A tres días para que se realicen las elecciones de Congreso y las consultas interpartidistas, se observa en el ambiente político que, al interior de las coaliciones que se disputarán los tres cupos para la primera vuelta presidencial del próximo 29 de mayo, existen serias divisiones, llegando a suponer que tras conocer los resultados, algunos podrían desertar de las alianzas conformadas con anterioridad.

Sin lugar a dudas, la alianza que ha tenido mayores discrepancias durante estos meses de campaña ha sido la Coalición Centro Esperanza, que al principio parecía que su fuerte era la unión entre todos sus actores, pero que culminó con roces entre ellos.

Después de que la exintegrante y ahora aspirante por el partido Verde Oxígeno, Íngrid Betancourt, acusara al exrector universitario Alejandro Gaviria de haber incumplido con los acuerdos previos, tras recibir los apoyos de algunos congresistas integrantes de partidos tradicionales como por ejemplo el senador de Cambio Radical Germán Varón, o la llegada de liberales como Horacio José Serpa o Miguel Ángel Pinto, e incluso con el arribo del congresista Rodrigo Lara, el resto de precandidatos también se manifestó en contra de ello, ya que lo consideran como el arribo de las “maquinarias” a su grupo.

Tanto así que el precandidato del partido Dignidad, Jorge Enrique Robledo, advirtió que en caso de que el exrector universitario sea el vencedor de la consulta, no apoyaría su candidatura, porque Gaviria “rompió los acuerdos pactados con anterioridad y no aceptaría respaldar las maquinarias”.

El otro inconveniente que ha tenido Gaviria ha sido con el exgobernador de Antioquia, Sergio Fajardo, bien sea en declaraciones personales o en medio de debates televisivos. Mientras que uno defendió los acuerdos de Centro Esperanza sobre la adhesión de figuras de partidos tradicionales a la alianza, el otro recordó las investigaciones y líos judiciales en su contra. Recientemente, el exrector, en una cuña radial, expresó que llegó el momento del cambio y que el tiempo de Fajardo en la política ya pasó.

No obstante, Fajardo sostiene que estas disputas deberían pasar a un segundo plano y enfocar su campaña en la ciudadanía. “Yo tengo que responderle a las personas que nos están escuchando a nosotros, porque quieren saber de la propuesta de educación o de la lucha contra la corrupción”, afirmó en declaraciones a los medios de comunicación.

De otro lado, los precandidatos Juan Manuel Galán y Carlos Amaya también tienen su disputa personal, esto debido a que el primero pidió al exgobernador de Boyacá que aclarara una información revelada en redes sociales sobre sus cercanías y alianzas con la alcaldesa de Bogotá, Claudia López.

En respuesta, Amaya calificó el señalamiento como “desconcertante” y “falso”, y también aprovechó para lanzar duras críticas contra el precandidato del Nuevo Liberalismo, cuestionando los puestos políticos y administrativos de algunos de los familiares de Galán, entre ellos su hermano Carlos Fernando Galán, hoy aspirante al Senado. Pese a que ambas partes aclararon sus asuntos y decidieron hacer una tregua, no se descarta que en un futuro cercano vuelvan a revivir esta disputa “familiar”.

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Pacto Histórico

Pese a que esta coalición se observa más íntegra, a diferencia de Centro Esperanza, lo cierto es que el Pacto Histórico también ha tenido capítulos de disputas entre precandidatos. Inicialmente, el altercado se centra en la fórmula vicepresidencial.

Aunque en las normas previas del Pacto se aclaró que quien resulte segundo en la contienda del domingo será quien obtenga este cargo, el candidato Gustavo Petro, gran favorito para ganar la consulta, no se mostró de acuerdo, y ha manifestado la posibilidad de buscar otras alternativas para llegar a ocupar el cargo.

Asimismo, al interior del Pacto Histórico también se cuestiona la eventual llegada del Partido Liberal a la alianza de izquierda, en cabeza del expresidente César Gaviria, quien tuvo un encuentro con Petro en semanas anteriores. Una de las disgustadas es la lideresa Francia Márquez, quien aseguró que “el pacto se hace con nuestras comunidades, no con la politiquería”, a lo que se sumarían los candidatos Camilo Romero y Alfredo Saade.

Equipo por Colombia

En menor medida, la coalición de Equipo por Colombia se ha visto permeada por las polémicas. Una de las disputas se enfoca en obtener la mayor votación proveniente del partido Centro Democrático; esto después de que su candidato, Óscar Iván Zuluaga, no ingresara a la agrupación por diferencias políticas.

Incluso, los precandidatos Álex Char y David Barguil fueron más allá y trataron de convencer a la senadora María Fernanda Cabal para que fuera su vicepresidenta, en caso de que alguno llegue a ganar la contienda. Sin embargo, la congresista rechazó ambas solicitudes afirmando que podría incurrir en doble militancia.

De hecho, los respaldos del uribismo también llegaron a la campaña de Federico Gutiérrez, como de los candidatos Alirio Barrera y Edward Rodríguez. Sin embargo, voces como las senadoras Paloma Valencia y María del Rosario Guerra afirmaron que la colectividad debe concentrarse en apoyar la candidatura de Óscar Iván Zuluaga, en vez de hacer “acuerdos por debajo de la mesa”.

Vale mencionar que la Veeduría del partido de gobierno había emitido una circular que restringía a la militancia para apoyar otras candidaturas diferentes a las del partido; sin embargo, ante la insistencia de varios integrantes, el líder natural del Centro Democrático, el expresidente Álvaro Uribe, confirmó que algunos sí podrán votar la consulta, sin que sean sancionados.