De manera sorpresiva y apenas minutos antes de que comenzara la votación en la Sala Plena de la Corte Suprema de Justicia para elegir al fiscal General de la Nación, Amalia Pérez, una de las candidatas, se presentó en el Palacio de Justicia y en una carta dirigida a la Corporación que representa la máxima instancia judicial del país, la abogada anunció su renuncia irrevocable a la terna propuesta por el Presidente de la República, Gustavo Petro Urrego.
En su misiva, Pérez Parra aborda los motivos que la llevaron a tomar esta decisión sin precedentes, destacando la interferencia de lo que ella denomina "factores extraños" en el proceso de selección. Pérez Parra expresa que "la decisión tomada (...) obedece al surgimiento e interferencia de factores extraños a una tranquila y pacífica elección". Esta interferencia se reflejó, según Pérez Parra, en "episodios perturbadores" como cuestionamientos infundados sobre opiniones vertidas en redes sociales y presuntas violaciones a su dignidad, así como a la seguridad de su familia.
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Uno de los aspectos centrales de su renuncia es el señalamiento de una campaña de difamación en su contra, basada en trinos atribuidos a terceros, pero cuyas consecuencias recaen sobre ella injustamente. Parra recalca que "los inéditos episodios emergidos en este proceso de elección, han tocado las puertas de la quizá principalísima virtud de todo ser humano, bien igualmente personalísimo, como es LA DIGNIDAD".
Además, la seguridad de sus seres queridos, en especial de sus hijos, fue otro elemento crucial en la decisión de Pérez Parra. En la carta, explica que "la imperativa necesidad y obligación de dejar a salvo de todo riesgo y peligro, a lo más preciado que existencialmente tengo: mis hijos MANUEL ANTONIO y NICOLAS GREGORIO, mi compañero permanente de vida y mi familia en general", fue determinante en su renuncia.
La exfiscal concluye su carta reiterando su agradecimiento hacia aquellos que expresaron su apoyo y su compromiso con la justicia social y la paz duradera para el pueblo. "Lo único que me guio desde el momento de la deferencia y el honor y honra de los que me hizo objeto el señor Presidente de la República, fue (...) el de contribuir a la consecución, o al menos tratar de morigerar sus causas, de esos bienes supremos que nuestra Carta Política, consagra y protege", escribe Pérez Parra.
La renuncia de Amelia Pérez Parra plantea serias interrogantes sobre la transparencia y la integridad del proceso de selección del Fiscal General de la Nación, así como sobre los desafíos que enfrentan los candidatos en un contexto marcado por la polarización política y la influencia de las redes sociales. Su decisión deja un vacío en el proceso de designación que requerirá una cuidadosa reflexión por parte de las autoridades competentes.