Al tiempo que paulatinamente bajan las cifras de nuevos contagios y de fallecidos por el covid-19 en Colombia, se abre la posibilidad de reabrir algunos sectores que han estado clausurados durante toda la pandemia, como las discotecas, así como permitir el acceso de público a los estadios de fútbol, claro está con el condicionamiento de que las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) de las respectivas ciudades estén por debajo del 85%, como lo ordenó el Gobierno nacional en el marco de la emergencia sanitaria.

En ese sentido, Medellín dio ayer un paso con el primer partido del fútbol profesional que se realiza en esa ciudad con público en más de un año, al habilitar con las debidas medidas de bioseguridad la presencia de 3.000 hinchas en el estadio Atanasio Girardot para el encuentro entre el Deportivo Independiente Medellín y Águilas Doradas, en lo que corresponde a la primera fecha del segundo torneo de este año.

Sobre el particular el alcalde de esta capital, Daniel Quintero, justificó que “Medellín ha superado el pico que habíamos enfrentado y podemos pasar a la fase dos de la apertura de la economía, lo que significa que vamos a poder tener eventos con mayores aforos. Esto es una buena noticia, por eso la primera medida que hemos tomado es permitir el primer partido de Medellín y Águilas Doradas con un aforo de 3.000 personas”.

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La Alcaldía de esta ciudad explicó en un comunicado que “con el aval epidemiológico del Ministerio de Salud y gracias a la ocupación actual menor al 85 % en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) de la ciudad, la Alcaldía de Medellín habilita desde este viernes, 16 de julio, el ingreso de hinchas al estadio Atanasio Girardot con aforo controlado y protocolos de bioseguridad, sumando así un nuevo sector a la reactivación económica que se viene adelantando desde junio de este año”.

Sin embargo, en la capital de la República la alcaldesa Claudia López piensa otra cosa en cuanto a permitir en este momento el regreso de público al estadio Nemesio Camacho, ‘El Campín’, a pesar de que Bogotá superó la alerta roja, después de que la ocupación de las UCI hace algunas semanas llegó a un peligroso 98%.

"Nos tomó casi tres meses salir de este pico que fue como el Everest. Fueron tres meses muy dolorosos, pero al fin salimos de alerta roja, volvimos a bajar a 84%", dijo la burgomaestre López.

López, sin embargo, advirtió que "el covid y sus peligrosas variantes siguen", por lo que dijo "Bogotá, por ahora, no va abrir discotecas, conciertos ni fútbol, vamos a esperar a ver cómo nos va con el tema de educación (regreso a clases presenciales) y unas semanas más adelante, en agosto, examinaremos si pedimos o no pilotos".