Algunas voces de inconformidad e incluso protestas que degeneraron en desórdenes, hubo por la escogencia del nuevo rector de la Universidad Nacional de Colombia para el periodo 2024-2027, que recayó en el profesor José Ismael Peña Reyes, porque muchos esperaban que el Consejo Superior Universitario (CSU) tuviera en cuenta el ganador de una consulta con docentes, estudiantes y egresados, que encabezó el profesor Leopoldo Múnera Ruiz. Otra de las reacciones es que el Gobierno perdió porque no ganó quien apoyaba, un hecho inédito en la historia del más importante centro de educación superior pública del país.
La derrota de la Casa de Nariño en esta elección tiene dos lecturas, según fuentes consultadas por EL NUEVO SIGLO: una, que primó entre los integrantes del CSU la idea de que la Universidad Nacional mantuviera la independencia en esta escogencia, y la otra, prevenir eventuales injerencias en el Gobierno de la institución por parte del Ministerio de Educación.
La elección del profesor Peña Reyes provocó desórdenes el pasado jueves en los alrededores de la sede de la Universidad Nacional en la capital de la República, donde decenas de estudiantes protestaron porque no fue elegido rector el candidato por quien la mayoría de ellos había votado. El tono de la protesta subió tanto que fue necesaria la intervención del Escuadrón Antidisturbios (Undmo).
Previo a la elección, el presidente Petro anunció que el Gobierno apoyaría al candidato con mayor preferencia en la consulta, en este caso el profesor Leopoldo Múnera.
El presidente Petro manifestó ayer que “no tengo opinión desfavorable de ninguno de los candidatos. Trabajaremos con el rector que al final determine la Universidad, pero nos parece un exabrupto que el CSU no haya elegido la persona que ganó en elecciones en todos los estamentos universitarios. Es un golpe antidemocrático contra el estudiantado, el profesorado y los trabajadores de la universidad”.
La consulta
El resultado de la consulta con docentes, estudiantes y egresados es un insumo que tiene el CSU, pero según el reglamento no obliga a que el ganador de la misma sea elegido como el rector.
El CSU elige el rector de los cinco aspirantes más votados, ellos fueron: Leopoldo Múnera Ruiz, profesor en ciencias políticas, 34.3 % de los apoyos; Raúl Sastre Cifuentes, médico y exdecano de Medicina, 22.6 %; José Ismael Peña, vicerrector de la sede de Bogotá, 8.3%; Juan Pablo Duque, arquitecto y profesor, 7.5%, y Germán Castaño Duque, economista e investigador asociado al Ministerio de Ciencias, 5.3%.
Para ser elegido rector se necesitan 5 de los 8 votos. La votación del CSU en esta oportunidad fue secreta porque, según explicaron fuera de micrófonos, llegaron a un acuerdo en ese sentido debido al clima de tensión que había por esta escogencia en donde, incluso, algunos de ellos habrían sido intimidados.
El presidente Gustavo Petro respondió en la red X a una ciudadana que le preguntó: “Cuéntenos, ¿por qué los delegados del Gobierno aprobaron un mecanismo de votación que permitía desconocer la consulta universitaria? Un poco más de diligencia y sagacidad de los delegados del Gobierno hubiese bastado. Qué despropósito”.
El jefe de Estado contestó que “si la votación quedó 5 a 3, es obvio que esa votación fue la misma cuando ante el Consejo Superior de la Universidad Nacional se puso la proposición de aprobar un mecanismo que no coincidiera con la votación de las bases universitarias”
De igual forma, el primer mandatario anunció que “he dado instrucción que todos los delegados y delegadas del Gobierno nacional en los consejos superiores de las universidades públicas deben hacer público su voto, así aprueben votación secreta. El Gobierno nacional hace de la publicidad de sus actuaciones un principio democrático”.
Por qué perdió el Gobierno
Como se dijo, en la elección del rector de la Universidad Nacional lo usual es que sea escogido quién tenga el guiño del Gobierno, como ocurrió con la profesora Dolly Montoya Castaño, quien en 2018 se convirtió en la primera mujer en ocupar el cargo y fue reelegida para el periodo 2021-2024. La docente tenía el respaldo de la administración de Iván Duque.
Sin embargo, en esta oportunidad el ambiente para la elección era diferente, porque por primera vez hay un gobierno de izquierda instalado en la Casa de Nariño. Pero más allá de eso, los cinco integrantes del CSU que votaron en contra del querer del presidente Petro habrían tenido en cuenta el constante clima de polémica en que está su administración con distintos sectores, así como las voces que dicen que el mandatario no respeta la separación de poderes, como es el caso de sus supuestas presiones al Congreso para que apruebe las reformas de salud, pensional y laboral.
Si bien el Gobierno no dijo que Múnera era su candidato, sí anticipó que apoyaría a quien ganara la consulta entre los estudiantes y docentes. Y como este profesor tuvo el mayor respaldo en ese ejercicio, el anuncio de la Casa de Nariño habría terminado conspirando en su contra.
No obstante, fuentes consultadas consideran también que al Gobierno le faltó estrategia para moverse en el CSU en favor de Múnera, a pesar de que la ministra de Educación conoce las discusiones que se han dado para la elección de rectores y cuerpos colegiados en otras universidades públicas del país, donde hay diferentes mecanismos para estos procesos.
El CSU de la Nacional está integrado por ocho personas: la ministra de Educación, Aurora Vergara; dos delegados del presidente Gustavo Petro, un delegado del Consejo Nacional de Educación Superior, uno del Consejo Académico, un representante de estudiantes, uno de los profesores y un exrector de la Universidad.
Los dos delegados del presidente Petro en el CSU son estudiantes, que si bien saben de la Universidad y de las dificultades y los reclamos de sus compañeros de clase, no tienen el conocimiento de cómo se mueven este tipo de órganos colegiados, en donde hay integrantes con una gran trayectoria en la educación y en este centro académico.
<DESTACA> Trabajaremos con el rector que al final determine la Universidad: Petro