Población campesina de Colombia se envejece cada día más | El Nuevo Siglo
Según estudios, cada vez son menos los jóvenes que se dedican a trabajar en el campo. / Foto Universidad de La Salle
Viernes, 17 de Enero de 2025
Redacción Cultura

El campo se está envejeciendo, lo cual ha llevado a la pregunta de qué acciones se pueden tomar para que los jóvenes se queden en el campo y se disminuya ese fenómeno, que viene afectando a las áreas rurales del país.

Cada vez son menos los jóvenes que se dedican a trabajar en el campo. Esto se debe a que la actividad agrícola no es tan provechosa como antes y las nuevas generaciones se sienten más atraídas por la tecnología y la vida en las grandes ciudades.

Según un estudio del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), los campesinos colombianos tienen una edad de entre 41 y 64 años, y hay departamentos en los que la edad promedio supera los 57. Esto significa que en 10 años el país no tendrá quien siembre comida en Colombia.

Entonces, ¿qué está pasando en Colombia con las nuevas generaciones de agricultores? En primer lugar, estudios revelan que el total de jóvenes entre los 14 y 18 años ascendió a 12 millones; de esta cantidad, cerca del 22 % son jóvenes rurales, que en su mayoría no encuentran en el campo oportunidades para desarrollarse y crecer.

Factores como el conflicto armado, la falta de oportunidades, desempleo, poco avance tecnológico, entre otros, son los motivos que incentivan a que las personas menores de 30 años migren desde sus territorios hacia las ciudades en busca de mejores condiciones de vida. ¿Y qué hacer para que estos ciudadanos se empoderen del campo?

Soluciones como impulsar proyectos que fortalezcan su autoestima y su arraigo con la tierra serían algunas de las estrategias tanto del Gobierno Nacional, como del sector privado, organizaciones sociales y hasta la misma ciudadanía, para garantizar la permanencia de esta población en las regiones.

Inseguridad

De acuerdo con Jorge Enrique Bedoya, presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC), son varios los aspectos que obligan a los jóvenes a abandonar el campo. Lo primero que destaca es el tema de la seguridad en el territorio colombiano, porque “desafortunadamente en muchas de las zonas rurales continúa la presencia activa de las disidencias de las Farc, del Eln, del Clan del Golfo, y eso genera mucha preocupación por el tema del reclutamiento forzado de menores o simplemente les toca hacer parte de esas organizaciones”.

“Lo segundo es la dotación de bienes públicos rurales que siempre hemos reclamado, Por ejemplo, la conectividad digital, la salud, la educación; esas son cosas fundamentales que hay que garantizarles a quienes vienen en la ruralidad y a los jóvenes en particular. Evidentemente la gente quiere la tierra, seguramente tiene ese arraigo por el campo, pero si no hay seguridad y si no hay lo mínimo que necesitaba un ciudadano, que son esos bienes públicos, pues no hay ningún incentivo para quedarse”, dijo Bedoya en conversación con EL NUEVO SIGLO.

Rentabilidad

Otro de los aspectos mencionados por el presidente de la SAC tiene que ver con la rentabilidad del campo, porque en la medida en que las actividades sean rentables y demandadas, mayor posibilidad hay de que más jóvenes puedan estar en el la zona rural trabajando o como empresario o como dueños de sus propias tierras.

“Eso depende mucho de las políticas públicas del Gobierno, porque en la medida en la que haya un buen consumo de alimentos en nuestro país, es decir, si la gente tiene plática en el bolsillo, hay empleo formal y eso genera más consumo de alimentos, y eso va a beneficiar a quienes se dedican a las actividades rurales. Otro aspecto es el entorno internacional, porque si los productos de los mercados de exportación tienen las reglas de juego estables, eso te garantiza que se pueda seguir llegando a esos mercados, entonces evidentemente eso da más posibilidades para que sigan creciendo las labores del campo y, por ende, a partir de allí se generen oportunidades para los jóvenes que quieren ser emprendedores rurales”, detalló Bedoya.

El experto añadió que, a propósito de la reforma laboral, esa nueva normativa busca la formalización de la mano de obra rural y mejorar las condiciones mínimas para que los trabajadores rurales quieran quedarse en el campo con todas las garantías, como lo son las prestaciones sociales y demás.

“Se necesita inversión para construir la conectividad digital, pero no en las cabeceras municipales, sino en las zonas donde se produce la comida, porque es allá donde la gente está mirando qué pasa con el precio del café en el mercado internacional, dónde puede conseguir los insumos más baratos, y puede, inclusive, hacer uso de tecnología para mejorar las prácticas en su cultivo”, destacó el presidente de la SAC.

Medidas

En este contexto, Emmanuel Quiroga, investigador y profesor de la Escuela de Ciencias Humanas de la Universidad del Rosario, argumentó que “en la actualidad nosotros tenemos aproximadamente 2 millones 700 mil jóvenes entre 14 y 28 años que viven en zonas rurales del país, estamos hablando de una población más grande que Medellín. Sin embargo, en las discusiones de política pública y en debates académicos el tema de las juventudes rurales no suele ser tan visible como los que viven en las grandes ciudades. Además, contamos con una situación de pobreza en ellos del 40 %, que supera la tasa de las urbes”.

En ese sentido planteó qué medidas se pueden tomar para lograr el empoderamiento:

•    Avanzar en el reconocimiento de esta población y visibilizarla.

•    Mejorar la conectividad y el acceso a la educación superior desde sus territorios.

•    Enfocar una educación de calidad, pero con pertinencia, pues “no solo tienen que ejercer las profesiones agrarias, sino otras que hagan aportes al desarrollo del territorio, como las ingenierías, medicina, etc.”, señaló.

•    Fortalecer a los jóvenes como agentes impulsores de los desarrollos rurales.

•    Establecer un presupuesto específico para que se lleven a cabo medidas y programas a favor de la población.

Según un estudio publicado por el Centro Latinoamericano de Desarrollo Rural (Rimsip), denominado ‘Diagnóstico de la juventud rural en Colombia’, se estima que en el 2050 la población rural juvenil, en comparación con la población total del campo, se reduciría al menos en un 20 %. Se calcula que son unos 2,6 millones de jóvenes los que habitan en el campo colombiano actualmente, porcentaje que es totalmente alarmante, ya que esta migración se debería a factores como la falta de oportunidades laborales en sus regiones y la baja calidad educativa.

Así lo señaló Sebastián Pedraza, miembro de Jóvenes Rurales de Colombia, una red que se encarga de apoyar a esta población: “Para nadie es un secreto que nuestras áreas rurales históricamente han estado abandonadas y carecen de muchos servicios de infraestructura, de conexión y por esa razón los jóvenes se ven obligados a migrar, no tienen oportunidades de empleo decentes, si no tienen oportunidades de educación; esto generalmente los lleva a irse, también se ha visto una carencia en muchas ocasiones de ese sentido de pertenencia por el campo”.

Esa falta de sentido de pertenencia se refleja también en que, en los últimos años, esta población ha perdido el interés por el trabajo en el campo, debido a que están más involucrados en la actualidad con temas de tecnología y la oferta de servicios, según lo señala Pedraza.