Campaña presidencial ‘cruda’ a ocho meses de urnas | El Nuevo Siglo
EL PAÍS está a ocho meses de los comicios parlamentarios y las consultas interpartidistas presidenciales, así como a diez meses de la primera vuelta por la Casa de Nariño
/Presidencia
Jueves, 8 de Julio de 2021
Redacción Política

1. PARTIDOS SIN REGLAS DEL JUEGO:

Pese a que faltan ocho meses y seis días para el 14 de marzo, cuando se llevarán a cabo los comicios parlamentarios y la votación de consultas multipartidistas presidenciales, no deja de llamar la atención que la mayoría de los partidos no ha definido de forma puntual las reglas del juego para la escogencia de su candidato a la Casa de Nariño. El Centro Democrático y la Alianza Verde, las colectividades con más aspirantes, no tienen claro cómo se hará la selección: consulta interna, convención, proclamación, encuestas y otros mecanismos están sobre la mesa, según los mandatos estatutarios. Los conservadores, La U, Cambio Radical y los liberales están en las mismas. El Polo ya tiene candidato, que es el senador Alexander López, en tanto que el también congresista Jorge Enrique Robledo es el aspirante de su propio partido (Dignidad). Por firmas ya se sabe que se irán candidatos como Enrique Peñalosa, que de hecho ya comenzó a recoger esos respaldos ciudadanos. Otros aspirantes extracongreso también han dicho que inscribirán prontamente los respectivos comités promotores para constituir los movimientos significativos de ciudadanos que avalen sus campañas. Así las cosas, en escasos ocho meses los aspirantes no solo deben ganarse el tiquete de su partido o recoger las firmas suficientes, sino  también posicionarse de cara a la confección de las coaliciones.

2. DOS COALICIONES CRUDAS:

Obviamente si todavía los partidos no han fijado las reglas del juego para elegir a su candidato presidencial propio, mucho menos se ha podido avanzar en cuanto a cómo y con quién buscarán hacer las coaliciones para tratar de llegar con un bloque fuerte a la primera vuelta de la contienda por la Casa de Nariño, en mayo, es decir en un poco más de diez meses. El proceso más avanzando era el de la llamada “coalición de la esperanza”, de la que hacen parte Sergio Fajardo, Juan Manuel Galán, Juan Fernando Cristo, Jorge Enrique Robledo y la Alianza Verde. Sin embargo, el mecanismo quedó truncado luego de que esta última colectividad fue ‘invitada’ a apartarse mientras soluciona el conflicto interno entre sus varios precandidatos. En cuanto al llamado “Pacto Histórico”, queda claro que allí el candidato es Gustavo Petro y que ni López (Polo) ni otro aspirante de los partidos y movimientos de izquierda le van a disputar el banderín. El problema aquí radica en que, salvo la votación de Petro, que así haya sacado 8 millones de sufragios en la segunda vuelta de 2018 hoy no se sabe cuántos conserva, todos estos partidos son bajos en votación, incluso el Polo después de perder a Robledo. Como se ve, estas dos coaliciones, tanto la de centro como la de izquierda, no solo están crudas sino que la posibilidad de tender puentes entre ellas está descartada por la oposición férrea de Fajardo a aliarse con Petro.



