“El Parlamento Europeo mandará una delegación a los puestos fronterizos para evaluar la situación” de la migración venezolana a Colombia, anunció en Estrasburgo, Francia, el presidente del cuerpo legislativo del viejo continente Antonio Tajani, del partido Forza Italia.

Tajani, durante la sesión plenaria del Parlamento que recibió al presidente Juan Manuel Santos, sostuvo que “hay que establecer una estrategia regional y ayudar a los países de la región”.

Para Colombia, advirtió Tajani, “la situación en Venezuela tiene repercusiones descomunales, muy negativas”.

“Me refiero al desplazamiento de personas más numeroso jamás registrado en América Latina. Hay en este momento más de un millón de venezolanos en Colombia”, precisó, indicando que los europeos saben las consecuencias que puede tener un desplazamiento así de importante.

Santos agradeció el apoyo de la Unión Europea a Colombia para atender el flujo de migrantes venezolanos que llegan al país debido a la situación económica en su país.

“Le agradezco mucho el ofrecimiento para la ayuda con los migrantes venezolanos. La situación venezolana realmente es una situación que a todos nos entristece, nos arruga el corazón”, manifestó el presente Santos.

Dijo que Venezuela tiene “una democracia destruida, un régimen que ha producido una crisis humanitaria como nunca se había visto, en un país que es un país rico. El país que tiene las mayores reservas del petróleo del mundo entero y tiene a su población muriéndose de hambre y muriéndose por falta de medicinas”.

Agregó que “eso es inaceptable. Y la gente se está viniendo a Colombia y los estamos recibiendo con generosidad, pero es una crisis también muy compleja. Y por eso la ayuda de la Unión Europea, señor presidente, nos viene como anillo al dedo y se lo agradecemos de corazón”.

Fracaso antidroga

De otra parte, Santos afirmó ante el Parlamento Europeo que la política de represión de las drogas ha fracasado y por ello urge replantear la estrategia.

“La política antidrogas con un enfoque exclusivamente punitivo y represivo ha fracasado”, manifestó, anotando que el conflicto colombiano habría terminado mucho antes “sin el combustible que significó el negocio de las drogas ilícitas”.

Comentó que “este negocio maldito está detrás de la violencia, la corrupción y el crimen en casi todo el planeta, y tenemos que reconocer que la llamada guerra contra las drogas –que lleva más de medio siglo– no la hemos ganado ni la estamos ganando”.

“Mientras no encontremos estrategias comunes más efectivas, el negocio de las drogas seguirá minando la salud de nuestros jóvenes, la moral de nuestras sociedades y la gobernabilidad de nuestros países”, advirtió el presidente.

“Lo digo como representante de una nación que ha sido tal vez la mayor víctima de este negocio sangriento, que nos arrebató a nuestros mejores soldados y policías, a nuestros mejores jueces y periodistas, y a grandes líderes políticos”, agregó.

El jefe del Estado manifestó que “la forma como se está librando la guerra contra las drogas es igual o incluso más dañina que todas las guerras juntas que hoy se libran en el mundo. Por eso no solo es indispensable, no solo es razonable, sino que es urgente cambiar nuestra estrategia”.

“Tenemos que buscar la forma de golpear con mayor eficacia los eslabones más fuertes de la cadena –a las grandes mafias, a los que lavan activos y producen insumos–, en lugar de seguir persiguiendo a campesinos cultivadores o a los mismos adictos”, indicó.