Madrid, España- En su segundo día de visita de Estado a España, Pedro Sánchez recibió a Gustavo Petro en la sede del gobierno español, La Moncloa.

Los dos presidentes, que mostraron una cercanía política y personal, que viene desde la visita del jefe de Gobierno español a Colombia, en agosto de 2022, coincidieron en la importancia de fortalecer las relaciones, no sólo entre España y Colombia, sino entre América Latina y Europa, a propósito de la próxima presidencia de los españoles en la Unión Europea.

Por casi una hora, Sánchez y Petro hablaron tanto de asuntos domésticos como de cuestiones bilaterales e insistieron en la importancia de abordar el cambio climático, la desigualdad, así como ampliar el acceso a la educación, de la cual se selló un acuerdo en el que España se compromete a reconocer títulos y certificados colombianos.

Estas coincidencias han demostrado una especial cercanía entre Sánchez y Petro, que va más allá de la que se espera en una visita de Estado, en la que por lo general se firman acuerdos en inversión, educación, cultura y, algunas veces, políticos, pero puede pasar desapercibida la sincronía política.

Ambos mandatarios comparten un proyecto de país similar que tiene como corazón la paz total y la resolución del conflicto en Cataluña. En busca de intentar pacificar o resolver tales conflictos, han planteado formular jurídicas y políticas algo maximalistas, criticadas por la oposición, tanto en España como en Colombia, por su falta de cumplimiento de las leyes penales.

Así mismo, los dos han decretado -Sánchez ya casi cumple 4 años en el gobierno- leyes parecidas a nivel laboral, un rubro en el que han apostado por sistemas laborales inflexibles en la contratación que aseguren, han dicho, las garantías mínimas que debe tener un trabajador.

No sin antes decretar el fin de las energías fósiles y desincentivar la exploración de crudo y minerales, política que Sánchez ha apoyado en niveles menos estrictos que Petro, quien ha dicho en su visita en España que el “fin de la humanidad está cerca” por causa, en parte, del petróleo y el carbón.

Rodeados de ministros de diferentes cortes, los presidentes de Colombia y España han vinculado activistas de izquierda a sus gabinetes para defender agendas que hacen parte del progresismo en sus países. Las Irenes, Montero y Vélez, son muestra de ello. Una ministra de Igualdad de España y la otra de Minas en Colombia, ambas han sido piezas clave en los respectivos gabinetes, pese a su desconocimiento técnico para reducir la desigualdad o tener una política energética. Otros ministros también coinciden en sus perfiles.

Con España como presidente de la Unión Europea, Petro encuentra no sólo un aliado, sino un amigo -Sánchez- que piensa igual a él.

Entre amigos todo es mejor.