El triunfo en Chile el pasado domingo de los partidos de centroderecha en las elecciones de consejo constitucional, que lograron 33 de los 50 integrantes que redactarán una nueva carta política, es materia de análisis también en el resto de Latinoamérica, especialmente en los países en donde, actualmente hay gobiernos de izquierda. EL NUEVO SIGLO consultó expertos sobre, entre otros, los efectos que podría tener este proceso en Colombia.

Rafael Nieto Navia

Jurista, profesor y abogado.

¿Cómo lee el triunfo de la centroderecha en Chile en las elecciones al consejo constitucional, en medio de un gobierno de izquierda?

“Lo leo como una derrota de la izquierda. Eso va a pasar, esas victorias parciales de la izquierda en toda América Latina van a tener esa misma suerte”.

“En realidad es una derrota de la izquierda más que un triunfo de la derecha. Se quiso embutir una constitución de izquierda, y no lograron, y aquí tampoco lo van a lograr”.

¿Qué mensaje envía a la izquierda latinoamericana este resultado?

“Le manda un mensaje muy importante, que es que no se pueden ir a los extremos, como se han tratado de ir en Argentina, para no hablar de Venezuela y Cuba, por supuesto, y en Colombia y en México, porque la gente no va a aceptar eso. Creímos que se nos iba a implantar una izquierda en América Latina muy pronto, y resulta que no va a ser así. Los chilenos como es usual y como es frecuente, nos dan ejemplo”.

Guardadas las distancias y sin estar Colombia en un proceso constituyente, ¿qué impacto podría llegar a tener este resultado en la coyuntura política del país?

“Como lo acabo de decir, las izquierdas tratan de imponer su ideología a como dé lugar, y Petro no es la excepción. La actitud de Petro para que le aprueben sus proyectos son típicas de los gobiernos que quieren ser autocráticos”.

“Lo que está diciendo el triunfo de la centroderecha en Chile es no vamos a aceptar eso. Creo que en Colombia hay unas reacciones ya suficientemente duras, y lo demuestran las encuestas, en el sentido de que el país no acepta que le impongan esos regímenes”.

Fernando Cepeda Ulloa

Exembajador de Colombia ante la ONU y OEA.

¿Cómo lee el triunfo de la centroderecha en Chile en las elecciones al consejo constitucional, en medio de un gobierno de izquierda?

“El efecto de eso que allá llamaron la explosión social, pues tiene sus límites. Ya la explosión pasó, tuvo unos efectos, eligieron un presidente, y claro han ocurrido otros fenómenos. Ya la gente mira la situación de otra manera y toma otras decisiones”.

“La política no es uniforme, invariable por muchos años, no, va variando, va acomodándose, va cambiando, y esta es una excelente muestra de que eso es así”.

¿Qué mensaje envía a la izquierda latinoamericana este resultado?

“El mensaje es muy claro, es que no pueden dormirse sobre los laureles, que el hecho de haber ganado una elección presidencial, no asegura un futuro igualmente favorable. Que son las realidades, los hechos, las políticas, las que van configurando una actitud política por parte de los ciudadanos, y eso es lo que ha ocurrido”.

“Boric ha sido un presidente, a mi manera de ver, muy decente, muy respetuoso de la constitución, muy moderado. Y claro, las circunstancias han cambiado, la vida política ha sido muy difícil, pues aumenta el costo de la vida, aumenta la inflación, hay desempleo, y la gente responde así. Como respondió a la explosión social, responde ahora a los nuevos factores”.

Guardadas las distancias y sin estar Colombia en un proceso constituyente, ¿qué impacto podría llegar a tener este resultado en la coyuntura política del país?

“Creo que en Colombia ha habido unas voces, para mí no muy significativas, que hablan de convocar una constituyente. No creo que sea lo más conveniente, no creo que sea el camino que la gente está esperando. La gente está esperando un buen gobierno, punto, no otra vez un cambio constitucional que no sabemos a dónde nos puede llevar en circunstancias tan difíciles”.

“Entonces, el mensaje de la constituyente no es la mejor respuesta en todos los momentos a una situación difícil. En Chile la constituyente no satisfizo las expectativas, tuvieron que buscar una nueva manera de convocar, y esa nueva manera de convocar dio un resultado contrario del que había habido hace dos o 3 años”.

“No se puede jugar con eso, la constituyente es un tema muy serio, es un tema que requiere una maduración, requiere unas circunstancias, y no se puede estar proclamando que se debe convocar una cuando hay un problema o cuando hay dificultades”.

Vicente Torrijos

Internacionalista y profesor de relaciones internacionales

¿Cómo lee el triunfo de la centroderecha en Chile en las elecciones al consejo constitucional, en medio de un gobierno de izquierda?

“Esta es una reflexión muy profunda por parte del pueblo chileno, que experimentó con la fórmula de izquierda y tuvo que rechazar, como en efecto lo rechazó, en el referendo ese experimento. Creo que este es el típico proceso sociológico de ensayo y error. Una sociedad adelanta un proceso de experimentación, lo considera fallido y, por lo tanto, rectifica buscando el modelo inverso”.

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“Lo que sí resulta sorprendente desde el punto de vista técnico es que haya sido tan extremo, que hayan ido de un extremo al otro, porque uno podría decir que la derecha podría desarrollar un nuevo texto sin necesidad de la participación de la izquierda, por el número de curules”.

“Entonces el riesgo que se corre con este nuevo experimento, porque en el fondo es eso, es experimentar con el modelo a la inversa, el grave riesgo y el grave error en que podría incurrir la derecha es sentirse autosuficientes y excluir a los sectores que, estando presentes, pues no van a ser necesarios técnicamente para desarrollar el texto”.

“Sería un grave error y un grave riesgo porque el triunfalismo puede llevar a acentuar esa polarización social, y en vez de tener un escenario incluyente, como es el que se espera de una constituyente, se ahonde en esa división en la que ha venido estando la sociedad chilena”.

¿Qué mensaje envía a la izquierda latinoamericana este resultado?

“El hecho de que no hay que caer en la soberbia intelectual, primero, y política después. Pensar que se tiene el control absoluto de los procesos, y luego sentirse autorizados a un fenómeno al que técnicamente se le conoce como ‘Adanismo’, que consiste en pensar que un núcleo social puede de un momento a otro refundar el Estado prácticamente de cero. Desconocer los procesos históricos, excluir a los demás, desarrollar un texto constitucional como es el que inventaron los de la izquierda, sin una verdadera inclusión”.

“Creo que esa soberbia fue el grave error, y es lo que puede aprender en este momento la izquierda latinoamericana, que los procesos sociales deben estar caracterizados por el consenso, por la inclusión”.

Guardadas las distancias y sin estar Colombia en un proceso constituyente, ¿qué impacto podría llegar a tener este resultado en la coyuntura política del país?

“Creo que ninguno, uno puede incurrir en reflexiones solo por encontrarle una relación a lo que no tiene relación, más allá de que cualquier proceso sociológico puede ser llevado al extremo y puede polarizar, lo cual es normal en cualquier democracia y en cualquier sociedad en cualquier momento histórico”.