Colombia apoya que CPI investigue crímenes en Ucrania: Ramírez | El Nuevo Siglo
Vicepresidencía
Lunes, 7 de Marzo de 2022
Redacción Política

Colombia no solo rechaza la invasión rusa a Ucrania sino que además está apoyando la posibilidad de que la Corte Penal Internacional investigue los crímenes de guerra y de lesa humanidad que se estarían cometiendo en el marco de esta acción militar, ilegal, injustificada y arbitraria por parte de Moscú.

Así lo advierte en entrevista con EL NUEVO SIGLO la vicepresidenta y canciller, Marta Lucía Ramírez, quien, además, insiste en que la diplomacia, la negociación y la mediación hacen parte de la Carta de Naciones Unidas y no deben descartarse para superar esta grave situación que amenaza la paz y la estabilidad de Europa y el mundo.

EL NUEVO SIGLO: Teniendo en cuenta que Colombia es el único país latinoamericano aliado de la OTAN, ¿cuál es el papel principal del Estado colombiano frente a las tensiones entre Rusia y Ucrania? ¿Qué tan cierta es la versión de enviar tropas militares al continente europeo?

MARTA LUCÍA RAMÍREZ: En primer lugar, quiero hacer una precisión importante: la calidad de socio global que Colombia ostenta en la OTAN no implica obligaciones de ningún tipo para el Estado colombiano en materia de despliegue de tropas o participación en operaciones militares dirigidas por esta alianza. En consecuencia, como país, no estamos contemplando ningún tipo de envío de tropas al continente europeo.

En la Asamblea extraordinaria de la ONU, votamos junto a 140 países más la Resolución que rechaza la agresión de Rusia contra Ucrania y la violación del Derecho Internacional. Además del rechazo a la acción militar ilegal, injustificada y arbitraria de Rusia, hemos apoyado la iniciativa del fiscal de la Corte Penal Internacional, Karim Khan, de abrir una investigación penal sobre los crímenes de guerra y los crímenes de lesa humanidad que se están cometiendo en Ucrania, así como las audiencias que habrá la semana entrante en la Corte Internacional de Justicia.

No obstante, todo lo anterior, las vías de la diplomacia, la negociación y la mediación hacen parte de la Carta de Naciones Unidas y no deben descartarse porque estamos viendo la pérdida de una cantidad inmensa de vidas humanas y es un deber legal y moral tener opciones adicionales para tratar de evitar más muertes y un escalamiento mayor de esta amenaza para la paz y la estabilidad de Europa y del mundo.

Tal como expresé el miércoles en Nueva York, estas facultades del Secretario General de Naciones Unidas hacen parte del menú de opciones y todas las Naciones deben estar listas para apoyarlo bajo su liderazgo en esos esfuerzos.

ENS: ¿Qué balance tiene la Cancillería frente al número de colombianos que se encuentran en territorio ucraniano y cuántos estarán retornando al país? ¿Otras naciones de Europa han ofrecido recibir a los connacionales?

MLR: Producto de la iniciativa que lideramos en Colombia, obtuvimos el apoyo de 13 cancilleres de América Latina solicitando a las autoridades de Ucrania facilitar la salida de los latinoamericanos y, por supuesto, de los colombianos, por los distintos puntos de frontera.  Con el equipo y el embajador Javier Higuera en Polonia, hemos dado asistencia a los 293 colombianos que teníamos allá, de los cuales han salido 251 y otros 22 están en proceso de evacuación. La mayoría de los que salieron han manifestado su deseo de permanecer en Europa, pero ellos saben que su Gobierno ha estado pendiente y por esa razón no se ha necesitado enviar el vuelo de la Fuerza Aérea que autorizó el Presidente.

Hemos contado con el trabajo dedicado y constante de nuestra misión en Polonia y aunque les envié algunas personas de refuerzo de otras embajadas en Europa, sé que llevan 10 días con muy pocas horas de sueño y sirviendo de la mejor manera posible a nuestros ciudadanos. Agradezco enormemente a cada uno de nuestros funcionarios su servicio, así como a Brasil, Ecuador y México, que nos brindaron asistencia para traer a algunos de ellos.