3. TERCERA COALICIÓN NO HA NACIDO:

Pero si el fajardismo y el petrismo tienen crudas sus respectivas coaliciones, el primero porque tiene ‘separados’ a los verdes (la colectividad más fuerte de ese bloque en votos, curules, cuota regional de poder e infraestructura política) y el segundo porque no ha logrado sumar nuevos sectores políticos de peso (salvo dos excongresistas de La U), un panorama más oscuro tiene la coalición de centro derecha. Sí, el Centro Democrático, conservadores, Cambio Radical, los partidos de origen cristiano y un sector de La U han reiterado que debe conformarse una coalición fuerte de centro derecha que compita con Fajardo y Petro. Sin embargo, no se ha podido avanzar de forma definitiva y seria en esa dirección ¿La razón? Como ya se anotó, ninguna de esas colectividades ha definido candidato propio ni puesto sobre la mesa cuáles serían sus posturas y programas políticos puntuales para acordar las bases de la coalición, obviamente más allá del tema obvio de evitar que la izquierda más radical o la más centrista llegue al poder en agosto de 2022. Si bien es cierto que a mediados de 2017 el panorama era similar, porque el conservatismo, el uribismo ni otros sectores habían definido hacer coalición (solo se hizo a finales de diciembre de ese año cuando Iván Duque, Alejandro Ordóñez y Marta Lucía Ramírez conformaron un bloque), la diferencia ahora es que cuatro años atrás no se sabía que Fajardo y Petro podrían sumar más de 4,5 millones de votos cada uno en la primera vuelta, y el segundo ocho millones en la segunda.

4. ¿HABRÁ COALICIÓN DE EX?:

Pero no paran allí las indefiniciones sobre las coaliciones que competirán en marzo o que podrían lograr un acuerdo político para ir directamente a la primera vuelta presidencial, en mayo. Como se sabe, uno de los grandes hechos políticos del primer semestre fue el bloque que exalcaldes y exgobernadores han tratado de armar para posicionarse de cara a la contienda por la Casa de Nariño. Se han dado reuniones entre Peñalosa, Alejandro Char y Federico Gutiérrez. Igualmente, gobernadores como Luis Pérez, Dilian Francisca Toro y otros exmandatarios departamentales han tratado de avanzar en la misma dirección. De hecho, la última cumbre de estos se dio hace no más de dos semanas. El problema radica en que pese a que la cuenta regresiva para ir a las urnas es ya de ocho meses, esa intención de los exalcaldes y exgobernadores no se ha podido empezar a aterrizar. Por el contrario, semana tras semana pareciera que se aleja esta posibilidad. Es más, Peñalosa ya empezó a recoger firmas por su lado, en tanto que a Char y Gutiérrez hay quienes los ven muy cercanos al uribismo. En cuanto a los exgobernadores se habla de las precandidaturas de Pérez o Toro, sin que esté claro si el primero se lanzaría por un movimiento independiente o la segunda a nombre de La U, partido del que es directora única y que acaba de declararse, por una reforma estatutaria, como de “centro”. Algunos de los exalcaldes y exgobernadores hablan de consultas, encuestas y otros mecanismos para escoger un candidato de ese bloque pero pasa el tiempo y no se concreta nada.



5. NADA DE CABEZAS DE LISTA:

Tampoco hay humo blanco en cuanto a quiénes podrían ser las cabezas de lista de los distintos partidos, sobre todo para Senado.

Aunque a primera vista podría decirse que este tema de mecánica parlamentaria no tendría que ver mucho con la competencia presidencial, lo cierto es que sí tiene una conexidad directa, incluso más allá de qué tanto un buen candidato a la Casa de Nariño jalona votos a las listas al Congreso de su partido, o qué tanto estas se conviertan en el plante proselitista del aspirante en cuestión. La realidad es que en no pocos partidos se habla de que detrás del alud de precandidatos (ya hay más de 30 nombres en el partidor) se esconde la intención de no pocos de ellos de posicionarse mejor para ser escogidos como las cabezas de lista de sus respectivas colectividades o movimientos políticos. No en vano, como lo indicó un informe publicado ayer por este Diario, ya son veinte los senadores y representantes a la Cámara que han expresado querer ser precandidatos presidenciales, así muchos de ellos no tengan el potencial político ni electoral suficiente o si acaso aparezcan en las encuestas, incluso en los últimos lugares. Por lo mismo, en los corrillos políticos se especula que una vez se escojan las cabezas de lista al Senado, mucho precandidato presidencial dará un silencioso y resignado paso al costado, para concentrarse en poder repetir curul.