La decisión de la Alcaldía de Bogotá de regular la entrada a la ciudad de los vehículos de carga pesada, imponiéndoles una restricción de tráfico en algunas zonas en horas de la mañana y la tarde, al tiempo que dejó sin prohibición alguna el ingreso de los camiones y las tractomulas por la Troncal de Occidente, a través de la Calle 13, generó polémica.