El pulso voto a voto por dominio del Congreso | El Nuevo Siglo
LOS SENADORES Efraín Cepeda y Gustavo Bolívar así como Miguel Uribe Turbay y Caterine Ibargüen, todos cabezas de lista.
Domingo, 13 de Marzo de 2022
Redacción Política

Tras una de las campañas electorales más accidentadas de los últimos años, hoy más de 38,8 millones de ciudadanos pueden asistir a las urnas para definir el nuevo mapa político del Congreso y participar del primer pulso de la contienda por la Casa de Nariño.

La competencia por las 295 curules de Senado y Cámara será muy cerrada. Hace cuatro años hubo más de 17,8 millones de votos, de los cuales 14,4 millones fueron válidos, en tanto el resto no contó por tratarse de tarjetones nulos o no marcados. Aunque algunos cálculos señalan que la abstención disminuirá del 51% y que habría no menos de 19 millones de sufragios, todo es una incógnita, por más que la pandemia empezó a ceder.

Los pronósticos indican que el umbral electoral, al menos para el Senado, sería alrededor de 500 mil votos, unos 40 mil más que hace cuatro años. Lista que no logre ese mínimo, no entrará en la repartición de los 102 escaños (100 por circunscripción nacional ordinaria, dos exclusivos para los indígenas y cinco automáticos para el partido Comunes -derivado de las desmovilizadas Farc-). El otro escaño es para el candidato presidencial que pierda en segunda vuelta.

La máxima novedad está en la Cámara, pues se elegirán los normales 165 representantes (incluyendo las circunscripciones étnica y de colombianos en el exterior) y cinco escaños automáticos para Comunes. Ahora, por primera vez se escogerán 16 parlamentarios de igual número de Circunscripciones Transitorias Especiales de Paz, destinadas a víctimas del conflicto armado en zonas veredales de 167 municipios (Ver recuadro). La última curul le corresponde a la fórmula vicepresidencial del candidato perdedor en la segunda vuelta presidencial. El escaño de los raizales de San Andrés sigue vacante porque no se reglamentó su elección.

Así las cosas, son 2.835 candidatos al Congreso compitiendo por 295 curules. De estos aspirantes, 65 senadores buscan reelegirse, 91 representantes a la Cámara igual y 30 de estos últimos quieren cambiar de corporación. Asimismo, de las 20 máximas votaciones al Senado hace cuatro años, 11 no buscan repetir, entre ellos las tres más altas: Álvaro Uribe (Centro Democrático), 875 mil votos; Antanas Mockus (Alianza Verde), 540 mil votos; y Jorge Enrique Robledo (Polo), 226 mil votos.

A todo lo anterior se suma que también se votan este domingo las tres consultas interpartidistas de coaliciones presidenciales para escoger candidatos únicos: Pacto Histórico, Centro Esperanza y Equipo por Colombia. Las dos primeras presentaron listas propias al Congreso, otra novedad en los comicios parlamentarios.

¿Qué podría pasar hoy en las urnas?

Centro Democrático

El Centro Democrático logró en marzo de 2018 un poco más de 2,5 millones de votos que le permitieron conquistar 19 curules en el Senado (máxima bancada). En la Cámara obtuvo 32 escaños. Aspiran a revalidar esa cuota.

Sin embargo, llega a las urnas con varias bajas importantes: el expresidente Uribe (su principal gancho electoral en 2014 y 2018 para Senado) no se postuló, al igual que otros senadores como Ernesto Macías, José Obdulio Gaviria o María del Rosario Guerra. Por eso su principal reto es suplir 1,4 millones de votos (los 875 mil del exmandatario y los 522 mil por la sola lista).

Aunque el expresidente (que renunció a la curul en agosto de 2020) hizo campaña en todo el país, se sabe que su capacidad de endoso electoral es limitada. La lista es encabezada por Miguel Uribe Turbay, que sumó en 2019 más de 426 mil votos en la contienda por la Alcaldía de Bogotá, pero es claro que la competencia parlamentaria es otra cosa. Mantener la bancada actual parece muy complicado, no solo porque proyectó pocas caras nuevas, sino porque incluso esta semana se vio forzado a renunciar el candidato al Senado Daniel García (tras su imputación por el caso Odebrecht). Todo hace indicar que la mayor votación sería de la María Fernanda Cabal, ex precandidata presidencial.