Desde antes de iniciado el ataque de Rusia a Ucrania, organizamos protocolos de salida en las fronteras con Polonia y Rumanía y posteriormente con Hungría y Eslovaquia, e iniciamos un trabajo coordinado con nuestras misiones para conseguir hoteles así como brindarles acompañamiento. A la fecha tenemos 53 colombianos hospedados garantizándoles alimentación y en algunos casos les hemos gestionado servicio médico.

Encuentro Biden–Duque

ENS: ¿Cuál es su opinión frente a la reunión que sostendrán el presidente Iván Duque con el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, el próximo 10 de marzo en Washington?

MLR: Por supuesto que estamos muy satisfechos de poder materializar, este 10 de marzo, la reunión entre el presidente Biden y el presidente Duque, máxime teniendo en cuenta que el mandatario estadounidense todavía no se ha reunido con ningún presidente suramericano, con la sola excepción de México, y han sido pocos los líderes del mundo con los que ha sostenido encuentros bilaterales.

Esta cumbre significa justamente el reconocimiento de Estados Unidos a Colombia como su principal aliado estratégico en la región. Aquí estamos hablando de relaciones entre Estados, entre dos naciones que celebran 200 años de relaciones diplomáticas, más allá de la foto de dos gobernantes.

La nuestra ha sido una relación basada en un reconocimiento mutuo, cimentada en los principios democráticos, que va más allá de los partidos. Los demócratas y los republicanos han sido un baluarte del Plan Colombia y del acompañamiento a nuestro país, en diferentes temas estratégicos, durante estos años, así como en la defensa de la institucionalidad, la democracia, las libertades y el Estado de Derecho.

En esta oportunidad, estarán sobre la mesa temas de la mayor importancia para las relaciones de corto y largo plazo entre nuestros dos países y también para el progreso y el desarrollo de nuestra región y del hemisferio.

ENS: ¿Qué tan real es hoy el riesgo de injerencia extranjera en las elecciones parlamentarias y presidenciales de Colombia?

MLR: La institucionalidad de nuestro país es sólida, y así lo es también nuestro sistema electoral y los órganos que lo regulan y protegen. Pero por supuesto no podemos subestimar ningún riesgo y tenemos el deber de debida diligencia en todos los frentes, más aún en este tiempo de redes sociales, cuando circula información por doquier, muchas veces falsa, tendenciosa o descontextualizada. El ejercicio de la democracia implica libertad; por tanto, no podemos permitir que facciones interesadas en generar caos y desestabilizar el país y la región, influyan en la libre decisión del voto de los colombianos.

Nuestra obligación, entonces, es estar alerta para identificar y hacer la trazabilidad de dineros, tecnologías, uso de redes. Colombia merece un proceso democrático transparente y con garantías para todos como lo exige nuestra trayectoria democrática.


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Dictadura de Venezuela

ENS: El Gobierno Duque, desde el día cero, se puso como meta gestionar a nivel externo la caída de la dictadura venezolana. Faltando seis meses para que acabe el mandato, hoy se ve un Maduro más aferrado a su poder. ¿Se fracasó en este objetivo?

MLR: Este es un tema de suma importancia para la región y el mundo. Colombia ha acompañado una acción internacional que ha sido apoyada por más de 50 países, visibilizando a nivel mundial la dictadura que tiene el poder de facto en Venezuela y la crisis humanitaria que sufren los venezolanos, por un régimen que ha violado todos los derechos democráticos de sus ciudadanos, desencadenando una crisis migratoria sin precedentes, que ya supera la cifra de seis millones de personas, por encima de la migración de Siria, y de los cuales Colombia ha acogido dos millones, mediante el Estatuto de Protección Temporal.

Más que hablar de un fracaso de Colombia, tendríamos que preguntarnos seriamente qué ha pasado con las instituciones regionales y multilaterales que no lograron imponer la defensa de la democracia y de los Derechos Humanos como un bien superior que a todos nos debería interesar proteger en la región.

Colombia, como es su tradición, ha recurrido a los canales diplomáticos, al derecho internacional y al diálogo con los gobiernos democráticos del continente, procurando contribuir a una solución pacífica y constitucional que permita el regreso de la democracia a Venezuela y se resuelva la grave crisis multidimensional que atraviesa nuestro país hermano.

