¿Cómo influye la proliferación de debates en el elector? | El Nuevo Siglo
CADA GREMIO durante su convención nacional ha preparado un debate con los precandidatos, igualmente algunas universidades han organizado estos foros.
Viernes, 24 de Diciembre de 2021
Redacción Política

SEGÚN CÁLCULOS hechos por las mismas campañas políticas, se han organizado en el país cerca de 50 foros con los precandidatos presidenciales. EL NUEVO SIGLO consultó a algunos expertos para preguntar si realmente estos debates son definitivos a la hora de tomar una decisión por un aspirante.

Cada gremio ha preparado su propio debate; de hecho, el primero fue el de la ANDI, luego se realizó el de Fenalco, siguieron Asobancaria, Confevip, Confecámaras, Congreso Nacional de Infraestructura, entre otros. Igualmente, algunas universidades como Los Andes, La Sabana, Nacional también han servido de escenario para estos eventos. Por último, los medios han preparado sus propios encuentros o diálogos entre candidatos, como han sido llamados.

Para Pedro Medellín, economista de la Universidad Nacional y analista político, estos foros no han sido relevantes, no han servido de nada. Sin embargo, culpa de esto a los que preparan los libretos de los debates. “Las preguntas han sido rebuscadas y esto no le ha permitido a los precandidatos mostrar la dimensión que realmente pueden tener”, comentó.

Asegura que estos debates no cumplen con la función de que sean útiles para la democracia, sino más bien sirven de “publicidad para los canales”.

Un tercer aspecto que resalta Medellín es que “no han permitido la deliberación, debido precisamente por las preguntas; además, los tiempos son ajustados, el número de candidatos es demasiado grande, todo atenta en contra de una buena deliberación electoral”.

En general, para él, los debates no sirven para cambiar las decisiones de los electores “ni siquiera tampoco creo que contribuyan, en un escenario muy colombiano, a que los ciudadanos tengan una mayor información por la calidad de los entrevistadores”.

Por otro lado, Jairo Libreros, profesor titular de la Escuela de Gobierno de la Universidad Externado de Colombia, indicó que cuando los foros presidenciales están tan distanciados de la fecha de las elecciones primarias, les sirven más a los candidatos que a los ciudadanos. “Es muy difícil encontrar que en estos debates tan lejanos los ciudadanos empiecen a definir quiénes son sus candidatos de preferencia o que por lo menos tomen una decisión del sentido de su intención de voto”.

“Estos mecanismos le han servido mucho a los candidatos para mejorar su discurso, para entender de qué manera puede mejorar la producción de mensajes estratégicos y en qué facetas se siente ellos más fuertes que sus rivales. Pero creo que para el cierre del año, de esos 50 debates no tengo claridad sobre quiénes son los candidatos más fuertes en diferentes temas”, explicó.


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“Generalmente los debates tienen un mayor impacto cuando se dan en televisión nacional, porque permiten a diversos sectores tener la capacidad de definir esa votación, pero eso tiene que ser máximo 30 días antes del proceso electoral”, añadió.

¿Indiferencia?

Así mismo, Libreros considera que tanto debate no causa saturación en el elector, porque sencillamente la gente no los está viendo. “Cuando uno consulta con diferentes personalidades, periodistas, cómo han sido los debates, cómo ven los candidatos, uno esperaría encontrar algunas coincidencias pero generalmente las personas no los ven. Es por mi actividad profesional que yo vivo pegado a eso, pero cuando uno trata de encontrar retroalimentación y medir cómo va la perspectiva de los demás en el círculo donde yo me muevo el interés es mínimo”.

“Para ciertos sectores que no han tomado su voto puede generar algún tipo de preferencias, pero está demostrado que no son tan decisivos, los debates lo que permiten es mejorar el margen de conocimiento de quienes están en la disputa, pero no siempre se identifican esos debates con la consolidación de los procesos”, sostuvo Libreros.

Recordó que en algunos países la legislación electoral determina que solo se requiere un solo debate entre los candidatos presidenciales después de haber superado las elecciones primarias. “Entonces yo creo que esos candidatos permiten mejorar el discurso de cada uno de ellos en entender las debilidades de sus adversarios, pero el trabajo de la opinión, el trabajo de la clientela, el trabajo de la maquinaria política, juegan un papel muy importante en las democracias liberales”, afirmó.

De otra parte, Diego Rubiano, subcoordinador del observatorio político electoral de la Misión de Observación Electoral (MOE), dijo que ha proliferado la realización de estos debates durante esta campaña electoral. “Hay que hacer una salvedad y es que estos debates tienen un carácter privado, de manera pública aún no se pueden convocar, solo hasta tres meses antes de la elección presidencial el 29 de mayo; lo que tenemos ahora son debates que se dan en congresos, en espacios empresariales, en el que se convoca a los candidatos”.

Aclaró que los debates presentados por algunos medios tienen una salvedad porque se invita a candidatos que ponen sus nombres a posibles consultas interpartidistas, que se realizarán el 13 de marzo, así que ellos figuran como precandidatos.

Para Rubiano, los debates sí han sido una gran herramienta para cambiar algunas posturas en los electores, “lo importante es que se hagan de manera abierta, que se convoque a todos los candidatos que no sean sesgados, solo con los que van liderando las encuestas, que es el error que se comete en los medios de comunicación, sino que se muestre el panel amplio para que se tenga una posibilidad de elección y de conocimiento por parte de la ciudadanía”.

En cuanto a la cantidad de estos foros, resalta que “a través de estos espacios se pueden conocer las propuestas; por eso el ejercicio de los debates, más allá de que sean muchos o en gran cantidad, no influiría en la decisión de los electores”.   

En cuanto a la posibilidad de una segunda vuelta, que se presente un debate obligatorio entre los dos candidatos definitivos, Rubiano indicó que “este sería un mecanismo muy óptimo en la recta final de la campaña, desafortunadamente el código electoral sigue en estudio de la Corte y no sabemos aún cómo va a ser el rol de los medios ni de los candidatos que llegasen a esa instancia el próximo año, es una zona gris que tenemos para el 2022”.