Iniciar la implementación de planes para la protección de candidatos un año antes de los comicios es una de las recomendaciones que hizo la Misión de Veeduría Electoral de la OEA, tras la jornada en las urnas el pasado domingo.

Uno de los problemas que encontró en el desarrollo de estas elecciones es que “a pesar de los esfuerzos institucionales y los avances en materia de seguridad, la Misión advierte que la violencia política en Colombia continúa siendo un fenómeno preocupante para el desarrollo del proceso electoral”.

En este sentido, la delegación de la OEA citó cifras de la Misión de Observación Electoral (MOE) de Colombia, pues entre el 13 de marzo de 2021 y el 13 de febrero de 2022, se registraron 516 hechos de violencia en contra de líderes políticos, sociales y comunales. Un aumento del 98,5% en comparación con lo observado en la antesala a las elecciones de 2018.

La Misión observó con preocupación que a pocos días de los comicios, ocho postulantes a las circunscripciones temporales en la Cámara destinadas a las víctimas renunciaron, entre otras razones, porque no contaban con las garantías adecuadas de seguridad y se veían intimidados por la presencia y actividad de grupos armados al margen de la ley.

Por ello recomendó para futuros eventos electorales “iniciar la implementación de los planes para la protección de candidatos un año antes de los comicios, tal como fue recomendado por la Misión en 2019, de manera que en la etapa previa a la definición de candidaturas los aspirantes puedan buscar apoyos sin temer por su seguridad”.

También propuso brindar esquemas de protección a candidatos con base en análisis exhaustivos de las dinámicas criminales en las regiones que participan.

Así mismo, advirtió la Misión la carencia de una ley específica para la prevención, protección y sanción de la violencia contra las mujeres en política. 

La Misión valoró la iniciativa del Consejo Nacional Electoral de adoptar en el 2021 un protocolo para prevenir y atender los casos de violencia contra las mujeres en política. No obstante señaló que, sin perjuicio de estos avances, es necesario contar con un instrumento legal para abordar esta problemática y que defina claramente los canales de denuncia y los mecanismos de protección, sanción y reparación.

Por otra parte, indicó que para estos comicios las autoridades electorales realizaron cambios en las tarjetas tanto al Senado como a la Cámara de Representantes. Precisamente simplificar la boleta había sido una recomendación de anteriores misiones de la OEA.

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En este sentido, destacó que el pasado domingo los votos nulos en las elecciones de representantes a la Cámara se redujeron en más de 4 puntos porcentuales en comparación con el 2018, y en casi 2 puntos porcentuales de las elecciones al Senado del mismo año.

Sin embargo, debido a que dichos cambios implicaron un aumento en el número de tarjetas de hasta seis opciones (dos para el Senado, tres para la Cámara de Representantes y una para las Citrep), la Misión observó que “en las mesas de votación hubo confusión por parte de los electores para decidir qué tipo de tarjeta utilizar”.

Al respecto, la Misión de OEA recomendó reforzar las estrategias de difusión y educación para socializar las diferentes opciones que los electores tendrán para emitir su voto.

Así mismo, incluir en todas las mesas de votación material visible a los electores con información sobre las diversas tarjetas disponibles y sobre posibles combinaciones de tarjetas que se pueden solicitar.

Cambios positivos

La Misión de la OEA para las elecciones este año en Colombia destacó que para las legislativas del pasado domingo se pusieron en práctica varios de los cambios sugeridos por misiones pasadas, como el uso de un censo electoral biométrico para facilitar la identificación visual de los electores por parte de los miembros de la mesa votación.

Así mismo, la inclusión de jóvenes como jurados de votación, la incorporación de material didáctico en los kits electorales para guiar el trabajo de los responsables en las mesas de votación y la inclusión de una casilla adicional en el registro general de votantes para que los electores pudieran firmar después de votar.

Otras recomendaciones implementadas fueron el fortalecimiento de las medidas de control de la plataforma de jurados de votación, específicamente mediante el cruce de datos, y los cambios en las tarjetas electorales de la Cámara y el Senado (separación de las circunscripciones territoriales de las circunscripciones especiales) para facilitar su comprensión por parte de los electores. 

En materia de financiamiento político, destacó la Misión de la OEA, “se siguió la recomendación de exigir a los grupos significativos de ciudadanos el reporte de sus ingresos y egresos”.