Visto todo lo anterior, se calcula que el uribismo podría perder entre dos o cinco curules en Senado, en tanto la apuesta en Cámara es no bajar de 28. No tener a su candidato presidencial Óscar Iván Zuluaga participando en las consultas interpartidistas también juega en su contra.

Pacto Histórico

La coalición que encabeza Gustavo Petro, líder en las encuestas presidenciales, podría ser una de las más votadas. Apostó por listas cerradas a Senado y Cámara, con nombres reconocidos como Gustavo Bolívar, Piedad Córdoba, Iván Cepeda, Clara López, Aída Avella y María José Pizarro, entre otros.

Con base en la estrategia de “empaquetar” la votación de Petro en la consulta con la de las listas al Senado y la Cámara, el Pacto aspira a conquistar entre 20 y 25 curules en la cámara alta, aunque previsiones más cautelosas apuestan a entre 15 y 20. En la Cámara buscan pasar de 30 escaños, apostando a que retrocedan uribismo y liberales para convertirse así en la bancada mayoritaria. Bajar de esos mínimos, al tenor de las encuestas, sería una decepción.

Lo que sí es claro es que el Pacto no parte de cero. Ya que sumó las bases del Polo (cuatro senadores, excepto Jorge Enrique Robledo) y dos senadores de Decentes.

Centro Esperanza

Las cuentas son inciertas. Los optimistas consideran que, jalonados por la votación de la consulta interpartidista, especialmente de Sergio Fajardo o Alejandro Gaviria, se podrían superar los 1,3 millones de votos de la Alianza Verde para Senado hace cuatro años, lo que le permitió nueve escaños. Hubo igual número en la Cámara.

Pero hay flancos débiles: la Alianza Verde, base de la coalición, está muy fracturada; varios dirigentes emigraron al petrismo; perdieron a Mockus, que en 2018 puso un 40% de la votación a Senado; y la decisión del Nuevo Liberalismo de lanzar sus propias listas le resta oportunidades de conquistar más curules al bloque.

Aunque cuentan con una cabeza de lista fuerte, como el ex vicepresidente Humberto de la Calle, y votaciones fuertes como las de Angélica Lozano, esta coalición (que tiene de base 10 escaños en Senado -nueve verdes y el candidato de Robledo-) apuesta a no perder curules como su alternativa más realista, sobre todo ante la fortaleza del petrismo, que le compite en el rubro de la centroizquierda.

En cuanto al Nuevo Liberalismo, aunque espera que su lista al Senado sea jalonada por el precandidato presidencial Juan Manuel Galán y también por el excandidato a la alcaldía bogotana y ahora a la cámara alta Carlos Fernando Galán (un millón de votos en octubre de 2019 en la capital), el reto es superar el umbral electoral de 500 mil votos. Confían en que el viejo galanismo y el voto de opinión alrededor de aspirantes como Mábel Lara o Sandra Borda les ayuden a conquistar, como mínimo, tres o cuatro escaños. No será nada fácil.

Conservadores

El partido Conservador logró en 2014 un poco más de 1,9 millones de votos, consiguiendo 14 curules en el Senado y para la Cámara conquistó 21 escaños. En estos cuatro años perdió el escaño de la condenada y prófuga Aída Merlano así como el del senador nariñense Eduardo Enríquez Maya, fallecido. Tampoco se postula ahora David Barguil (candidato presidencial) ni el saliente presidente del Senado, Juan Diego Gómez.

Una reciente encuesta indicó que sería el partido más votado este domingo al Congreso, en tanto se confía en que tener un precandidato compitiendo en la consulta de Equipo por Colombia, como David Barguil, impulse la votación parlamentaria. 

Las directivas aspiran, como mínimo, a conservar los 14 escaños, gracias a que tienen seis representantes a la Cámara que quieren dar el salto al Senado, en tanto en Cámara la meta es mantener los 21 escaños. Efraín Cepeda, cabeza de lista a la cámara alta, sería su máxima votación.

Sin embargo, algunos analistas consideran que el conservatismo podría perder entre dos o tres escaños en Senado y un poco más en la Cámara, no tanto porque retroceda en votación sino porque los umbrales electorales serán más altos debido a la irrupción de las listas del Pacto Histórico y Centro Esperanza.

