SE VE en el horizonte un eventual choque entre el gobierno de Gustavo Petro y el de Venezuela, pues el próximo 10 de enero Nicolás Maduro tiene previsto posesionarse en un tercer mandato; sin embargo, desde hace semanas la Casa de Nariño advirtió que no lo reconocerá como presidente si antes no presenta las actas que muestren su triunfo en las elecciones del pasado 28 de julio, que la oposición denuncia hubo fraude en contra de Edmundo González.
EL NUEVO SIGLO consultó a expertos sobre la situación que se plantea y las implicaciones que tendría para el gobierno Petro no reconocer a Maduro para el periodo 2026 - 2031, lo que podría ocurrir porque muchos consideran que es poco probable que presente las actas de votación, pues han pasado cuatro meses de los comicios y no lo ha hecho, a pesar de que así lo han exigido la mayoría de países.
Incluso un importante número de naciones, recientemente, Estados Unidos, concluyen que hubo fraude y reconocen ganador a Edmundo González.
En su reciente participación en Brasil en la reunión del G20, el presidente Petro dijo en una entrevista al diario O Globo, que “igual que se critica las elecciones desde el punto de vista del comportamiento del Gobierno venezolano oscuro, no generó una claridad sobre lo que ellos afirman que ganaron las elecciones y dejó ese mapa oscuro al no mostrar las actas”.
En tanto que el canciller Luis Murillo confirmó la semana pasada que llegó la invitación del Gobierno venezolano a Gustavo Petro a que participe en la posesión de Nicolás Maduro.
“Vamos a responder a la invitación en su debido momento. Ha habido un mal entendimiento. Nosotros hemos sido claros en que si no hay actas, no hay reconocimiento”, dijo el ministro de Exteriores.
Una de las primeras medidas de la Administración Petro fue restablecer relaciones con Venezuela, que rompió el entonces presidente Duque en una tensa situación entre Bogotá y Caracas porque no reconoció a Maduro como mandatario, debido a que logró la reelección en 2019 en unos comicios en que no se presentó la oposición alegando falta de garantías.
Con la reapertura de relaciones diplomáticas se abrieron embajadas y consulados, y se reactivó el intercambio comercial. Entre enero y septiembre de 2024, las exportaciones de Colombia se ubicaron en US $693,6 millones, según la Cámara Colombo Venezolana.
Las importaciones desde Venezuela durante el periodo de referencia fueron de US $92,7 millones.
Opiniones de lo que puede pasar
Fernando Cepeda Ulloa, exembajador de Colombia ante la OEA, la ONU y Estados Unidos, dijo que “actas no va a haber porque ya las habría”. Consideró también que si la Administración Petro no reconoce a Maduro, la relación “se daña un poco más. La relación no es buena, hay distancias, hay factores problemáticos. Porque digamos que hasta ahora sí hay un reconocimiento, es que ya ni Ecuador reconoce, Colombia todavía mantiene la duda. Esa duda se acaba el 10 de enero”.
Cepeda insistió en que “creo que hay cierto distanciamiento, Petro ha dejado de hacer declaraciones favorables a Maduro, y como Lula (Da Silva) es indeciso y el grupo de los tres se rompió: México, Brasil, Colombia, entonces las relaciones han variado. Pero no sabemos qué hará Benedetti (Armando) en favor de Venezuela, él que fue embajador allá, ahora que está en Palacio”.
Indicó que en la situación de que el gobierno Petro no reconozca a Maduro, eso tendría un efecto negativo en las relaciones diplomáticas, “que se reforzaría con la actitud de Estados Unidos, que creó va a ser diferente de la de Biden”.
Sin embargo, Cepeda consideró que Petro no llegará a romper relaciones, “pero no puede nombrar embajador y mantendría la cosa comercial, y ahí es donde viene el tema de los consulados y de alguna representación comercial”.
Por su parte, Enrique Prieto Ríos, con amplia experiencia en las áreas de derecho internacional público y derecho económico internacional, dijo que “es importante diferenciar que Venezuela es un Estado, y las relaciones entre estados deben mantenerse en lo posible, especialmente cuando son vecinos, que comparten una gran frontera, como es el caso de Colombia y Venezuela”.
Agregó que “una cosa es el Estado como sujeto de derecho internacional y otra distinta el Gobierno que esté a cargo del Estado correspondiente. En este caso el no reconocer el gobierno de Nicolás Maduro, no quiere decir que Colombia no pueda generar unas relaciones muy pragmáticas con Venezuela como Estado, sin que necesariamente eso tenga que impedir que el presidente de Colombia, como jefe de Estado, diga: no reconozco a esa persona que se sienta en el Palacio de Miraflores como interlocutor”.
Explicó Prieto Ríos sobre cuáles podrían ser los impactos, “las relaciones bilaterales diplomáticas pueden romperse en distintos niveles. El primer nivel, que, generalmente, es el más común, es cuando se hace el llamado a los embajadores a la cancillería y les dicen: presentamos una nota de protesta. Y el segundo nivel es la ruptura de relaciones a nivel de embajadas, pero se mantienen los consulados. Y el tercero es la ruptura totalmente de relaciones diplomáticas, pero que a pesar de eso podrían seguir interactuando los dos estados, por ejemplo, en seguridad fronteriza o que se pudiera mantener el comercio, teniendo en cuenta que se ha reactivado de cierta forma”.
Consideró que el peor escenario es que “volviéramos al momento del presidente Duque, en el sentido que se hace una ruptura diplomática total, pero que aparte se cierra la frontera. Ese es el peor escenario porque allí se cierra el tema de comercio y caemos en lo que ocurrió en su momento, es que al no haber una cooperación al menos mínima en la frontera, eso se lo tomaron las bandas criminales”.
Finalizó diciendo que “esperaría que Colombia ni Venezuela lleguen a ese punto de ruptura, pero también dependerá mucho de la retórica que adopten ambos presidentes”.
Podría ocurrir ruptura de las relaciones
El internacionalista venezolano Carlos Romero dijo que “estamos en un momento en el cual hay una profundización de la competencia y de la enemistad entre Colombia y Venezuela. A pesar de todos los esfuerzos que se hicieron hace más de un año, no se ha establecido una situación que permita decir que las relaciones han alcanzado nuevamente niveles óptimos”.
Añadió que la situación que se plantea ante la condición que pone Petro a Maduro que presente las actas de votación para reconocer su triunfo, “refleja realmente en qué estado están las relaciones entre Colombia y Venezuela. Es un momento muy difícil y ojalá haya la posibilidad de encontrar un marco de cooperación entre ambos gobiernos”.
Previno también Romero que “a partir de la decisión que tome Colombia en relación a asistir o no a la toma de posesión del presidente Maduro y sobre esa exigencia de que se exhiban las actas para reconocer al gobierno de Maduro, puede derivar en una situación mucho más grave que implique la posibilidad de la ruptura de relaciones entre Colombia y Venezuela. Si eso se diera de esa forma, sería muy desafortunado, no solamente para los gobiernos, sino también para los empresarios colombo-venezolanos y la población colombo-venezolana, y la vida en la frontera, que fueron muy perjudicadas en los tiempos que se rompieron las relaciones con Duque”.