LA SEGUNDA legislatura que comienza hoy es definitiva para las reformas del Gobierno y el posicionamiento de los partidos frente a la administración Petro, ya sea en el oficialismo, la oposición o la independencia. A continuación, los principales retos que se ven en este periodo.
- Relación Gobierno-Congreso
El Gobierno no cuenta con las mayorías con las que comenzó la primera legislatura el 20 de julio de 2022 en Senado y Cámara debido a la coalición que logró conformar. Ya no están los partidos Conservador y La U, que se pasaron a la independencia; en tanto que el Partido Liberal no ha tomado una decisión, pues hay división en la dirección y la bancada en cuanto a mantenerse en el oficialismo o emigrar.
Con una coalición disminuida en la que aún se mantienen el Pacto Histórico y la Alianza Verde, el Gobierno tiene el difícil reto de sacar adelante sus reformas por el único camino que se ve viable, la concertación con las diferentes fuerzas políticas.
Se espera que la Casa de Nariño respete la autonomía del Legislativo, en tanto que no caiga en la tentación de ofrecer ‘mermelada’ a los congresistas para sumar votos a favor de sus proyectos, como según la oposición ‘ya ocurrió’ para que se aprobara la reforma a la salud en primer debate ni en presionar al Legislativo convocando a la gente a la calle.
- El pulso político
Un desafío para la coalición que marcó distancia con el Gobierno es ponerse de acuerdo para que unan fuerzas de oposición e independientes, como lo propuso el jefe de Cambio Radical, Germán Vargas. De ser así, lograrían 53 votos en Senado, eso sin contar los liberales que como se dijo están pendientes de tomar una decisión sobre qué rumbo tomar.
Una eventual alianza de oposición e independientes alcanzaría fácilmente los 55 votos que se necesitan en Senado para lograr las mayorías, pues a los 53 que suman, podría alcanzar 2 en la misma coalición de gobierno donde hay integrantes como Jonathan Pulido, de la Alianza Verde, que se comporta como independiente.
Mientras que, en Cámara, una eventual yunta de oposición e independientes sumaría 84 votos; en tanto que la coalición tiene 70 votos. En ambos casos no se está contando los liberales, que son la fuerza mayoritaria en Cámara con 32 parlamentarios.
Visto así, el reto del Gobierno es atraer al Partido Liberal de nuevo a la coalición, lo que le daría las mayorías en la Cámara; mientras que en Senado si bien con ello no las obtendría, lo dejaría cerca.
- Tiempo contado para reformas
El Gobierno con mucha dificultad, por la falta de pleno consenso con las distintas fuerzas políticas, logró que de las grandes reformas le aprobaran en el pasado periodo en primer debate la de la salud y la pensional, mientras que sucumbió por falta de trámite la laboral.
Es claro para la administración Petro y la bancada oficialista que la segunda legislatura es definitiva para sacar adelante las grandes reformas (laboral, salud y pensional), pues dejar que se extiendan a la tercera sería un ‘tiro al aire’.
Sin embargo, un reto que se pone el mismo Gobierno es sacar adelante en la segunda legislatura las grandes reformas en medio de otro paquete de iniciativas que anunció y que, por ende, pueden saturar la actividad del Legislativo: la laboral, ‒en la que insistirán‒; la reforma a la Ley de Víctimas; la reforma a la Ley de Educación Superior, la reforma a la Ley de servicios públicos, la reforma al Código Minero.
- Función electoral
Posiblemente en septiembre el Congreso elegirá Contralor General, después de que el Consejo de Estado declarara nula la elección de Carlos Rodríguez por errores en el trámite que hizo el Legislativo.
Esta elección promete generar un gran pulso en el Congreso entre el oficialismo y la oposición e independientes, que harían un bloque para poner un Contralor General.
Rodríguez fue elegido en el cargo con más del 90% de los votos en el Congreso, y esto se explica porque tenía el ‘guiño’ del Gobierno. Por ello, aunque fue enfático en la independencia que tendría para desarrollar su función, la oposición señaló que el Gobierno actuó para tener un Contralor de ‘bolsillo’.