Liberales

Esta colectividad sacó 1,9 millones de votos al Senado hace cuatro años, conquistando 14 curules, y hoy es la bancada mayoritaria en la Cámara, con 35 escaños. Aspira a mantener su cuota en ambas corporaciones pero no será nada fácil: perdió a senadores como Luis Fernando Velasco y Guillermo García Realpe (se fueron al Pacto Histórico); no se lanzó Horacio José Serpa y Mario Castaño sigue de candidato pero fue llamado a indagatoria por la Corte Suprema esta semana por un escándalo de corrupción.

Precisamente por esas bajas, no tener precandidato en las consultas interpartidistas ni candidato propio a la Casa de Nariño, así como la irrupción del Pacto Histórico (lo que restará curules a todos los partidos), hay quienes auguran que no bajar de 10 escaños en Senado sería buen resultado para los rojos.

Cambio Radical

Fue la segunda colectividad más votada al Senado hace cuatro años, con un poco más de 2,1 millones de votos, lo que le dio 16 escaños en esa corporación, en tanto en Cámara sumó 30 curules. La apuesta de las directivas es, como mínimo, a mantener esa cuota.

Sin embargo, tienen bajas sensibles: los senadores Rodrigo Lara y Germán Varón (hoy con el precandidato de Centro Esperanza, Alejandro Gaviria), Emma Claudia Castellanos (su hija se lanzó al Senado por el liberalismo) y Richard Aguilar, capturado el año pasado.

Si bien tienen a un perfil interesante como David Luna de cabeza de lista al Senado, al tiempo que esta semana su líder natural Germán Vargas Lleras lanzó una campaña publicitaria para impulsar las listas e incluso inscribió a Germán Córdoba como candidato presidencial (aunque podrá cambiar el tiquete la próxima semana), es evidente que Cambio no la tiene nada fácil para seguir como segunda bancada en el Senado y tercera en la Cámara. Algunos analistas señalan que bajaría a 12 curules en la alta corporación y a unas 25 en la baja.

La U

En 2018 logró 1,9 millones de votos al Senado, lo que le permitió conquistar 14 escaños, en tanto que para Cámara logró 25 curules. Su directora única, Dilian Francisca Toro, señala que ese partido no va a retroceder y que hay apuestas grandes como la de la cabeza de lista al Senado, Caterine Ibargüen, y varias cámaras interesantes.

Sin embargo, ha sufrido bajas importantes como las de los senadores Roy Barreras y Armando Benedetti (hoy en el petrismo) o la de Eduardo Pulgar, capturado en 2020. Si no baja de 10 curules en Senado sería un buen resultado dadas esas circunstancias y la irrupción del Pacto.

Otras toldas

Los dos partidos de origen religioso (MIRA y Colombia Justa y Libres), que en 2018 sacaron, cada uno por aparte, tres curules al Senado, sumando el primero más de 500 mil votos y el segundo casi 440 mil, ahora van aliados en las listas al Congreso. Se da por seguro que logren superar el umbral electoral pero no será nada fácil retener las seis curules que hoy tienen.

Comunes revalidará sus 10 escaños (mitad en Senado y mitad en Cámara), ya que estos les son adjudicados de manera automática, sin importar cómo les vaya en las urnas. En 2026 sí tendrán que competir voto a voto.

El Movimiento de Salvación Nacional tiene una lista al Senado encabezada por Miguel Santamaría. Su principal reto será sobrepasar el umbral electoral de 500 mil votos. Nada fácil con escasos meses de reactivación política y electoral.

En cuanto a las listas de movimientos significativos de ciudadanos, las apuestas más altas están giradas sobre la de Fuerza Ciudadana, que tiene como base la votación de Carlos Caicedo, gobernador de Magdalena. Si principal reto será, también, superar el umbral de los 500 mil votos.

La apuesta riesgosa de las 16 curules de paz

Uno de los hechos inéditos que se vivirán hoy son las elecciones de las curules de paz, donde las personas que residan en una de las 167 zonas PDET (Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial), podrán pedir el tarjetón de las circunscripciones especiales para la paz. De allí se escogerán 16 candidatos a la Cámara de Representantes. Este proceso asume cuatro retos importantes:

1.      Según la Fundación Ideas para la Paz este proceso electoral no escapa a riesgos como la abstención, la desconfianza y la cooptación por parte de maquinarias políticas. En regiones que tienen un alto impacto humanitario por disputas entre grupos armados, la participación de las comunidades no está garantizada y la movilidad de los candidatos para realizar sus campañas es limitada. Según datos de la FIP, el 79% de los desplazamientos forzados ocurridos en 2021 se concentraron en estas circunscripciones. Las alertas se concentran en Catatumbo, Cauca, Pacífico nariñense, Bajo Cauca y Chocó.

