Cada vez es menor la ayuda por cooperación internacional que entregan los países desarrollados a naciones más rezagadas. Ahora se busca más un intercambio de experiencias.

Así lo explicó Roberto Lippi, experto en cooperación internacional, desarrollo y gestión territorial. También docente Link Campus University en Roma, Italia

 EL NUEVO SIGLO: ¿A dónde apunta hoy la cooperación internacional?

ROBERTO LIPPI: Creo que la cooperación internacional está cambiando muchísimo porque está cambiando el mundo, es decir, ya hay muchos países que lograron mejorar sus propios índices de desarrollo humano, el problema es que al interior de los países hay situaciones muy diferenciales. Entonces, la cooperación internacional cada vez más está buscando caracterizarse como una plataforma real de intercambio de experiencias y no más como ayuda. 

ENS: ¿La crisis económica que han vivido Estados Unidos y Europa también ha afectado la cooperación internacional?

RL: Bueno, seguramente la crisis afecta por el lado presupuestal, entonces muchos países de Europa y de la Unión Europea como todos están, por ejemplo, disminuyendo los recursos públicos que están destinados a la cooperación internacional, y sobre todo a la ayuda pública al desarrollo, eso es un problema.

Pero yo creo que también tenemos que verlo de otra forma, es decir, de pronto la reducción de los recursos financieros implica un reenfoque de las políticas o de los instrumentos en la dirección que estaba planteando antes, es decir, cada vez menos recursos, más capacidad de intercambiar experiencias.

ENS: ¿Pero no es una mala noticia para los países pobres, que por lo general prefieren más la ayuda en especie que un intangible como el conocimiento?

RL: Depende mucho de los países de los cuales estamos hablando, claramente la cooperación tiene que tener enfoques diferenciales, distinto es pensar en algunas áreas de África que se quedan totalmente rezagadas hasta en términos de infraestructura social, infraestructura física, etcétera, que pensar en países como casi toda América Latina, que ya lograron niveles intermedios de desarrollo.

Claro, la cooperación se tiene que enfocar hacia donde necesita más, hasta en el interior de los países, porque, como decíamos, si el paradigma es que en su conjunto los países crecen, eso no significa que toda la población está beneficiada por ese crecimiento y esta mejoría.

ENS: ¿Cómo se hace para que las redes de cooperación internacional no se queden solo en manos del grupo de países desarrollados?     

RL: Creo que las redes ya son un hecho, es decir, ya existen y ya tienen múltiples niveles de interacción. Ahora el tema verdadero es para qué sirven estas redes en términos de cooperación internacional, a quién le tienen que aportar y qué capacidad tienen, no solamente de servir como de plataforma de intercambio de experiencias sino también de búsqueda de soluciones comunes porque tenemos que recordar de qué viene la palabra cooperación internacional. Cooperar significa operar juntos para buscar soluciones comunes, y ahora sí los necesitamos cada vez más.   

ENS: ¿Es posible un tipo de cooperación que vaya más allá del usual nivel Estado-Estado?

RL:Sí, yo creo que este paradigma se ha flexibilizado muchísimo, de hecho la cooperación de los estados está disminuyendo en todo el mundo y están aumentando otras formas de cooperación.

Entonces, ahí el tema es para que esas cooperaciones sean efectivas tienen que encontrar un focus claro e instrumentos claros de acción, y también los recursos por supuesto, pero no es más un tema solamente de recursos.

Si vamos a ver qué ha pasado en el mundo desde los 60 hasta hoy, es decir desde cuando estamos hablando de cooperación internacional hacia una ayuda pública al desarrollo, vamos a ver que los países que han recibido más ayuda pública al desarrollo, no están necesariamente mejor que aquellos que han recibido menos. 

Sectores

El catedrático italiano dijo que hoy en día la cooperación internacional se presenta en muchos sectores, pero “yo creo que tres son los ejes fundamentales: uno es el fortalecimiento de los esquemas de gobernanza en todos los niveles, que no significa el fortalecimiento solamente de las instituciones públicas sino lo que implica el concepto de gobernabilidad”.

El segundo eje es el fortalecimiento de las organizaciones de la sociedad civil, “que es fundamental en todo el mundo, pero máxime en los países en el donde el rezago es mayor”. Y una tercera área es cómo se utilizan hoy en día las ventajas que son derivadas de las tecnologías de la información y de la comunicaciones.