Otro pulso que se podría presentar tiene que ver con la situación del magistrado del Consejo Nacional Electoral, Altus Alejandro Baquero, a quien el Consejo de Estado le suspendió su elección por, presuntamente, no acreditar la experiencia profesional que le permitirá acceder al cargo. Por estos hechos la Procuraduría le abrió investigación disciplinaria.
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De caerse la elección de Baquero el Congreso se verá abocado a votar la escogencia de un nuevo magistrado que ocupe su plaza en el Consejo Electoral.
Cabe destacar que Baquero fue postulado ante el Congreso por el Partido Liberal para magistrado del Consejo Electoral, cuando esta colectividad hacía parte de la coalición. Sin embargo, en una eventual nueva elección, lo que podría ocurrir es que la oposición y los independientes intenten poner a uno de los suyos.
- Moción de censura
En la pasada legislatura, no prosperaron cuatro mociones de censura que impulsó la oposición, dos contra la entonces ministra de Minas, Irene Vélez; una al canciller, Álvaro Leyva; y una al ministro de Defensa, Iván Velásquez.
No obstante, en esta segunda legislatura la oposición tendría buenas posibilidades de materializar una moción de censura si considera que hay mérito para llevar a esa instancia a un ministro, porque como se dijo puede lograr las mayorías si con los independientes suman sus fuerzas.
En la mira de la oposición no ha dejado de estar el Ministro de Defensa por los problemas de seguridad que vive el país. Igualmente, era previsible que llevaran a moción de censura si Irene Vélez no hubiese renunciado a seguir al frente del Ministerio de Minas.
- El control político
Antes de que inicie la segunda legislatura se prevé que el control político del Congreso será intenso, promovido por los partidos de oposición e independientes por temas como la seguridad y el orden público, en que citarán al ministro de Defensa, Iván Velásquez; sobre garantías en las elecciones, debido a las alertas de los órganos de control por la presencia de actores armados, para lo que también, serán citado el ministro del Interior Luis Fernando Velasco; y por las negociaciones de paz, el alto comisionado Danilo Rueda.
Finalmente, asimismo, se anuncia una convocatoria a la vicepresidenta y ministra Francia Márquez por la polémica generada alrededor de la estructuración y carga burocrática del Ministerio de Igualdad y Equidad.
Mesas directivas
A diferencia de la primera legislatura que se llegó al 20 de julio con las presidencias de Senado y Cámara con los nombres definidos de Roy Barreras y David Racero, respectivamente, hoy hay incertidumbre, pues hay varios aspirantes.
En la Alianza Verde-Centro Esperanza, coalición que le corresponde la presidencia del Senado, no se pusieron de acuerdo los cuatros aspirantes sobre quién de ellos se postularía entre Angélica Lozano, Inti Asprilla, Iván Name y Ariel Ávila.
Ayer 8 de los 13 parlamentarios que componen esta coalición manifestaron su apoyo a Lozano, según un documento que firmaron tres congresistas en representación de las fuerzas que integran la Alianza Verde-Centro Esperanza: Andrea Padilla, por Alianza Verde; Guido Echeverri, por En Marcha; y Berenice Bedoya por ASI.
Pero Name, Asprilla y Fabián Díaz se retiraron de la reunión en la que se acordó apoyar a Lozano; mientras que Ávila se mostró en desacuerdo.
Entonces nada impide que, junto a Lozano, también hoy resulten aspirando Name, Asprilla y Ávila a presidir el Senado en la segunda legislatura.
En tanto que en el Partido Liberal se podría caer el acuerdo para que el representante Andrés Calle presida la Cámara, pues un sector de la bancada no le perdona su cercanía con el Gobierno. En las últimas horas estarían tomando fuerza las aspiraciones de Julián Peinado y Carlos Ardila.