2.      La primera controversia sobre las candidaturas la produjo Jorge Rodrigo Tovar Vélez, hijo del exjefe paramilitar alias ‘Jorge 40’. Esto provocó la indignación de organizaciones de víctimas de la región y llevó al senador y candidato al Senado Antonio Sanguino a solicitar al Consejo Nacional Electoral (CNE) que revocara su inscripción como candidato, por no ser un verdadero representante de las víctimas. Sin embargo, el CNE mantuvo su candidatura.

Asimismo se produjo la renuncia colectiva de 18 aspirantes a las curules de paz en el  Cesar. Los candidatos permanecieron diez días encadenados en la sede de la Registraduría en Valledupar para exigir sus derechos y denunciar la falta de garantías, incluyendo la difícil situación de seguridad en sus territorios.

3.      Los candidatos a estas curules expresaron su preocupación por la falta de garantías de financiación y de seguridad. Muchos de ellos no pudieron llegar a las áreas rurales de los municipios. El CNE indicó que las compañías de seguro se han negado a expedir las pólizas de garantías a los candidatos. De acuerdo con ese organismo, se destinaron 7.032.000.000 millones de pesos para financiar las campañas de los 405 candidatos.

4.      La directora de la MOE, Alejandra Barrios, agregó que las denuncias de los aspirantes a estos cupos adicionales en la Cámara de Representantes señalan que también existiría la interferencia de caciques políticos regionales que usan su monto económico para financiar las campañas de algunos candidatos que no han accedido al anticipo que entrega el CNE.

Campaña accidentada y denunciada

La campaña ha estado rodeada de distintos escándalos y denuncias. La primera de ellas fue la acusación de Andrés Vásquez Moreno contra Piedad Córdoba, en la que se señaló que la hoy aspirante al Senado de la República por la lista del Pacto Histórico habría colaborado con las extintas Farc entre 2007 y 2008 bajo el alias de ‘Teodora’, ante lo cual Íngrid Betancourt afirmó: A mí lo que me sorprende es que el Pacto Histórico siga amparándola (a Piedad Córdoba) en una lista cerrada. Quien vote por las listas cerradas al Congreso del Pacto Histórico está votando por una tramitadora de secuestros”.

De otro lado, la semana pasada la Fiscalía General de la Nación dio a conocer que hizo un operativo en el que cayeron nueve personas señaladas de integrar un entramado de corrupción en el Valle del Cauca, Tolima, Risaralda y el Cauca. Entre esas personas habría estado un miembro de la Unidad de Trabajo Legislativo del congresista y aspirante al Senado del Partido Liberal Mario Castaño. Por esta razón, la Corte Suprema de Justicia le abrió una investigación penal a Castaño por el delito de concierto para delinquir agravado. A pesar de todo esto Castaño anunció que no renunciará.

Asimismo, el candidato al Senado por el Centro Democrático Daniel García Arizabaleta será imputado por la Fiscalía. El político estaría vinculado con el caso de corrupción de Odebrecht. El relato de la Fiscalía señala que Arizabaleta, entre 2009 y 2013, habría recibido pagos por parte de Odebrecht. Para esto, la multinacional brasileña utilizaba a la empresa Consultores Unidos para no dejar trazabilidad. “Con enorme tristeza, pero con la cabeza en alto, renuncio a mi candidatura al Senado de la República y también al partido que durante años ayudé a construir”, dijo Arizabaleta.

También se encuentra en el ojo del huracán el senador conservador Laureano Acuña, luego de que el abogado de Aída Merlano revelara un audio del legislador presuntamente hablando de compra de votos en el departamento del Atlántico. Actualmente, la Procuraduría General de la Nación lo está investigando de manera preliminar por el audio que dio a conocer el abogado Miguel Ángel del Río, en el que habla de una supuesta compra de alrededor de 70 mil votos.