"El error del Gobierno fue 'despreciar'mayoría en el Congreso" | El Nuevo Siglo
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Domingo, 30 de Julio de 2023
Redacción Política

El próximo 7 de agosto el presidente Gustavo Petro cumplirá su primer año de mandato, en medio de las dificultades que han tenido en el Parlamento sus reformas, que él asocia con el cambio, como son la de salud, la pensional y la laboral, pues está disminuida la coalición que lo acompañó al principio. Precisamente, dejar perder las mayorías es el mayor error que ha cometido el jefe de Estado hasta el momento.

Así lo considera el exministro y exembajador ante la OEA y ONU,  Fernando Cepeda Ulloa, quien fue consultado por EL NUEVO SIGLO sobre aspectos claves del gobierno de Petro, como gobernabilidad, la coalición de gobierno, paz y seguridad.

Cepeda confesó que al inicio del mandato se “ilusionó” con que Petro pudiera hacer un buen gobierno, pero hoy no piensa lo mismo, no solo porque el mandatario en abril pasado rompió la coalición con los partidos Conservador, Liberal y la U, debido a que no apoyaron la reforma a la salud porque la consideran inconveniente como la presentó la Casa de Nariño, sino por otros hechos, como la inestabilidad que el analista considera hay en el Ejecutivo, como lo mostraría que en menos de un año han cambiado 11 ministros. 

EL NUEVO SIGLO: ¿Cuál es su balance del primer año del gobierno de Gustavo Petro? 

FERNANDO CEPEDA ULLOA: Inicialmente me hice la ilusión de que el presidente Petro estaba interesado en hacer un 'buen gobierno' y que para ello había venido haciendo unos gestos que finalmente quedaron materializados en su discurso de posesión, en el nombramiento del gabinete y en la decisión de construir un gobierno de acuerdo nacional. 

Para mí esto era recoger una importante tradición política en Colombia, que había tenido particular vigencia después del Frente Nacional, que es lo que llamé en algún momento construir un partido presidencial. O sea, tomó la decisión de contar con una mayoría en el Congreso que le permitiera ejercer una gobernabilidad democrática. 

Y tener una mayoría en el Congreso significaba facilitar la tarea de gobierno, no solo porque le permitía aprobar las leyes más importantes, sino gobernar con la experiencia y el conocimiento de personas que no formaban parte del Pacto Histórico y de los partidos que eran más allegados a este. 

Además, eso significaba que iba a haber un apoyo en la opinión pública, que se sentía representada en ese respaldo de partidos no petristas en el acuerdo nacional.

Esa fue la ilusión que me forjé, y claro, como ocurrió con buena parte de la ciudadanía y quizás el propio Gobierno, fue una gran desilusión.

ENS: ¿Cuál cree que ha sido el mayor error que ha cometido esta administración en 12 meses? 

FCU: El mayor error, que no recuerdo de otro gobierno en Colombia o en alguna parte del mundo, fue el haber incurrido en tomar la decisión de despreciar, y estoy utilizando un término amable, una mayoría que le regalaron en el Congreso el liberalismo, el conservatismo y el partido de la U.

Se habló casi durante un año, hasta abril, de que existía una aplanadora que le permitía al Gobierno prácticamente hacer lo que quisiera, por supuesto dentro de un esquema de acuerdo nacional. Porque no se entendía un acuerdo nacional para que solamente se tradujeran en leyes o políticas públicas los deseos del Pacto Histórico. 

Despreciar esos votos durante la vigencia de ese acuerdo y no utilizar este acuerdo en la mejor forma, así como no facilitar la continuación de ese acuerdo durante el término de la presidencia de Gustavo Petro, me parece un error descomunal. 

¿Qué gobierno desprecia una mayoría cómoda? Usted la aprecia enormemente, que es lo que le da la gobernabilidad. Si usted desprecia eso, que fue lo que ocurrió, está renunciando a la gobernabilidad y por eso es que el Gobierno termina el primer año y no se puede hacer un balance.

En el discurso en el Congreso el 20 de julio,  Petro propone otra vez un acuerdo. Dice que se tramite a través del Congreso. Uno no entiende bien cómo sería eso. 

Digamos que tan pronto terminó el discurso, ese acuerdo nacional no existía porque se eligió un presidente en Senado por parte de fuerzas de oposición e independientes; el de la Cámara se eligió casi que por unanimidad y responde a otros factores.

ENS: La bandera del cambio fue el principal caballito de batalla electoral, ¿a un año del primer gobierno de izquierda en Colombia qué tanto ha cambiado realmente el país? 

FCU: No creo que el país haya cambiado, lo que ha cambiado es el estilo de gobierno, lo que ha cambiado es la relación del Gobierno con los ciudadanos, la relación del Gobierno con las instituciones, la relación del Gobierno con los partidos políticos, la relación del Gobierno con los gremios. Lo que ha cambiado es la retórica del Gobierno.

