La carta de la discordia en el Centro de Memoria | El Nuevo Siglo
El Nuevo Siglo
Martes, 9 de Noviembre de 2021
Redacción Política

La directora del Museo de Memoria Histórica, Laura María Montoya, publicó su carta de renuncia por diferencias con el actual director del Centro Nacional de Memoria Histórica, Darío Acevedo.

“Recientemente se han presentado hechos como la suspensión de actividades por tres semanas, en plena ejecución, sin justificación; el rechazo de comisiones a los profesionales con un rol específico en los talleres y mesas de diálogo y la instrucción específica de retirarme del conversatorio propuesto por la Dirección Técnica y diseñado con la Casa de Memoria de Medellín durante la Fiesta del Libro en esa ciudad, entre otros hechos”, explicó Montoya.

“En casi todas las circunstancias esto ha generado malestar con los participantes, causando daño y revictimizando desde la institucionalidad. Esta situación se ha presentado a partir de mi labor decisiva para retomar el proceso de diálogo abierto con los Lugares de Memoria”, añadió.

Montoya comentó que al asumir el cargo Acevedo se había reunido con ella para señalar las directrices principales. “… Cuando ya contaba con avances y resultados en varias de las directrices señaladas, fui desautorizada y recibí cuestionamientos en público y por escrito por supuestamente haber procedido en varios aspectos sin autorización de su parte”, señaló.

“El director general retiró su respaldo a mi gestión y en adelante se enfocó en dificultar todas mis acciones, sin justificación evidente o demostrada. Es por eso que me resulta inviable entregar los resultados esperados de mi gestión, lo cual conlleva a la decisión de presentar mi renuncia motivada, para permanecer en el cargo hasta el 30 de noviembre”, escribió.


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Darío Acevedo se refirió a este tema con distintos mensajes en Twitter: “La vida nos da a veces malas sorpresas. No sé si les ha ocurrido confiar y defender a alguien que después sale a ofenderte y denigrarte”.

Sobre la renuncia adujo que “nadie en el mundo laboral es imprescindible, todos somos transitorios, sobre todo en la función pública los que estamos bajo la condición de libre nombramiento y remoción, pero hay personas que no entienden o se pasan de listas”.

“Me preguntan en qué consisten los cargos de libre nombramiento y remoción: son aquellos que requieren personas de mucha confianza y que por la pérdida de esta con su jefe o por necesidad del servicio, se pueden liquidar vía renuncia no motivada o declaración de insubsistencia”, recalcó.

Ha demeritado nuestra obra realizada en dos años y medio, se está aliando con sectores adversos, dicen que intriga en las altas esferas, que promueve cartas en contra de mi gestión. No le importa destruir con tal que la nombren jefe. Los principios éticos los tiene en el piso”, sostuvo Acevedo.

“¿Cómo fue que esa persona entró? Escondiendo su verdadera intención de hacerse con el ‘poder’. En la guerra se habla de ‘fuego amigo’ que en sentido estricto es un error”, puntualizó.