El asesinato de líderes sociales en el país no se detiene a pesar de los llamados para que se incrementen las medidas de protección y el esfuerzo de las autoridades por brindarles seguridad.
El hecho más reciente se registró este martes en zona rural del municipio de Jamundí y la víctima fue identificada como Libardo Moreno, de 76 años. Moreno fue asesinado cuando se desplazaba por la vereda Las Pilas.
Según las primeras versiones, los hombres que se movilizaban en una moto, fingieron estar varados y cuando el líder se acercó para ayudarlos en compañía de su esposa le dispararon en repetidas ocasiones, causándole la muerte.
Su familia, que pidió justicia, cree que el crimen estaría relacionado con el trabajo que desempeñaba desde hace más de un año como presidente del acueducto y en su momento había recibido intimidaciones por cobrar el servicio al corregimiento de Villacolombia.
Andrés Moreno, hijo del líder social, indicó que “hubo un atentado hace 8 meses, le hicieron una emboscada con machete”.
Por su parte, Margarita Fernández, esposa del líder asesinado, sostuvo que “le mandaron la guerrilla dos veces, por el problema del acueducto porque se les está dando agua a los de reserva Río Claro y ellos dicen que el agua es de esa zona y no se le puede dar a nadie”.
La víctima también llevaba 8 años al frente de la Junta de Acción Comunal de Villacolombia, era oriundo del municipio de Candelaria y padre de tres hijos.
Cabe resaltar que esas instalaciones han sido objeto de dos ataques en los últimos meses por lo que los habitantes del sector hicieron un llamado a las autoridades para que preste mayor atención.
Según se pudo establecer, en esa zona rural de Jamundí, ubicada a 15 kilómetros del casco urbano de la población del sur del Valle, es rica en producción de mora, lulo y productos de pancoger. Allí actúan grupos armados provenientes del narcotráfico y las disidencias de las Farc.
En la zona montañosa de Jamundí las autoridades han descubierto en el último año plantaciones de coca y laboratorios para el procesamiento de cocaína.
Recientemente monseñor Darío de Jesús Monsalve, arzobispo de Cali, calificó como una tragedia el asesinato de líderes sociales y defensores de derechos humanos en todo el territorio.
“Creo que mientras no se desmonten las estructuras, digamos originantes de estas muertes, no vamos a poder tener la seguridad de socorrer la vida de nadie y menos de los líderes y lideresas sociales”, indicó.
Justamente en el departamento de Putumayo, el lunes fue asesinato el líder social del municipio de Orito, José Osvaldo Taquez Taquez, de 51 años de edad.
De acuerdo con las primeras informaciones de las autoridades, el dirigente comunal quien se desempeñaba como presidente de la junta de acción comunal de la vereda Remolinos, recibió cinco impactos de arma de fuego, cuando se dirigía hacia su residencia.