Hemos actuado con absoluta coherencia y apegados a principios democráticos y hemos visto cómo, en un hecho sin precedentes para nuestra región, la Corte Penal Internacional ha abierto una investigación formal por crímenes de lesa humanidad contra el régimen de Maduro.

Luchar por la causa de la democracia y las libertades nunca será un fracaso y tenemos la esperanza de que nuestra región recupere pronto la senda democrática que se ha perdido en algunos países y mantener así garantías de respeto al Estado de derecho y los derechos humanos, así como de estabilidad y paz para nuestra región. Como lo afirmé ante Naciones Unidas, la situación en Ucrania nos recuerda que todo país por pequeño que sea cuenta, y por eso el sistema multilateral debe ser más eficaz.

ENS: ¿La llegada de gobiernos de izquierda a varios países latinoamericanos y el cambio en la Casa Blanca debilitaron la cruzada internacional contra la dictadura chavista? ¿La aplicación efectiva de la Carta Democrática de la OEA se quedó en el papel?

MLR: Las acciones de la OEA y sus Estados miembros ante la ruptura del orden democrático y constitucional en Venezuela, no solo han involucrado la Carta Democrática Interamericana, sino también una amplia gama de instrumentos políticos y jurídicos para apoyar al pueblo venezolano en su derecho a tener democracia y liberarse de la dictadura.

Como primer resultado visible, hoy en la OEA está sentado el representante de la Asamblea Nacional de Venezuela, el embajador Gustavo Tarre, participando en todas las Comisiones y Grupos de trabajo de la Organización y no el representante de la dictadura, este es un hecho fáctico del aislamiento efectivo de la dictadura del sistema interamericano.

Crecimiento económico

ENS: ¿Qué significa para la diplomacia económica que hoy Colombia tenga el mayor crecimiento a nivel de OCDE e incluso el tercero en América Latina?

MLR: Sin lugar a dudas, somos los campeones de la reactivación económica, gracias al trabajo conjunto y comprometido de todos los colombianos: nuestras empresas, los trabajadores que, día a día, se levantan a aportar al aparato productivo, los servidores públicos y obviamente el liderazgo del Gobierno y el Presidente.  De ello, dan cuenta varias organizaciones internacionales, como la OCDE, FMI, el Banco Mundial, entre otras, que posicionan a Colombia como líder de la reactivación. En este contexto, quiero destacar el trabajo que hemos venido haciendo con 86 gremios de la producción, que nos han ayudado a jalonar la recuperación, con el protagonismo de sectores como construcción, agroindustria y cárnicos.

Como lo he dicho a todos nuestros embajadores desde que llegue a la Cancillería, debemos mostrar en todos los escenarios que somos un país en permanente progreso, a pesar de las dificultades y desafíos que también reconocemos y trabajamos en solucionar.

La Cancillería está volcada a transmitir este mensaje en todos los escenarios, y a destacar que, en el repunte de la economía, nuestras exportaciones han crecido a un ritmo sin precedentes, superando incluso los niveles prepandemia. Estamos ahora llegando a los niveles más altos de la última década en exportaciones no tradicionales y por eso debemos profundizar en la ejecución de las recomendaciones de la Misión de Internacionalización, dentro de las cuales la diplomacia económica, la diplomacia científica y la sanitaria tienen una altísima prioridad para que estos resultados se mantengan en las próximas décadas y logremos un crecimiento estable por encima del 5%, que nos permita generar los millones de empleos  necesarios para la eliminación de la pobreza extrema.

Sabemos que la inversión, el crecimiento y el empleo son la mejor palanca del bienestar. Por ello, resulta fundamental que el sector privado, el público y la ciudadanía, sigamos trabajando por potencializar el apetito por los productos y servicios colombianos, así como promover inversiones, oportunidades y turismo en todos los rincones del país.

ENS: ¿La Cancillería tiene una cuantificación de los acuerdos y promesas de inversión concretadas en las últimas giras del presidente Duque por Asia, Europa y Estados Unidos?

