“Ley contra ‘comida chatarra’ sí puede impactar”: Claro | El Nuevo Siglo
Foto cortesía
Lunes, 12 de Julio de 2021
Redacción Política

En los próximos días el presidente Iván Duque sancionará la ley contra la denominada ‘comida chatarra’, a través de la cual se ordenará colocar en los empaques mensajes de advertencia sobre ingredientes que pueden ser nocivos para la salud, como grasas saturadas y sodio. 

Angélica María Claro, directora de Promoción de Alimentación Saludable de Red Papaz, ONG que impulsó esta iniciativa en el Congreso, considera que la misma tendrá un impacto importante en la salud de la población, teniendo en cuenta que la ley antitabaco con mensajes de advertencia en las cajetillas de cigarrillos logró reducir el consumo.

EL NUEVO SIGLO: ¿El texto aprobado por el Congreso satisfizo a la Red Papaz en el espíritu del proyecto? 

ANGÉLICA MARÍA CLARO: El proyecto de ley es muy bueno, digamos que la esencia, lo que llamamos el alma, afortunadamente quedó. Pero sí se perdieron dos cosas muy importantes: una era que al menos en la publicidad también estuviesen los sellos frontales de advertencia, el Senado lo había probado, en la conciliación lo quitaron.

Lo otro que quitaron fue la restricción de declaraciones en salud y declaraciones de propiedades nutricionales en los productos que tuvieran sellos, es decir, si un producto tiene exceso de azúcares, de sodio o de grasas saturadas, pues en principio no debería decir de ninguna manera que es bueno para la salud o es bajo en sodio. 

ENS: ¿Qué prevé la norma para que los colombianos se compenetren con ella en función de tener una alimentación saludable?

AMC: El corazón del proyecto de ley es el artículo 5, que es el que dice que el Ministerio de Salud tiene máximo 12 meses para reglamentar el etiquetado frontal de advertencia, pero hay otros artículos que hablan justamente de acciones pedagógicas y acciones informativas.

Esas acciones muchas tienen que ver con el entorno escolar, en donde la idea es que también niñas, niños y adolescentes puedan aprender a identificar cuáles son los daños asociados al consumo habitual de productos ultraprocesados con exceso de azúcares, sodio y grasas saturadas. Pero también acciones pedagógicas informativas que deben darse en medios de comunicación masivos. 

ENS: Hay un antecedente con el tabaco de una norma que busca bajar el consumo por salud, pero se dice que el mismo no se ha reducido mucho. ¿Podría suceder lo mismo con ley de ‘comida chatarra’, que a pesar de las advertencias la gente siga consumiéndola?

AMC: Ha bajado un montón. Por muchísimo tiempo dijeron que el consumo de tabaco se solucionaba simplemente con acciones pedagógicas, y no vimos ningun resultado hasta que llegó la Ley 1535 del 2009, que se conoce como ley de control del tabaco, en donde una de esas medidas son las advertencias sanitarias, y otras los espacios 100% libres de humo, la prohibición total de toda forma de publicidad, promoción y patrocinio.

Y desde que esa ley se implementó por fin empezaron a bajar los índices de consumo de tabaco en población general, pero particularmente en niñas, niños y adolescentes. 

Entonces realmente lo que demuestra la experiencia con el tabaco es que eso no es con acciones pedagógicas, que cuestan un montón de plata y no funcionan, sino que es importante aplicar medidas que modifiquen el entorno. O sea que a uno le quede muy fácil tomar decisiones y que realmente no sea atractivo, como en el caso del cigarrillo, a fumar; o de la alimentación que no sea atractivo consumir habitualmente ese tipo de productos de comida chatarra sino que sea muy atractivo, fácil y muy asequible el consumo de papa, yuca, arroz, verduras, frutas, alimento de verdad. 

ENS: ¿Cómo lograron los consensos para sacar adelante este proyecto de la ‘comida chatarra’, que tantas veces lo hundió el Congreso?

AMC: Si bien Red Papaz, Dejusticia y varias organizaciones teníamos la vocería de alguna manera, creo que fue la presión ciudadana en redes sociales, en el voz a voz, que hizo de esto un tema público, como que ya la gente sabía de eso y hubo un momento, que con todo y que la industria siguió presionando muchísimo en contra del proyecto, afortunadamente los congresistas dijeron 'ya no tenemos cómo seguir cediendo a la presión de la industria y la evidencia científica es contundente’. 

Además cada año que retrasaban más el proyecto en su aprobación, salía más evidencia internacional, incluso evidencia nacional, que decía que no podemos seguir perdiendo tiempo, esto es urgente y este tipo de medidas es lo mínimo que debemos empezar a hacer.