EL CAMBIO de estrategias antidrogas de Colombia sigue impactando la operatividad de las autoridades contra el narcotráfico. Así lo confirma el último boletín del Ministerio de Defensa sobre los resultados de la Fuerza Pública en este frente durante la primera mitad de 2023.
Por ejemplo, la erradicación manual de cultivos de hoja de coca cayó un 84% entre enero y junio de este año, lapso en el cual fueron destruidas apenas 6.310 hectáreas de estos sembradíos ilícitos, frente a las 40.276 que se registraron en el primer semestre del año pasado, durante el gobierno Duque. Es decir, que hubo una disminución de 33.966 hectáreas al compararse ambos periodos.
Como se sabe, el Gobierno Petro cambió la estrategia antidrogas señalando que la prioridad ya no será la destrucción de los narcocultivos, sino los operativos de interdicción, es decir, la incautación de cocaína, marihuana y heroína ya procesadas.
Sin embargo, si se tiene en cuenta que la meta que se fijó el Gobierno para este año en materia de destrucción de narcocultivos fue de 20.000 hectáreas en los 12 meses, se ve muy complicado que se pueda cumplir ese pronóstico, ya que en la mitad de 2023 no alcanzó ni la tercera parte de esa cifra, pues, como se dijo, solo erradicó 6.310 hectáreas.
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“(…). Estamos en el peor de los mundos (…). Este Gobierno no solo rebajó a una cifra ínfima la meta anual de erradicación de narcocultivos, sino que, incluso, no la va a poder cumplir, ya que en el primer semestre apenas si lleva menos del 30% de esas 20.000 hectáreas, por lo que en la segunda parte del año estaría obligado a hacer el doble de lo que logró entre enero y junio”, le dijo a EL NUEVO SIGLO un exalto mando de la policía, quien pidió la reserva de su nombre.
La misma fuente trajo a colación que entre agosto y diciembre de 2022, es decir, durante el primer tramo del Gobierno Petro, la erradicación ya se había venido a pique, castigando las cifras de todo el año, al punto que solo se lograron 78.000 hectáreas destruidas, cuando la meta era de 100.000 para los 12 meses.
“(…). La situación es complicada. Si usted revisa el reporte del Ministerio de Defensa, encuentra que este año, en enero, no se erradicó ni una sola mata por un problema en los contratos (…). En febrero, solo se destruyeron 733 hectáreas, en marzo 2.033 y de ahí para acá entramos en reversa: en abril solo se erradicaron 1.199 hectáreas, en mayo la situación fue peor, con apenas 546 hectáreas y en junio se repuntó un poco, llegando a 1.799 hectáreas, pero sin superar todavía lo de marzo, que fue el menos malo de los meses del primer semestre”, agregó la fuente.
Baja sustancial
De acuerdo con el reporte del Ministerio de Defensa, en 2018 se erradicaron 59.978 hectáreas, pasando en 2019 a 94.606. El año de más eficiencia, durante el mandato Duque, fue el 2020 cuando se destruyeron 130.147 hectáreas, disminuyendo en 2021 a 103.257 hectáreas y cerrando 2022 con las ya mencionadas 68.893.
Como se sabe, todavía no se conoce con cuánta extensión de narcocultivos cerró el país en 2022. De un lado, porque el Gobierno de los Estados Unidos anunció semanas atrás que este año no revelará el informe periódico al respecto. En tanto que aún no se conoce el reporte del Sistema Integrado de Monitoreo de Cultivos Ilícitos de Naciones Unidas (Simci).
Cabe recordar que la extensión de los narcocultivos en Colombia viene creciendo en los últimos años. A mediados del año pasado, la Oficina de Política Nacional de Control de Drogas de la Casa Blanca reveló que el 2021 cerró con más de 234.000 hectáreas de sembradíos de hoja de coca, marihuana y amapola en nuestro país. Aunque esa cifra significó una leve disminución con respecto a las 245.000 registradas un año atrás, el mismo reporte advirtió que el potencial de producción y exportación de cocaína estaba cerca de las mil toneladas, ya que los narcotraficantes ahora hacían rendir más las plantaciones.
Por otro lado, el informe del Simci señaló que 2021 cerró con 204.000 hectáreas, un incremento sustancial frente a las 143.000 de 2020. Más grave aún es que el potencial de producción de clorhidrato de cocaína alcanzó 1.400 toneladas. Ambas cifras fueron récord.
Si se tiene en cuenta la disminución de la erradicación de cultivos ilícitos desde que asumió este Gobierno, es claro que la extensión de estos sembradíos ha seguido creciendo. Incluso voces de la oposición advierten que podría estarse acercando a las 300.000 hectáreas ya.