LUEGO DE que el expresidente Álvaro Uribe fuera llamado a juicio por la Fiscalía General de la Nación el pasado martes por los delitos de fraude procesal y manipulación de testigos, surge el interrogante sobre lo que viene en este caso que arrancó en 2012 con una denuncia del líder natural del Centro Democrático contra el senador Iván Cepeda ante la Corte Suprema de Justicia.
Este Medio habló con dos reconocidos abogados penalistas, Iván Cancino y Francisco Bernate, para conocer qué es lo que sigue en el proceso, desde el punto de vista procedimental.
¿Qué viene después de la radicación del escrito de acusación y llamado a juicio por parte de la Fiscalía General de la Nación?
El presidente del Colegio de Abogados Penalistas de Colombia, Francisco Bernate, aseguró que ahora corresponde una audiencia de acusación, posiblemente el 26 de mayo, ante el juez designado.
“Allí se debatirán eventuales nulidades del proceso, la condición de víctima y se acusará formalmente al expresidente Uribe”, aseguró el profesional en leyes, quien considera que, en el mejor de los casos, esta audiencia se tomará por lo menos seis meses.
Mientras tanto, el penalista Cancino dijo que la Fiscalía “a partir de esa audiencia tiene la obligación de descubrir toda la evidencia que se utilizará contra el expresidente Uribe, pero, en esa audiencia, también se pueden proponer nulidades. Si son reconocidas, paralizarán el proceso. Si son negadas, habrá un recurso de apelación que frenará el proceso hasta que se resuelvan”.
Sobre la designación del juez al frente del procedimiento del juicio, Bernate expresó que se trata del juez 44 Penal del Circuito de Bogotá. En casos como estos, la elección del operador judicial se da a través de concurso en el Consejo Superior de la Judicatura. Deben presentarse de manera voluntaria, aprobar un examen para quedar dentro de una lista de elegibles. De allí, realizarán un segundo concurso, conocido con el nombre de ‘curso concurso’. De superar esta nueva prueba, volverán a otra lista de elegibles para luego ser escogidos a medida que se vaya dando una vacante.
A su turno, Cancino aseguró que el nombramiento de los jueces se hace a través de repartos. “No importa quién sea el procesado, apenas la Fiscalía presente la petición, los candidatos se someten a un reparto electrónico. La elección del juez no está supeditada a si el procesado es presidente del país o no”, dijo.
Las pruebas
Los penalistas fueron consultados sobre si en esta etapa de juicio pueden presentarse nuevas pruebas. Al respecto, Bernate dijo que las evidencias ya están y lo que se pretende es anular el proceso, que podría ser planteado por la defensa, además de debatir la condición de víctima.
Cancino agrega que la posibilidad de ambas partes de incorporar pruebas termina en la audiencia preparatoria. “Lo que tienen es lo que se va a pedir que se practique. Después de que se decreten esas pruebas, ya es muy difícil, casi excepcionalísimo, que haya una prueba nueva que se pueda anexar al juicio”.
De acuerdo a Bernate y Cancino, en esta fase del proceso judicial a Uribe no puede haber preclusión ni modificación de los delitos. “Aquí van directo a juicio, puede ser que eventualmente se anule el caso, que es una discusión que seguramente se va a dar”, dijo el primero de ellos.
En tanto que los abogados discreparon sobre el tiempo de duración de esta fase de juicio al expresidente y líder del Centro Democrático. Si bien Cancino dice que puede tomarse hasta un año, Bernate cree que mínimo pueden ser seis meses, en los que Uribe tendrá todo el derecho de ser juzgado en libertad, incluso si hay una condena en primera instancia.
En el juicio es posible citar a todos los testigos del caso. “Una vez se supera todo esto, se da inicio al juicio oral, proceso en el que se va a escuchar a todos los testigos”, explicó Cancino.
En este sentido, el profesional del derecho destacó que “para ser claros, en este momento no hay ninguna prueba. Pruebas solo son las que se realizan en juicio, delante del juez con contradicción. Esto quiere decir que lo que no lleva la Fiscalía o la defensa al juicio, no vale, así hayan declarado en televisión, prensa o en entrevistas. Si no van al juicio, no hay prueba. La prueba será solo la que se practique en juicio”.
“Si el testigo no va, es como si no hubiese declarado. Si el testigo muere o es secuestrado, sus declaraciones previas pueden ser consideradas”, subrayó Cancino.
El fallo
Francisco Bernate dijo que el fallo podría demorar, estimó que unos 5 años. “Va a tomarse mucho tiempo en una justicia colapsada. Por eso no se ven resultados en menos tiempo que eso. Será difícil porque hay muchos testigos, los juzgados están colapsados, lo que lleva a una alta posibilidad de prescripción”.
Sobre la posibilidad de que apelen la decisión del juez, ambos penalistas coincidieron en que sí. “La víctima puede apelar una decisión favorable al expresidente Uribe”, manifestó Cancino. De igual forma pueden hacerlo la Procuraduría General de la Nación y la Fiscalía General de la Nación.
“Apelar significa que no se está de acuerdo con la decisión, ya sea de condena o absolución. Por lo que el caso lo revisará en su integridad el Tribunal Superior de Bogotá, a través de la Sala de Decisión Penal”, afirmó Bernate.
Si el fallo es condenatorio, la defensa de Uribe puede apelar ante el Tribunal Superior de Bogotá, proceso que puede tomar un año.
Pero de darse un fallo de segunda instancia y el proceso llega a Casación de la Corte Suprema, el proceso puede demorarse otro año.
La prescripción
Los penalistas también hicieron referencia a si el caso prescribe en el año 2025. Bernate dijo que “la justicia ya se pronunció. La única posibilidad de que el caso contra Uribe continúe es que el mismo Uribe renuncie a esa prescripción, caso por el que se vuelve a contar dos años más. De lo contrario, el caso queda zanjado, ya que la prescripción inhabilita a los jueces para continuar con un proceso”.
A su turno, Cancino dijo que el proceso se acaba, sin que el expresidente pueda ser procesado. Por lo que para que no ocurra, debe darse una condena antes de 2025 en dos instancias.
Ante este panorama el presidente del Colegio de Abogados Penalistas de Colombia cree que el proceso Uribe terminará prescribiendo. “Es inevitable en este caso. No va a haber un fallo de fondo. Es imposible que en una justicia como la nuestra, un caso se pueda tramitar a tiempo”.
Si bien Cancino destaca que técnicamente el caso Uribe podría prescribir el año próximo, acota que, “pero le aseguro que la persecución ha sido tan grave que es posible que, incluso, se violen garantías para hacerlo en un término inusual. Siendo así, no creo que prescriba”.