Se abre paso a ley para controlar dosis mínima | El Nuevo Siglo
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Martes, 31 de Julio de 2018
Redacción Nacional

Reacciones encontradas produjo el proyecto que la Fiscalía, con el concurso de alcaldes de ciudades capitales, presentó esta semana al Congreso para sancionar drásticamente a quienes induzcan a los niños al consumo de drogas y los instrumentalicen para el narcomenudeo.

El punto de discusión lo ha generado que para combatir el microtráfico se propone penalizar a la persone que porte el doble o más de la dosis mínima establecida en la ley.

La Fiscalía ha detectado que los traficantes portan pequeñas cantidades de sustancias fraccionadas y empacadas, y los jíbaros son confundidos fácilmente con personas que, en ejercicio de su libre desarrollo de la personalidad, consumen sustancias estupefacientes. “Esta situación, en algunas oportunidades, implica que no sea posible judicializar a los expendedores de drogas y, en otras, que los procesos penales inicien en contra de personas que simplemente están dedicadas al consumo”, indica el ente acusador.

La norma propone crear un estándar claro, según el cual la dosis de aprovisionamiento no podrá exceder del doble de la cantidad establecida como dosis personal para las sustancias reguladas en la Ley 30 de 1986, y en el reglamento adicional que expida el Consejo Nacional de Estupefacientes, respecto de las nuevas sustancias. Así, según la propuesta, será indefectiblemente judicializado quien porte el doble de la dosis mínima.

La dosis mínima en Colombia fue despenalizada como consecuencia de la Sentencia C-221 de 1994 de la Corte Constitucional, la cual determinó que si el derecho al libre desarrollo de la personalidad tiene algún sentido dentro de nuestro sistema, es preciso concluir que las normas que hacen del consumo de droga un delito son claramente inconstitucionales. Por el contrario, determinó la Corte en dicha Sentencia, que es un deber del Estado propender por el tratamiento de las personas para que puedan superar su adicción.

No obstante en marzo de 2016, la Corte Suprema determinó en un fallo que desde esa fecha en adelante no podrá ser penalizado el porte de la dosis mínima de alucinógenos cuando no supere los 20 gramos de marihuana y los 5 gramos de cocaína que establece la ley.

El pronunciamiento del alto Tribunal se dio en un fallo en que absolvió al soldado Yesid Alexánder Arias, quien había sido condenado tras ser sorprendido con 50 gramos de marihuana, no obstante alegó que eran para su consumo.

La Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia advirtió que la dosis de 20 gramos establecida para el consumo resulta insuficiente para algunos consumidores o adictos, luego no deben ser penalizados quienes excedan esta cantidad.

Desde entonces se han presentado varios proyectos en el Congreso para penalizar la dosis mínima, sin que ninguno haya salido avante.

Precisamente en este nuevo Congreso ya fue radicada una reforma constitucional con este propósito por el Partido Conservador. El autor de la propuesta, el representante por Bogotá, Juan Carlos Wills, explicó que se establecen “condenas penales para quienes estén traficando drogas en las calles y un aumento de las penas para quienes sean sorprendidos vendiendo estas sustancias a menores de dieciocho años”.

El proyecto establece que quien sea sorprendido portando una pequeña dosis de estupefacientes, la misma le sería decomisada.

También el Centro Democrático ha anunciado, ante el crecimiento del consumo interno y el microtráfico, un proyecto de ley para penalizar la dosis mínima. Al respecto el senador Ernesto Macías sostuvo que “hay que prohibir la dosis personal. Eso lo dijimos en la campaña. Es un compromiso del presidente Iván Duque y desde luego tiene todo nuestro respaldo para eso”.

 

Reacciones

 

EL NUEVO SIGLO consultó a varios conocedores acerca del proyecto de la Fiscalía que penaliza la dosis de aprovisionamiento cuando exceda del doble de la cantidad establecida como dosis mínima.

Alfonso Aza Jácome, experto en drogas y políticas públicas sobre narcóticos, consideró que “eso lo único que va a hacer es que en lugar de portar una cantidad, van a portar la cantidad que no estén sometidos a esa prohibición. El resto lo guardarán en algún lugar o habrá más gente repartiendo. O sea más distribuidores pequeños”.

Aza consideró que la forma de combatir efectivamente el microtráfico sería reglamentar el mercado de las drogas. Así como existe un mercado de drogas legales que se utilizan para algunas enfermedades como la depresión, las drogas con uso recreativo también se deberían reglamentar”.

El académico indicó que mientras haya una prohibición, existirá siempre un mercado clandestino. “Se puede malinterpretar porque hay gente que piensa que quitar la prohibición es libre mercado. No estoy hablando de libre mercado, estoy hablando de mercado regulado controlado”.

Por su parte John Marulanda, consultor internacional en seguridad, dijo que “el asunto del microtráfico es urbano, y la delincuencia urbana tiene unas connotaciones muy diferentes al otro tipo de delincuencia de los carteles que operan básicamente en las fases de producción, transporte y que culminan con la distribución en las ciudades. Ahí se necesita una aproximación multidimensional y es mucho más complejo el tratamiento de ese tema”.

En segundo lugar anotó que “mientras no se aclare de una manera científica cuánto puede ser la dosis mínima de una persona basada en su peso, estatura, tiempo que lleva consumiendo, pues va a ser muy difícil controlar eso, porque a ‘ojímetro’ del policía va a ser imposible determinar si esos 2 Kg o esas 2 Lb que lleva son las que tiene para su consumo en un mes o en un año o en dos días. Eso está navegando en el mar de la incertidumbre mientras no haya una definición exacta de qué es dosis mínima y qué dosis personal”.

En tanto que el exfiscal Alfonso Valdivieso indicó sobre este proyecto de ley que “desafortunadamente de la dosis mínima se ha abusado por parte de quienes luego la utilizan para encubrir actividades típicas del tráfico. Entonces hay que regularla, porque un país que no lo era, ha pasado a ser consumidor. Hay que ponerle límites y hay que sancionar a quienes superen el límite, desde luego, que sea evidente”.


Crece consumo

El Centro de Estudios sobre Seguridad y Drogas (CESED) de la Universidad de los Andes reveló hace algunas semanas un estudio que corrobora el crecimiento del consumo interno en el país.

El estudio que se enfocó en Bogotá encontró que 59% de los hombres afirmaron que consumieron alguna vez en su vida marihuana o alguna otra sustancia.

 “Se encuentra que la gente está comenzando a consumir drogas más joven, la gente se manifiesta también más liberal, y con una mayor aceptación de liberación, también ha habido aumento en el consumo de muchas de las drogas. Cuando le preguntamos a una persona ¿ha consumido usted en el último año? Contesta que sí ha consumido, nos damos cuenta que sí ha crecido significativamente y también ha crecido el número de individuos que contesta haber consumido alguna vez en su vida”, dijo Hernando Zuleta, director del CESED.