Una propuesta de cinco (5) cambios para afinar la licitación de la nueva flota de Transmilenio, hizo la concejal María Fernanda Rojas del Partido Alianza Verde, quien hizo un llamado a la Administración sobre el proceso de licitación que se adelanta para la nueva flota de buses de Transmilenio en Bogotá.
Según lo explicado por la Concejal María Fernanda Rojas, la Alcaldía ha anunciado que en los próximos días dará a conocer los pliegos definitivos de la licitación de renovación de buses de las fases I y II del sistema Transmilenio.
Ante esta situación, sugirió cinco (5) cambios más importantes que deberían tener los pliegos con respecto a los publicados inicialmente, tal como lo advirtió el pasado 23 de marzo.
1. Exigir al menos 20% de buses eléctricos a gas o híbridos euro VI. El Distrito no puede dejar a los azares del mercado el inicio de la modernización de la flota actual. Para evitar posibles colusiones que desemboquen en ofertas con una baja proporción de buses de tecnologías distintas al diésel, Transmilenio debe exigir que un porcentaje no menor al 20% de la flota deba usar como fuente de energía la electricidad, el gas o al menos ser híbridos Euro VI, como habíamos sugerido. Los puntos adicionales para tecnologías más limpias (aumento de 50 a 400) son un paso en la dirección correcta pero no son suficientes.
2. Cofinanciar y facilitar la infraestructura de recarga de buses de tecnologías diferentes al diésel. La infraestructura de recarga de energía es una gran barrera para las nuevas tecnologías, ya que para los buses diésel no se necesitan nuevas inversiones, mientras que para los eléctricos y a gas, necesitan instalaciones nuevas para su recarga, permisos y tiempos de construcción, costos que actualmente asumiría el oferente. El Distrito debería asumir al menos una parte de ellos para mitigar este desincentivo, así como facilitar los procesos de construcción de esta infraestructura.
3. Reducir el porcentaje de biarticulados. Es claro que la adecuación de las estaciones no va a estar lista al momento en que entren a operar los nuevos buses; esto hará que la gran cantidad de biarticulados que se introducirán al sistema no puedan rodar por la infraestructura que necesitan. Por este motivo y para permitir una mayor posibilidad a las tecnologías limpias, debería reducirse el número exigido de biarticulados. Aunque la gerente de Transmilenio dice que el proceso licitatorio para la modificación de 47 estaciones está en marcha, en el sistema SECOP II no se evidencia ningún proceso relacionado. (Solo uno cancelado de finales del año 2017).
4. Incluir controles de emisiones y de condiciones al interior de los buses. En este momento a los buses solo se les exige básicamente que rueden. Esto debe cambiar en los pliegos definitivos; es recomendable incluir el control periódico de emisiones y revisiones al estado del interior de los buses. Así, los vehículos que no cumplan con los requisitos mínimos de emisiones o que presenten un mal estado (goteras, sillas dañadas, suciedad, piso en mal estado, estado de las cámaras, sensores y botón de pánico, entre otros) deben ser retirados de servicio hasta que sean reparados y adecuados nuevamente.
5. Cumplir la ley 1811 de 2016. El cumplimiento de la Ley Probici (Ley 1811 de 2016) no es opcional, se deben hacer los ajustes en los pliegos para, por ejemplo, exigir la inclusión de portabicicletas en los buses. Ignorar esta disposición legal puede resultar en que el proceso fracase por vicios jurídicos evitables.
De otra parte y en el desarrollo de un debate, los concejales Rolando González, José David Castellanos y Yefer Vega evidenciaron la grave situación de la movilidad en Bogotá y la falta de medidas por parte de la Administración para mejorarla, razón por la cual solicitaron a la Secretaría de Movilidad reforzar su gestión para generar resultados efectivos.
Pico y placa
Por un lado el concejal Rolando González señaló que la Administración de Enrique Peñalosa pretendía continuar con la propuesta de hacer un pago voluntario para circular por Bogotá en pico y placa, desacatando el fallo vigente del juzgado 40 administrativo que anuló dicha posibilidad que estaba estipulado en el Plan de Desarrollo, frente a lo cual El Concejal Rolando González, solicitó a las autoridades distritales no insistir en esta medida que afecta aún más el bolsillo de los capitalinos e incrementan los trancones de Bogotá.