Colombia, los ejemplos no son del todo halagadores. Por ejemplo, en las pasadas elecciones legislativas del 11 de marzo, las mujeres solo lograron 25 curules de las 268 que tiene el Congreso. En la cámara baja de los 161 representantes, solo 31 son mujeres. 

Marina Gallego, coordinadora nacional del movimiento Ruta Pacífica de las Mujeres, dijo en diálogo con la Agencia Anadolu que no cree que sea suficiente que cuatro de los cinco candidatos a la presidencia nombren a una mujer como su compañera de fórmula. 

Gallego habla de los programas como “insuficientes”. “Ellas (las mujeres que aspiran a la vicepresidencia) tienen buena voluntad, pero hacen lo que les manda el presidente”. La coordinadora acepta que las cuatro candidatas que aspiran a la vicepresidencia pueden jugar un papel más comprometido con las mujeres: “Esperamos mirar cómo esto se materializa, que no sean unas políticas regresivas para las mujeres, con pérdidas de derechos y libertad”.

Gallego, quien preside el movimiento que se denomina “feminista y pacifista” y cuenta con “trabajo en 9 regiones de Colombia impactadas por el conflicto”, habla de los candidatos como políticos que deben asumir compromisos. “Se requiere de una política agresiva para la participación de la mujer en todos los estamentos de la sociedad”. 

Para esto hay que ponerle “músculo institucional”, concluye la activista.

Para la directora de la Red Nacional de Mujeres, Beatriz Quintero, los asuntos que deberán hacer parte de la agenda del próximo Gobierno son la “democracia paritaria, las violencias contra las mujeres, la economía del cuidado, derechos sexuales y reproductivos”. 

Quintero detalla a la Agencia Anadolu que a pesar de que las visiones de los candidatos difieren, sí existe el interés por velar por estos temas. 

Algunos los abordan erróneamente. “Se habla de ellas como solo madres, no como ciudadanas. Cuando se habla de mujer todavía piensan en familia”, explica Quintero.

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Los temas que quieren escuchar de los candidatos

En el caso de la democracia paritaria, Quintero explica que se trata de la implementación efectiva de normas que obliguen a los partidos políticos, y a las instituciones públicas, a que haya igualdad en la cantidad de candidatos y cargos.

Un punto que no se tiene mucho en cuenta, y que no se entiende pero que es importante, según la defensora feminista, es la “economía del cuidado”.

“Tenemos que pensar que las mujeres no somos las únicas responsables del cuidado de los otros. Las mujeres, en general, son las que cuidan los niños, los ancianos, enfermos, los maridos. Ese cuidado se tiene que empezar a redistribuir. Que sea un trabajo remunerado con responsables: mujeres, hombres, empresa y Estado”.

Quintero aclara que “hay que ver cómo se negocia eso de que la mujer tiene hijos no para ella sino para la sociedad, cómo se cuidan colectivamente. Ella, por lo general, tiene que sacrificar su vida completa para que la sociedad tenga niños y niñas que van a ser ciudadanos”. 

Su organización, que desde 1992 trabaja temas como la participación política de las mujeres, dice que “deben involucrarse tanto las instituciones como la sociedad en su conjunto para relevar a las mujeres de llevar sobre sus hombros la carga del cuidado familiar no remunerado”. 

Según el organismo estatal de estadísticas DANE, “las mujeres trabajan por día dos horas más que los hombres. El trabajo del cuidado equivale al 20% del PIB”.

En cuanto a los derechos sexuales y reproductivos, entre ellos la interrupción voluntaria del embarazo, la organización que preside Quintero dice que queda mucho por discutir. Según la Encuesta Nacional de Demografía y Salud (ENDS), de la entidad Profamilia, menos del 1% de los abortos se atienden en el marco del sistema de salud y cerca de un 50% de los embarazos en Colombia son no deseados.

La violencia contra las mujeres en el país ha alcanzado cifras muy altas. En 2017, Medicina Legal de Colombia realizó más de 20.000 exámenes médicos por hechos de violencia. Además, cerca de 43.000 mujeres denunciaron haber sido violentadas por su pareja o expareja. 

Mujeres vigilantes del nuevo presidente

Marina Gallego lamenta que “los candidatos tienen tan metido en sus cabezas la subordinación de las mujeres y su deber ser en el mundo que ni siquiera lo piensan como un problema”. 

Para ella esto no es un tema de importancia. “No es a base de subsidios; se necesita transformaciones profundas”. 

Por su parte, la advertencia de Quintero a quien resulte electo en el cargo es que “se le van a pedir cuentas de lo que dijo. Y para nosotras es muy importante que ya hay un marco constitucional del que no nos podemos devolver. Hay convenciones internacionales que Colombia ha suscrito y en el marco de esas convenciones tiene que desarrollarse ese marco de política pública”. 

“Queremos seguir insistiendo en esa agenda mínima y el que sea que se comprometa en esos puntos para las mujeres (…) estaremos pendientes de que se cumplan esos derechos”, concluye la coordinadora.