El director del Departamento de Ingeniería Biomédica de la Universidad de los Andes, Juan Manuel Cordovez explicó por qué la reapertura económica es clave para evitar futuros picos epidemiológicos; además, se refirió a los últimos descubrimientos alrededor del Covid-19, como por ejemplo, que no contagia a todas las personas que se exponen al mismo.
EL NUEVO SIGLO: ¿Las estrategias que se han implementado en Bogota, si serán funcionales?
JUAN MANUEL CORDOVEZ: Creo que la estrategia que se está implementando de las cuarentenas focalizadas por localidades, combinada con la táctica epidemiológica de identificar y aislar los grupos sociales que son foco de transmisión, es lo más sensato. Requiere una cantidad de esfuerzo, pues su coordinación no es fácil, pero es la mejor opción.
ENS: ¿Y cómo cree que evolucionará el virus en Bogotá?
JMC: Lo que nosotros creemos que va a suceder en Bogotá es que se va a mantener una tasa de hospitalización relativamente constante por las próximas semanas, dada la estrategia implementada. Lo que la Alcaldesa está haciendo con las restricciones por localidades es disminuir el número de contactos, variable que cuando se disminuye, se disminuyen el número de contagios y por consiguiente, el número de personas que llegan al hospital.
Por eso, lo que vamos a ver es una meseta y lo que nosotros esperamos es que, en la medida en la que esa meseta vaya progresando y se empiece a ver el decrecimiento de indicadores, se van a ir liberando medidas, lo que garantizará que no haya un segundo pico.
ENS: ¿Por qué la liberalización de medidas evitará nuevos picos?
JMC: Lo que produce un segundo pico es cuando se endurecen las medidas por un periodo de tiempo suficientemente largo para que la curva ceda, pero luego cuando vuelves y sueltas a la gente, vuelve y aumenta el contagio. Esto es lo que está pasando en Europa, Japón, Australia, que tiene a todo el mundo tan preocupado.
A esos países, lo que les pasó fue que apretaron muy duro y al hacerlo, te lo explico con una metáfora, sofocaron por completo el fuego y, aunque toma un tiempo, volverá a prender. Pero en cambio, si lo que tú haces es sofocarlo sin apagarlo, estás garantizando que queme todo y después ya no haya nada que quemar. Ya no volverá a prender.
ENS: ¿Y eso es lo que se está haciendo acá?
JMC: Así es. Eso es lo que estamos haciendo en Bogotá. Lo que estamos haciendo es gastarnos todo el combustible y no dejar nada. Si dejamos, eso se va a quemar después. Y Bogotá está quemando ese combustible de forma de segura -y toda la población vulnerable debe quedar como combustible, esa es la población que no se debe quemar y de ahí las medidas-.
No podíamos quedarnos en la casa escondidos esperando a que la vacuna salga, esos son años, y cuando la vacuna llegue ya no va a haber nada a qué salir si seguimos encerrados. Por eso te decía que esta es la estrategia más sensata que se está implementando.
Nueva información
ENS: ¿Recomendaría alguna medida adicional a la planteada por la Administración Distrital?
JMC: Nosotros estamos muy alineados con las decisiones que se han tomado en el Distrito, y si te soy sincero yo creo que se está haciendo lo más adecuado en este momento. En retrospectiva uno piensa que las cosas se habrían podido lograr de una manera parecida solo a través del autocuidado.
Es decir: privar a las personas de la libertad de moverse y de trabajar es una medida drástica, pero fue la única que nos quedó a la mano ante tanto desconocimiento. Entonces, con un poco más de conocimiento de la transmisión del virus las estrategias habrían podido ser otras, pero no había forma de saberlo.
ENS: Pero entonces, ¿qué tanto ha cambiado la información que se tiene sobre el Covid-19?
JMC: Por ejemplo, recientemente han surgido una serie de artículos que realmente cambian muchísimo el paradigma, pues evidencian que no todos somos susceptibles al virus. Nosotros arrancamos con ese principio y este es un descubrimiento reciente y drástico que cambia por completo el paisaje. No todos nos podemos enfermar. Hay unos estudios muy buenos y completos que están llegando a las revistas indexadas, en las que se demuestra que no todas las personas que se exponen al virus desarrollan una carga viral alta.
Esto quiere decir que, por precaución, las cosas se han seguido manejando de la misma manera, que es suponiendo ante la duda lo peor, pero es posible que la ciudad, el país y el mundo estemos mucho más avanzados en la curva epidemiológica de lo que creíamos inicialmente.
Por ejemplo, si el 20% de las personas ya están en el cajón de los recuperados, estamos cortando en una quinta parte el tamaño de la infección. Eso, en una ciudad como Bogotá, es hablar de un millón y medio de personas tranquilamente que ya están por fuera del sistema, y eso significaría que Bogotá podría estar cerca de llegar al número de recuperados que se necesita para poder reabrirse de forma segura sin producir una segunda ola.
ENS: ¿Y ésta es información que no se ha incorporado al manejo de la pandemia?
JMC: A las autoridades de salud les puede quedar muy difícil utilizar esta nueva información en sus políticas de manera inmediata, porque no hay forma de saber quién es resistente y quién no lo es. No hay un test a la mano para poderlo hacer, pero esta información sí garantiza un nuevo margen de seguridad.
Es decir, si tú habías calculado que ocurrirían 50 hospitalizaciones por cada 100.000 habitantes con una población de ocho millones de personas susceptibles, pues la historia es distinta si, en vez de ocho millones son seis y medio. Entonces, aunque no se incorpore por las razones que ya te mencioné, esta información se celebra por las autoridades porque es como si les dijeran: ustedes diseñaron un puente para una carga mayor de la que realmente va a tener.