Después de horas de tensión y bloqueos intermitentes, la calle 26 recupera la normalidad en su movilidad tras la protesta feminista frente a las instalaciones de RTVC. El plantón, convocado por colectivos feministas en demanda de la renuncia de Hollman Morris por acusaciones de acoso laboral, concluyó, permitiendo que la vía vuelva a ser transitada sin mayores obstáculos.

La jornada de protesta, que comenzó a las 3:00 p. m., generó complicaciones en la movilidad de la calle 26. Colectivos feministas llevaron a cabo bloqueos intermitentes en rechazo a las denuncias de acoso laboral que involucran al subgerente de RTVC, Hollman Morris. Aunque el dirigente se encuentra actualmente en Europa, acompañando al presidente Gustavo Petro, la manifestación no perdió fuerza.

Con pancartas y consignas, las mujeres expresaron su solidaridad con las víctimas y exigieron justicia, generando tensiones en la calle 26. La representante Jennifer Pedraza lamentó la ausencia de Morris durante la protesta, señalando la necesidad de que asuma responsabilidades frente a las acusaciones.

Sin embargo, conforme avanzaron las horas, la manifestación llegó a su fin, permitiendo la normalización de la movilidad en la vía. Las autoridades de tránsito trabajaron para restablecer la circulación de vehículos particulares y transporte público, logrando que la calle 26 recupere su dinámica habitual.

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La gerente de RTVC, Nórida Rodríguez, reiteró su compromiso con la tolerancia cero hacia cualquier forma de acoso y señaló que se dará continuidad al debido proceso para abordar las denuncias presentadas. Aunque la protesta generó tensiones, el retorno a la normalidad en la movilidad refleja un cierre momentáneo de un capítulo tumultuoso en la historia de RTVC.

A pesar de la normalización de la movilidad, las repercusiones del escándalo en RTVC continúan, planteando interrogantes sobre la gestión interna del canal y la postura del gobierno frente a las denuncias de género en el ámbito laboral. La calle 26, escenario de la protesta, vuelve a ser testigo de la cotidianidad, pero las huellas del episodio perduran en la memoria de quienes presenciaron la exigencia de justicia en medio de la congestión vehicular.