En momentos de aislamiento por el Covid-19, el cardenal Rubén Salazar, ofrece la Santa Misa desde la capilla del Sagrario, en Bogotá, y que transmite  el Canal RCN.

Monseñor pidió la fortaleza de Dios para enfrentar estos difíciles momentos y evocó la solidaridad para que cada persona sea responsable para cumplir con las medidas ordenadas y evitar así un mayor número de contagios.

Rcordó que "El Señor es mi pastor, nada me falta" y eso es precisamente lo que debemos hoy más que nunca invocar-

Por considerarlo de interés para nuestros lectores, les damos el vínculo para que siga la misa en directo aquí:

Monseñor Salazar dijo que pedir la ayuda a Dios no significa que “Él va a intervenir para impedir que seamos contagiados por el virus, sino que nos ayude a cambiar fundamentalmente lo que sentimos en el corazón porque es solamente en Él en quién encontramos la fuerza para vivir a diario y seguir adelante con paciencia el acuartelamiento preventivo en el que estamos”.

En su homilía, el cardenal señaló que para ello “tenemos que ir hacia el señor Jesucristo” y que “lo primero que debemos hacer es mirarnos a nosotros mismos para abrir los ojos, con la ayuda de Dios, como lo señala la primera lectura de hoy, y encontrar la paz que necesitamos para vivir en paz y desde nuestro corazón reconozcamos nuestra fragilidad e impotencia, que necesitamos de Dios para enfrentar esta pandemia de Covid-19 que enfrenta el mundo”.

También hizo un llamado a la conversión para que cada uno de nosotros seamos conscientes de que debemos cambiar muchas cosas en nuestra vida diaria.

Advirtió monseñor Salazar que es “muy posible que aumente la violencia intrafamiliar” en estos tiempos de aislamiento en casa y dijo que es por ello que “hoy el Señor nos abre los ojos y el corazón para que comprendamos el verdadero sentido de la familia y vivir en familia, especialmente del cuidado, comprensión y relación de ayuda mutua con los niños y ancianos”.

Instó a orar los unos con los otros para que la humanidad supere esta pandemia, e invitó a reflexionar y sobre todo a ayudar a aquellas personas que enfrentan una difícil situación económica por el aislamiento preventivo ordenado por las autoridades para frenar los contagios del Covid-19.

Monseñor Salazar dijo que nunca como antes se necesita de solidaridad y responsabilidad.

Por último dijo que somos responsables todos los unos de los otros y que por ello debemos acatar todas las medidas de las autoridades y evitar así que aumenten los contagios.

Que el Señor nos de sabiduría, esa luz que necesitamos para tomar las decisiones más adecuadas para que contribuyamos a que la pandemia pare, que no siga haciendo daño a tantas personas en el mundo.

“El Señor hoy nos abre los ojos, nos da su luz, nos da su Espíritu como dice San Pablo en la segunda lectura de hoy para que toda nuestra vida se transforme, para que sea una vida que amando a Dios a los demás sea mejor. Abramos nuestro corazón a su acción salvadora”, concluyó monseñor Salazar su mensaje de la homilía.