Durante su participación en el foro 'Víctimas de las Fuerzas Militares, Policía Nacional y sus familias en el conflicto’, convocado por la Universidad Militar, el director del Centro Nacional de Memoria Histórica, Darío Acevedo, manifestó su desacuerdo con lo pactado en La Habana entre el anterior gobierno y la guerrilla de las Farc, que derivó en un acuerdo de paz.

Fue un “premio a unos criminales de guerra”, que a su juicio ha evitado la reconciliación nacional. Para Acevedo, “algo de cárcel tiene que haber”. Agregó el Director del Centro Nacional de Memoria Histórica que “en el Congreso de la República responsables de esos crímenes y de lesa humanidad están ocupando cargos de tanta importancia en una democracia, como lo es el hecho de tener la calidad de congresistas”.

Estas afirmaciones han sido rechazadas por defensores del Acuerdo de Paz que consideran que independientemente de la postura ideológica de Acevedo, debería abstenerse de hacer señalamientos al pacto de La Habana, teniendo encuentra que está al frente de la dirección de una entidad que tiene como objetivo construir la memoria histórica del conflicto en Colombia.

EL NUEVO SIGLO consultó a Camilo González Posso, director del Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz), al respecto. “Creo que forma parte como de la ideología que él ha mostrado desde el principio, que es una oposición a la solución negociada del Acuerdo de Paz, y pues desde esa perspectiva está tratando de generar obstáculos a la implementación, desconociendo la importancia de negociaciones y diálogos cuando hay conflictos armados”.

Agregó González que la postura de Acevedo “forma parte de toda la concepción de su corriente política uribista”. Señaló también que entendiendo que la misionalidad del Centro Nacional de Memoria Histórica “es contribuir a la implementación de los acuerdos, a la reconstrucción de la verdad y la memoria, creo que con eso él está inhabilitándose tanto jurídicamente como éticamente”.