No recuerdo en los años que he tenido de seguimiento de la vida política, que haya habido una retórica, diría, tan dura, tan descompuesta frente a los empresarios, los gremios, algunas instituciones y al sistema judicial.

Pero no lo considero un cambio deseable ni recomendable.

ENS: Si le preguntaran cuáles son los principales problemas que hoy tiene el país, ¿qué respondería? 

FCU: El primer problema es la desigualdad, la inequidad. El segundo gran problema es de una corrupción desaforada y que no se encuentran mecanismos para confrontarla.

Usted toma el periódico de ayer o el de hoy, y encuentra que en palabras del presidente el mayor robo que se le ha hecho a Colombia en su historia es el ocurrido en Ecopetrol. Al mismo tiempo, la Fiscalía y la inteligencia de las Fuerzas Militares encuentran que hay unas brigadas de soldados fantasmas, que no existen.

Igual se tienen colegios fantasmas; hace años se encontraron varios en Buenaventura y otros sitios. Se encuentran enfermedades fantasmas, como las que hubo en Córdoba, que costaron millonadas.

Lo que debe avergonzar no es que ocurran estos fenómenos, que son ya reiterados, sino que no hayamos sido capaces de utilizar la herramienta anticorrupción que en el mundo entero se considera la más eficaz, que es lo que se llama la delación premiada. O sea el que grita, el que denuncia, el que cuenta qué es lo que está pasando.

Si existe una ley de delación premiada, eso se resuelve en minutos. En lugar de que le roben mensualmente $500 mil millones al Estado, el Estado entrega una recompensa que valga la pena a la persona que denuncie.

ENS: ¿En su concepto cuál ha sido el mayor acierto del gobierno Petro en estos 12 meses de mandato?

FCU: Podríamos decir que se hizo una reforma tributaria, y entonces lo que le comentan a uno es que todos los años hacemos una. Pues sí, pero creo que se hizo una que muchos consideran que le genera unos recursos importantes al Gobierno. Y la explicación es que ni siquiera fue la coalición de gobierno que proporcionaba una mayoría, sino la tradición de que hacemos reformas tributarias.

Hay ministros que saben hacerlas, otros que no. Ocampo (José Antonio) dio un buen ejemplo de un buen manejo, con muchas dificultades, idas y venidas en la tramitación de esa reforma. Y los gremios y los empresarios saben que es una reforma que tiene subidas y bajadas, y finalmente se aprueba. Pero digamos que ahí hay algo valioso. 

Hay algo valioso también en el tema del Acuerdo de Escazú, las personas vinculadas al tema del cambio climático y ecológico. Sí era una convención que era urgente suscribir.



ENS: ¿Por qué cree que el Gobierno no acepta concertar y consensuar las reformas? 

FCU: Hay sectarismo, diría, en el Gobierno. Hay sectarismo en el nombramiento de las personas, en la destitución de personas. El número de funcionarios que han sido destituidos es algo muy impresionante, personas muy capaces que tenían trayectoria respetable, muy apreciadas. Hay una manifestación de sectarismo. 

"Usted no pertenece a nuestros partidos, entonces se va". Pero lo increíble es que sucede después de 10, 15 años de trabajar y de tener unas notas apreciables sobre su desempeño en una función pública. 

Eso me parece que ha afectado mucho y la inestabilidad del Gobierno también. Es que hay inestabilidad en el propio palacio presidencial. Hay gobiernos que tuvieron un secretario general y un equipo en el palacio los cuatro años; aquí no. Hemos tenido ya 11 cambios ministeriales en menos de un año, y hay periódicos que anuncian que va a haber otros cinco ahora. Y uno dice ¿qué pasa? 

La estabilidad ministerial es indispensable en un gobierno. Nadie dice que los ministros deben ser perpetuos ni inamovibles, pero sí se aprecia que puedan permanecer en sus cargos un buen tiempo. 

La inestabilidad de los viceministros ni hablemos, es que ya no se sabe si nombran, desnombran, renunciaron, se fueron, no se posesionaron. 

ENS: Un año después de su llegada, ¿cree que el Gobierno entiende que si bien ganó en las urnas, casi la otra mitad del país votó en su contra?

FCU: Creo que ese es el tema central para llegar a acuerdos con este Gobierno, porque como que uno tiene la idea de que el Gobierno cree que al haber ganado la elección presidencial, no en la primera vuelta, sino en la segunda con el apoyo de diferentes partidos y movimientos, ya ganó. 

Y resulta que no, que eso es cierto en otros regímenes políticos, pero en un régimen presidencial y en el régimen colombiano, el presidente gana unos poderes de nombrar ministros, de desnombrarlos; de nombrar viceministros, desnombrarlos; el de nombrar embajadores, desnombrarlos, y el de señalar unos derroteros de políticas públicas, y claro, debe discutirlos y armonizarlos con otras visiones. Pero un presidente no ganó todo el poder. 