MLR: Sin duda, han sido visitas fructíferas con importantes anuncios de inversiones y acuerdos en diferentes áreas. Obviamente la ejecución de todos esos proyectos hace parte del trabajo de seguimiento que se hace por los Ministerios Sectoriales con el Viceministro de Relaciones, que son quienes han acompañado al Presidente en sus giras.

En el caso de Estados Unidos, durante el viaje del presidente Duque, en el pasado mes de septiembre, se anunciaron inversiones de 2.300 millones de dólares y en Europa, con perspectivas de inversión por US$7,5 millones, de parte de Bélgica. En Países Bajos por cerca de US$400 millones y en Corea las perspectivas de inversión son por US$200 millones, por lo cual he pedido al Viceministro ese seguimiento detallado. Vale destacar, también, el anuncio de asignación de recursos para Colombia que hizo el Banco de Exportación e Importación de Corea (Korean Eximbank) por US$100 millones para temas de crecimiento verde.

Finalizo aludiendo a la gira por Emiratos Árabes Unidos, donde se materializaron ofertas de inversión de más de US$70 millones, con un potencial de acuerdos de inversión bastante significativos.

Pero, claramente además de las cifras, en estas visitas de Estado también estamos construyendo confianza, fortaleciendo los cimientos para abrir nuevos caminos de intercambio, cooperación y amistad, cuyos resultados seguiremos viendo a mediano y largo plazo.

ENS: ¿Cómo entender que mientras el Consejo de Seguridad de la ONU relieva el proceso de implementación del Acuerdo de Paz, a nivel interno, instancias judiciales y sectores de oposición consideren lo contrario?

MLR: El gobierno del presidente Iván Duque ha trabajado de manera responsable y comprometida en la implementación de la paz con legalidad, como lo reconoce el Secretario General de Naciones Unidas. No hay que olvidar que, según la Corte Constitucional, esta implementación está prevista a 15 años; sin embargo, este gobierno dejará avances superiores al 35% en la mayoría de los indicadores del acuerdo.

Las inversiones en los Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial (PDET) llegan a los $12 billones, esto equivale al 70% de lo que cuesta la primera línea del Metro de Bogotá, para hacer una comparación simple. Hoy, siete de cada 10 excombatientes de las antiguas Farc, de un total de 13 mil, tienen un proyecto productivo o un emprendimiento. Y muy importante: se han invertido $2,9 billones en indemnizaciones individuales a 345 mil víctimas de la violencia, que son el centro de nuestras acciones.

Creo que más allá de las descalificaciones, la comunidad internacional es garante del cumplimiento de Colombia en la paz con legalidad. Nosotros somos respetuosos de las instancias judiciales y la justicia transicional no es la excepción. Respecto a las críticas de la oposición es importante señalar que, desde un principio, hemos aplicado una premisa: este gobierno tiene una política de paz, no hace política con la paz.

Aspiración presidencial

ENS: Visto todo lo que está pasando en el país y el clima de la campaña electoral, ¿no se arrepiente de haberse quedado en el Gobierno, en lugar de renunciar y lanzar una candidatura que en agosto de 2018 se daba como una posibilidad segura?

MLR: Hay muchos momentos en que la vida le pone a uno a prueba sus convicciones y motivaciones. Las mías han sido el país por encima de mis aspiraciones políticas y el servicio a Colombia, siempre que el país me necesite. En el caos que vivimos con las protestas y el vandalismo de mayo del 2021 sabíamos que había gente dispuesta a todo y había riesgos reales. Por eso acepté quedarme a acompañar al presidente a sabiendas de que se me acababa el tiempo para evitar inhabilitarme.

Hay un valor muy olvidado por estos tiempos y es el cumplimiento del deber con lealtad al país. No me pareció correcto abandonar el barco en momentos de crisis y me quedé en el cargo para el que me eligieron los millones de colombianos que también votaron por mí, como parte de una fórmula de coalición.

Jamás me arrepentiré de ser coherente, aunque a veces pueda haber sinsabores. Esto no es nada nuevo para mí. Uno no puede permitir que el poder lo obsesione. Lo verdaderamente sublime es estar dispuesto al verdadero servicio, aunque le confieso que sí estaría disfrutando estar en la campaña y haciendo nuestras propuestas.