Esta semana se dio el sorpresivo cambio en la Oficina del Alto Comisionado para la Paz, al llegar Otty Patiño en lugar de Danilo Rueda, quien desde el principio de este Gobierno lideró los acercamientos con guerrillas y grupos multicrimen. Se cree que Petro busca así dar oxígeno a este proceso; sin embargo, expertos consultados por EL NUEVO SIGLO consideran que el problema de la llamada paz total no es simplemente un nombre.

La paz total parece estar enredada porque el único proceso formal hasta el momento con el Eln, con la mesa instalada desde noviembre pasado, está enfrascado en la discusión porque esta organización sigue secuestrando, el Estado Mayor Central de las Farc suspendió el inicio de las conversaciones y no hay nuevos acercamientos con la Segunda Marquetalia de alias ‘Iván Márquez’.

Tampoco hay avances en contactos con los grupos armados multicrimen ni el Gobierno ha presentado nuevamente el proyecto de ley de sometimiento para estas organizaciones.

Problema es el presidente 

El excomisionado de Paz Camilo Gómez dijo que “el problema no es el comisionado. Para que mejore (la paz total) tocaría cambiar al presidente, porque empeñarse en negociar con narcotraficantes que no les interesa la paz sino el negocio y con un grupo como el Eln, que ha tenido todas las oportunidades de hacer la paz y las ha desperdiciado, pues no va para ningún lado”.

Añadió que la paz total no tiene objetivos, calendario ni desarrollos claros. “Van como al ritmo que le baile la contraparte. No tienen una estrategia clara en favor de los ciudadanos, hay una estrategia clara en favor de quienes cometen delitos”.

Frente a la crisis de seguridad en los territorios, Gómez dijo que se requiere aplicar la ley, recuperar el respeto por la Fuerza Pública y “que la Fuerza Pública cumpla con su función. Es que la Fuerza Pública está para proteger a los ciudadanos, y obviamente si el comandante de la Fuerza Pública, que es el presidente, da la instrucción contraria y ordena que se quede en los cuarteles, pues no se va a poder cumplir el precepto constitucional que ordena la protección de la vida, honra y bienes de los ciudadanos”. 

Hay algunos avances

Luis Emil Sanabria, director ejecutivo de la Red de Iniciativas por la Paz (Redepaz), dijo que “no soy tan pesimista, la mesa  de diálogo con el Eln ahí va, se están haciendo los encuentros de participación, se está elaborando el documento. Por supuesto que habrá que tener claridad en relación, por ejemplo, con el fenómeno del secuestro para que esta guerrilla suspenda esa práctica lesiva contra la población”.

Agregó que “la mesa con el Estado Mayor Central también, ellos se comprometieron, la mesa está dialogando, está avanzando”. 

Dijo también el director de Redepaz que “hay una mesa en Medellín, hay una mesa en Cali y una mesa en Buenaventura que están dando algunos resultados en relación con la desactivación de la violencia en estas ciudades”.

Agregó que inclusive el acercamiento con algunos grupos multicrimen “se realiza sin tener todavía una ley de sometimiento, de acogimiento a la justicia que debe tramitar el Congreso, y que se sale de las manos de un alto comisionado para la Paz”.

Sin embargo, anotó: “creo que Otty Patiño puede darle oxígeno al proceso, es una persona que tiene experiencia política, que tiene interlocución con muchos sectores, que fue constituyente, que fue un líder de una organización que hizo un proceso de paz. Así que esperamos que él retome esos ejercicios, pero que también cuente con el acompañamiento de la sociedad civil, con las organizaciones que durante muchos años hemos trabajado por la paz y que no sentimos que el Gobierno Nacional las tenga en cuenta”.

En cuanto al reto de recuperar la seguridad en las regiones, Sanabria dijo: “Esperemos que los nuevos gobernantes, tanto alcaldes como gobernadores, que tienen responsabilidad con sus territorios, entren con esa intención de hacer una muy buena alianza con el Gobierno Nacional para sacar adelante, por ejemplo, los planes de seguridad colectiva de las organizaciones, en donde ellos tienen responsabilidad, acordémonos que son jefes de policía en sus respectivos territorios”.

Dijo también que el “Gobierno debe hacer un mayor esfuerzo en alianzas estratégicas con las organizaciones  sociales, que son las que están poniendo los muertos, sus líderes y lideresas”. 

Agregó que no  se ve clara una política que contenga los asesinatos y las masacres. “Siento que el Gobierno y el Estado deben hacer un mayor esfuerzo. El papel de la Fiscalía ha sido lamentable, el nivel de impunidad es muy alto, no se conoce quiénes son los autores intelectuales y materiales, la Fiscalía no entrega ninguna investigación, ninguna prueba, es como si no existiera. La Defensoría del Pueblo se limita a sacar unas alertas tempranas, pero no exige, no coordina, no incide”.

Paz, política de estado

El excomisionado de Paz Víctor G. Ricardo conceptuó que “el cambio del alto comisionado para la Paz obedece a que es necesario hacer algunos ajustes a la política de paz del Gobierno, entre otras cosas porque uno no puede seguir decretando ceses al fuego sin zonas de concentración y, por supuesto, de comisiones de verificación, porque eso lo que da lugar es a la inmovilidad de la Fuerza Pública, y la inmovilidad de la Fuerza Pública da lugar a la inseguridad, tanto rural como urbana”.

Víctor G. Ricardo fue enfático en que la paz tiene que concebirse como una política de Estado, de lo contrario “es una paz que no es sólida ni duradera. Por tanto, en esta materia indudablemente hay que meter a todas las fuerzas vivas del país para que haya una paz integral”. 

Agregó que es función de la Fuerza Pública y de la institucionalidad recuperar la seguridad, “y por supuesto complementada con la acción de la justicia, y mientras no haya justicia pues no hay castigo, y si no hay castigo, hay impunidad. Lo importante en este momento es que la Fuerza Pública cumpla su deber, la justicia ejerza justicia y el orden que está instituido en la Constitución impere”.

Hay improvisación

El exministro Juan Camilo Restrepo, quien participó en anteriores gobiernos en acercamientos de paz con el Eln, dijo sobre Patiño como comisionado de Paz: “eso puede ayudar un poco a que fluya  mejor el proceso, pero no es suficiente. El problema de fondo no es el comisionado Rueda, sino el gran desorden y la gran improvisación que han presidido todas las actuaciones de la paz total.  Por ejemplo, no han tramitado la ley de sometimiento, que era el marco legal que se suponía iba a orientar todas estas conversaciones”.

Dijo que “no habiendo esa ley, pues el proceso de paz marcha mucho al ritmo de las improvisaciones o de los impromptus del presidente o del comisionado de Paz, o de los mismos integrantes de las mesas negociadoras del Gobierno. Más que el cambio de comisionado, me parece que hay es que aprovechar esta coyuntura para que ojalá el Gobierno le ponga orden, le baje a la improvisación y le sume más bien una planificación de estos procesos, que por ser a muchas bandas son muy complejos”.

Restrepo indicó que para recuperar la seguridad en las regiones se requiere “no ser tan tolerante, darles todo el respaldo a las Fuerzas Militares y todo el apoyo que necesitan, y no bajar la guardia”.