En alguna parte leí estos días que el presidente Petro había  dicho algo que muchos presidentes dicen: "mire, gané el gobierno pero no el poder", y eso es verdad. Es muy importante que tenga claridad sobre eso, absoluta, porque no ganó el poder legislativo, porque no ganó el poder de los gobernadores, el poder de los alcaldes, el poder de los sindicatos, el poder de los empresarios, el poder de los medios de comunicación, el poder de las organizaciones religiosas. 

Entonces por eso es que gobernar no es un trabajo fácil porque uno dice "si gané, entonces se va a hacer lo que yo digo". No, usted ganó unas facultades que la Constitución otorga, que están claramente determinadas y que además están expuestas a unos controles. Controles de la Procuraduría, de la Contraloría, de la Defensoría, de la Fiscalía, pero además control del Legislativo y control de la opinión pública, de los medios de comunicación, de los partidos políticos. 

Menos mal que el presidente ya habló así: "no gané el poder, gané el gobierno". Le falta decir y no todo el gobierno, "gané minoría", y ganó en minoría porque no tiene mayoría para legislar.

ENS: ¿Por qué la política de paz del gobierno Petro no despega?

FCU: Todos sabemos lo complejo, lo difícil que es armar un proceso de paz. Pero tenemos la manía en Colombia de desconocer lo que se hace, de subestimar lo que se ha hecho, no apreciar los enormes esfuerzos que ha costado hacer un acuerdo de paz o construir una política de salud, o una política de educación superior, o una política de educación primaria, todo eso se desprecia. Se dice "Y aquí no se ha hecho nada", cosa que es evidentemente falsa. 

Se comienza de nuevo, claro que con los tropiezos conocidos, predecibles. Nadie quiere que esto fracase, nadie quiere que la paz no se logre, y hemos llegado a estos niveles de inseguridad como no recordamos. 

Ya la seguridad es un tema del desayuno, el almuerzo, la comida. Es un tema permanente de angustia, de ansiedad de la gente, que está aterrada con las diversas manifestaciones de inseguridad, bien sea en el sector rural, bien sea en los territorios, bien sea en las ciudades. 

Diría que Colombia es quizás el único país que no se puede equivocar en trabajar un proceso de paz, porque hemos tramitado tantos en este siglo y en el siglo pasado. Este es un país que se ha excedido en construir acuerdos de paz. Aquí hablamos de violentólogos, pero hablamos de pazólogos también. 

Entonces, ¿cómo es posible que unas mínimas lecciones de los procesos anteriores no se tomen en consideración, no se converse con los que han tenido un papel, los que han escrito sobre el tema?

Una oportunidad para la vicepresidenta

ENS: ¿Cómo aprecia el papel que ha tenido la vicepresidenta Francia Márquez?

FCU: Francia Márquez realmente ha tenido una excelente oportunidad por mil razones: primero porque es mujer, y eso hoy es una gran ventaja; antes era una desventaja, ya no, ya los hombres se quejan de que son discriminados. Por haber hecho también un recorrido en su vida muy importante y exitoso, haber recibido premios internacionales, haber tenido un desempeño en la campaña que realmente le permitió imponerse y no recibir gratuitamente la condición de ser vicepresidenta. 

Pero como que ella no logra superar un lenguaje muy fuerte, discriminatorio, algo ofensivo y que revela fuertes resentimientos y casi que sentimientos de venganza. No tiene sentido, de ella se esperaba todo lo contrario.

Tiene ahora un ministerio que le da la oportunidad de hacer maravillas en Colombia, porque trabajar por la igualdad y la equidad no es la primera vez que se predica: en el gobierno de López Michelsen su plan de desarrollo se llamaba 'Para cerrar la brecha'; el de Virgilio Barco era la erradicación de la pobreza absoluta.

Creo que tiene ahora una herramienta muy compleja, porque diría que no hay un ministerio que no tenía que preocuparse por la igualdad y la equidad. Entonces, que ahora exista uno solo para eso, crea complejidades, crea dificultades, crea tensiones que ella tendrá que manejar.

Pero tiene por delante una tarea que cualquiera envidiaría. Una maravilla poder concentrarse en eso, convocar los mejores talentos para eso, trabajar con las universidades, contar con el apoyo de la comunidad internacional, que tiene una preocupación hoy toda. Estados Unidos, Inglaterra, Francia, Alemania, tienen la preocupación que no tenían antes por la igualdad, la equidad, y porque el covid-19 desnudó las desigualdades existentes, aun en los países ricos.

De manera que en el caso de Francia, diría que ella todavía tiene una oportunidad enorme, porque ha estado en ese papel de vicepresidenta que es difuso, vago, pero ahora va a tener un ministerio, y tiene una oportunidad de hacer un modelo de ministerio, un modelo de gestión. Tiene el tema más atractivo; muy difícil, sí, pero un tema para el cual hay toda la solidaridad, todo el apoyo, toda la cooperación internacional.